Blogia
Castropol, Pueblo Ejemplar de Asturias

2 comentarios

Lino -

>>> " En los años cuarenta fue talada la emblemática Faya, haya centenaria situada enfrente de la iglesia del campo"

La faya (situada más exactamente en la esquina del parque ante la casa de D. Segis y el palacio de Loriente) no fue talada en los años cuarenta, sino a finales de los sesenta, siendo alcalde D. Alvaro Platero.

luis legaspi -

FIEBRE DE PLACAS EN CASTROPOL

Visito “Castropol Blogia” al atradecer, al “escurecer de esta mi vidina brieve” Es un momento bueno para las visitas. Por la mañana no están las camas hechas. Al mediodía no es cosa de
poner otro plato a la mesa.. Los ingleses, muy británicos ellos, inventaron la hora del té. Para esta visita no hace falta llamar dos veces al timbre. Toco la tecla del PC, “private computer” No confundir con otras siglas. Antes no había estos inventos.

En Castropol hay algún escudo nobiliario, en Montenegro, Valledor, en la Capilla del Campo, en la Iglesia y en una pared de la “Huerta del Obispo”. Este, muy deteriorado, más bien, irreconocible, merecería algún tratamiento y ser colocado en otro lugar más visible y protegido. Acaso, en la misma pared, pero al lado de la puerta actual a la finca. Hay algunas otros emblemas en la Estatua, en el Casino, en la Iglesia, en el Ayuntamiento y, en las casas del “Párroco”, Menéndez Pintado, de José Ramón Luanco y en algunos dinteles o mojones hay inscripciones con fecha y poco más, que yo sepa. En Castropol, Blogia, sección de “Casonas y Palacios” (cfr.02/02/2006-17:16), se muestran fotografías y comentarios sobre este asunto. Bueno, sí, hay bastantes más lápidas en el camposanto, pero este es otro responso. Merecen todas algún comentario, aunque de distinto calibre..

Ahora, de repente, ha habido como un andancio de “plaquetitis”. Es de suponer que el virus sea alimentado por alguna subvención de “arriba”: biosfera, europa, turismo o con lo que sobró de colocar mal los adoquines. En todo caso, “pólvora del rey” que mejor taparía otros argayos, agujeros o goteras. Haberlos háilos.

A todos nos gustan y, a veces, hasta redactamos una lápida que nunca vamos a leer. Horacio exigía “monumentum aere perennius quod non imber edax, non Aquilo impotens possit diruere”. Vamos, que no la coma la helada y que no lo avente el vendaval

Ya que me ha salido el latinajo de “aere perennius”, comencemos por el bronce perenne recién colocado de las casas consistoriales. Sin olvidar, en la misma fachada, una hermosa lápida en mármol que de modo conciso y bien redactado recuerda y enaltece al Regimiento de Castropol, para conmemorar el primer centenario.

A pocos centímetros, acaba de colocarse, otra rememorativa del bicentenario del Regimiento. Esta segunda placa, salvo la fecha, no dice nada nuevo, pero lo dice peor.

Para inscripciones fijas, heráldicas y, hasta para un telegrama, hay un estilo propio en la distribución de líneas y una gran riqueza en la selección de sinónimos y preposiciones. Nueve genitivos son muchos para doce sustantivos, y que cinco líneas, de seis, terminen con preposiciones no suena bien. La palabra concejo inicial podría haberse suprimido o sustituido por Ayuntamiento, Municipio, Alfoz… Las dos lápidas, como que se lapidan mutuamente.
Compare y compre


CASTROPOL /
RECUERDA Y ENALTECE /
A SU /
REGIMIENTO DE INFANTERIA DE LINEA /
QUE CON GLORIA LUCHO POR LA INDEPENDENCIA NACIONAL. /
FUE CREADO POR LA JUNTA SUPREMA DE ASTURIAS /
EN EL 17 DE JUNIO ED 1808. /
DOS VECES DECLARADO BENEMERITO DE LA PATRIA /
Y RECORRIO ESPAÑA HJASTA PISAR SUELO FRANCES /.
AL CUMPLIRSE EL SIGLO DE LA BENDICION Y JURA DE SU BANDERA, /
EL CONCEJO CONMEMORA SU CENTENARIO /
22 DE JULIO DE 1908 /









EL CONCEJO DE CASTROPOL A LOS
HEROES DE LA GUERRA DE LA
INDEPENDENCIA CON MOTIVO DEL
BICENTENARIO DE LA CREACIÓN DEL
REGIMIENTO DE INFANTERIA DE
LINEA DEL CONCEJO
22 de julio de 2008


No hubiere quedado ni mal un recuerdo, si leve fuere, al castropolino Joaquín Navia Osorio. inspirador, organizador y Capitán General de toda la tropa asturiana. Aunque pudieran incluirse también a su hijo José María, coronel del regimiento, o al capellán Juan Francisco Maymo Fontanals, o al hermano de éste, Antonio José Maymo, teniente coronel, ambos nacidos en Castropol y enterrados en la misma iglesia Hay otros nombres y apellidos castropolenses. Pedro y Manuel Murias, Ramón Pasarón, Bermúdez, Valledor, Santamarina…. Todos ellos y otros son figuras para tener en cuenta en cualquier conmemoración de Castropol en Guerra de la Independencia.

A lo peor, el pensar, enterarse y discurrir no entra en el presupuesto de la organización. Creo que con un tantico de imaginación y con los mismos cuartos se hubiera buscado otro recuerdo, por ejemplo la reedición de “El Regimiento de Castropol” de Balbino Fernández. Esperemos que para el tricentenario no lapiden más al sufrido y dos veces “Benemérito” regimiento que desde Leitariegos a Alhucemas (1808-1815) paseó con bizarría el nombre de Castropol. ¡Y usted que lo vea!

Me temo, sin embargo, que el mayor recuerdo de este bicentenario sea la ausencia ¿definitiva? de la bandera del Regimiento, bendecida en la iglesia de San Vicente de Regla de Naviego y que se custodiaba, en pacífica posesión, en la iglesia parroquial de Santiago de Castropol. Ignoro que títulos o documentos se han presentado para este traslado y si el pueblo tiene alguna información clara sobrebe él. Sé que era Párroco Eugenio Maseda y Alcalde Angel Pérez. Supongo que su préstamo y compromiso de su retorno al digno sitio que la cobijo durante dos centurias haya quedado todo atado y bien atado. Toda la parroquia y las fuerzas vivas de Castropol deben permanecer eso, vivas y bien despiertas.

De las placas que informan sobre distintos edificios o monumentos ya he manifestado mi criterio favorable al hecho de su colocación. He oído alguna opinión sobre precisiones y detalles en su contenido en fondo y forma. (cfr. Castropol Blogia 18/07/2008) Yo las conozco someramente. Un convecino me dijo:”He leído una y no volveré a la segunda”. Podremos tertuliar sobre ello. Es bueno que el pueblo hable, opine y, si a mano viene, grite. Que no nos lo den todo, cocinado y masticado.

En una ligera lectura a las colocadas en lugares o edificios se aprecian redacciones bien distintas, que insinúan redactores diversos, cosa que “no es pecado”. Casi todas pudieran ser más concisas y no interferir unas en el tema de las otras. Alguna se acerca demasiado a la ramplonería literaria. Se anotan datos superfluos y otros que, a mi juicio, deberían consignarse quedan en el tintero. Parecen, más bien, notas para un folleto-guía de turismo o para el “rollo” de un cicerone. Las placas turísticas son otro género literario.

No conozco la ubicación exacta de todas. La colocada en la iglesia no puede leerla. Mi estatura es de las de antes, del montón. Mi vista, un poco acortada por los años, no alcanzaba más que a conjeturas de lo que me parecía que decía lo que debía estar escrito. Acaso un turista con silla o con prismáticos se pueda enterar. Ante mi fracaso en esta lectura, traté aprovechar para leer la del Ayuntamiento, pero “hube la corneja sinistra”. Una pareja de enamorados ocupaban el banco a cuyo respaldo se encuentra la leyenda. No me pareció oportuno interrumpir el idilio. Supongo que será más barato mover el asiento que la placa.

Ahora, con la ayuda de fotografías y más cómodo, me voy enterando de algo y, sin hacer una lectura exhaustiva, subrayo detalles particulares de algunas de las placas.

1.- La Iglesia: Comienza este rotulo con una afirmación poco afortunada al decir que hay opiniones encontradas sobre los “indicios” de esta iglesia. ¿Qué se quiere decir indicios o inicios? ¿Qué es el “derecho de hospitaleza”?

La iglesia hasta el año 1960 tuvo sólo dos naves y tres capillas laterales. La tercera nave fue abierta entre octubre de 1960 y julio del 61, siendo ecónomo Cándido Barcia Rubio

¿De dónde sale el datar la torre de la iglesia en el siglo XIX? Hay consignación en los libros parroquiales de las muchas preocupaciones que durante ese siglo dio el estado lamentable de la torre que, para mayor desgracia, en 1856 una chispa la arruinó y hubo que someterla a una reparación que aún en el primer cuarto del siglo XX no había llegado a una conclusión satisfactoria.

Esta última reparación iniciada en 1934 llegó a ser una trasformación importante en su estructura externa dando a la torre una altura que algunos consideran desproporcionada, sobre todo con el entorno inmediato. Otra de las modificaciones significativas, además de la apertura de dos nuevas luces para las campanas, retirando, eso sí, las campanas de su sitio, fue la modificación de la cúpula en donde se sustituyó la pizarra con una imitación de cemento pigmentado de negro y la colocación de un corredor con cuatro remates aciculares. Ni el violinista ni la gata se subieron al tejado.¡Qué se va hacer!

Entre los retablos merece una alusión especial el del Rosario, también llamado de San Isidro, de estilo gótico, por ser el más antiguo e históricamente más significativo, incluso, para determinar el estilo de la iglesia, con reminiscencias góticas en sus arcos ojivales entremezclados con los de medio punto que señalan un estilo de transición hacia barroco popular.

El enfoque singular a la figura del pelícano en el retablo de la Asunción, descuidando la atención a otras esculturas de mayor interés, no deja de ser una observación pueril de un cicerone bisoño. Todo enmarcado en muy deficiente estilo gramatical e imprecisión teológica.

Y ya que retablos trato, aprovecho, para puntualizar que la dedicación de la capilla del Palacio de Montenegro-Santa Cruz, no está dedicada la Inmaculada, sino a la Asunción. Como explica la placa correspondiente que, sin embargo, no es la más imprecisa, acaso por ser más breve. Ya se sabe lo malo, si breve, es “menos peor”.

2.- El Ayuntamiento es solar en el que estaba edifica “Castillo Fiel”, sede oficial del comendero o alcaide. La residencia del obispo o “posada en que haya un palacio bono e una cámara e un portal de piedra e cal en la que cada anno quando el obispo llega a la puebla llidiemos al manos un día de comer e lle fagamos serucio commo a un señor” estaba ubicada probablemente no en el mero Castillo Fiel sino en el actual solar de la familia Castellano-Murias que los viejos del lugar conocemos como “Huerta del Obispo”

En obras recientes para acomodar a la policía municipal, creo que se ha descubierto una cimentación o muro de mampostería curvo de traza. Es de suponer que la “corporación progresista” haya tomado datos que deberían darse a la publicidad.

Entre el solar de la Huerta del Obispo y el del Ayuntamiento había una de las casas emblemáticas y más antiguas del pueblo que la piqueta municipal, siempre progresista, ha derribado hace bien poco. Esta casa, conocida por “de doña Presentación”, pertenecía a la familia de Nicandro Cancio, de Casarego y del señorío de Acevedo con palacio en La Veguiña. Su última propietaria fue doña Ramonita Cancio de Serrano Monteavaro. (cfr. Castropol blogia, Fotos Antiguas, 28/01/2006) desde ese punto partía hasta la Punta la “Calle del Medio”, así conocida en el siglo XIX la que llamamos de la Marina o humorísticamente de “Romptelama”

Las dimensiones de su fachada del Ayuntamiento, antes armoniosas con el entorno fueron adulteradas, siguiendo el mal ejemplo de la torre de la iglesia, en los años de 1960, con una segunda planta de fábrica en ladrillo privándola, además, del gracioso alero, similar al edificio anexo y dejando el escudo de Castropol extrañamente desplazado de la semicircunferencia, con tejadillo de pizarra, que lo enmarcaba. La comparación con la misma solución arquitectónica en la Villa Rosita hace desmerecer a las Consistoriales. Similar detalle se nota en la antigua escuela. De detalles también se vive, señores municipales.

Ah! y no busque usted las saeteras que le indica el guia, no las encontrará. Hay, sí, cuatro hermosas ventanas enrejadas. Para lanzar saetas, y sobre todo para no recibirlas, no hacen falta ventanas tan espaciosas. El diccionario distingue muy bien las saeteras y aspilleras de las ventanas.

No es exacto decir que el Regimiento luchó contra “La Grande Armée”. Esta no era el ejercito de Napoleón, sino una parte especial o especialista del mismo. Algo así como la Armada Invencible, que también se le llamó la Gran Armada, no era la flota de guerra española, sino una división de la flota. “La Grande Armée” adiestrada en Boulogne en 1804, para invadir las Islas Británicas estuvo en activo hasta 1906, después de las derrotas de la armada naval franco-española en Finisterre y Trafalgar (1805) Esta unidad de elite del ejercito de Napoleón fue reactivada en 1812 para la invasión de Rusia en donde encontró “son tombeau”. Así lo estudian “a l`ecole” los niños franceses.

3.- La placa de Capilla del Campo es de las más correctas, porque calla muchas cosas Hay ciertamente incógnitas. ¿Había otro templo parroquial? ¿En dónde? ¿Por qué su campana convocaba a concejo? ¿Hay enterramientos? ¿De quiénes? ¿Tiene algo que ver la imagen de alabastro del altar mayor con la “Sagrada María” que con el niño “en mile y nuebe y setenta con quinientos sudaba y de sus rostro vieron echar agua como aljófar clara”?

¿Quién era el tal Diego García de Moldes? ¿Cuyos son sus descendientes? ¿Son ellos los que “custodian en lugar seguro la obra de arte más sugestiva perteneciente durante siglos a la capilla” y al patrimonio histórico y artístico del pueblo? Hacer historia no es tema directo de la Consejería Municipal de Cultura, si así fuere, en la actualidad, estaríamos perdidos.

3.- El Parque de Vicente Loriente (Acevedo) fue desde el siglo XV una arboleda, mejor que alameda, que sirvió al pueblo de cabildo en torno a la iglesia. Se llamó Campo del Tablado hasta su remodelación a comienzos del siglo XX cuando pasó a denominarse Parque de Alfonso XIII. En la segunda República cambió su nombre por el de Vicente Loriente.

Sufrió importantes alteraciones en su flora. En los años cuarenta fue talada la emblemática Faya, haya centenaria situada enfrente de la iglesia del campo. En los otros tres ángulos del campo hubo, hasta mediados del siglo pasado, tres grandes espinos negros, “rhamnus lycioides” que daban al campo un aspecto más frondoso con rincones íntimos. Sobra, por supuesto, la aldeana comparación con otros espacios públicos de Asturias. Tiene su gracia y personalidad por los edificios de su entorno, pero su cuidado no aconseja buscarle comparaciones con otros.

4.- Fernando Villamil y su Estatua soportan placas prolijas y empalagosamente eruditas paradigma de lo que no debe ser una orientación turística estática.El Gran Capitán despachaba sus cuentas de modo más expeditivo: “picos, palas y azadones, cien millones” y punto pelota. Los gastos en jardinería son irrelevantes. Otros datos para financiar el monumento, incluyendo la peculiar aportación de la Reina Regente, ya aparecen de modo suficiente en la placa redactada por Menéndez Pelayo e incorporada al monumento.

Los datos biográficos del laureado Villaamil bastaría consignarlos en una de las dos placas y, acaso pudiera hacerse una leve alusión a su faceta política como diputado, periodista, cortesano de Isabel II y alto cargo del Ministerio de Marina. Tenemos para ello en Castropol una fuente abundante y clara en los escritos de Miguel Angel Serrano.

Al cliper “Nautilus” en una placa se le dice corbeta, así, Villaamil en su libro sobre la circunvalación al globo, y en la otra se le dice fragata. No es grave error, pues es sólo cuestión de tonelaje, pero a un turista inexperto le deja cierta perplejidad.

Sobran, en la placas, prolijas explicaciones de símbolos, aunque se pudieran insinuar con en lenguaje más “espartano” y mucho menos ansioso de erudición, como columnas rostradas, maternales matronas, banderas acogedoras, y globos terráqueos que, al parecer, representan al globo terráqueo.

Claro que el reseñar que los navíos “Río de la Plata” y “María de Molina” venían “con sus respectivas dotaciones” y debemos suponer que con sus mandos respectivos y no al garete, deriva o devalo, da cierta tranquilidad a la navegación.

Pudiera también aprovechar la ocasión para alertar al visitante sobre el tremendo error de llamar Terror al Furor, aunque estas correcciones no parecen preocupar a la consejería de cultura municipal, pues no hace mucho repartió entre colaboradores un detalle personal en el que se reproducía el “terrorífico” salvavidas que circunda la estatua. Una cosa es sostenella y no emendalla y, otra peor es propagalla.

Confieso que estas notas, aunque no son una placa, caen un poco en lo que critico, pero además de ser papel que lleva el viento, lo pago yo con los pocos cuartos que me quedan.

5 - Las Cuatro Torres, El Casino y el Club de Mar merecen las observaciones generales de todas las demás, pero no hay excesivos dislates. No tiene excesiva importancia decir que grurugú que no es palabra del argot de arquitectura usarla para designar un mirador, atalaya, minarete, galería, adarve o cualquier otra del rico acerbo lexicográfico español. A mayor abundamiento no existe tal mirador en las Cuatro Torres y, si existiese, sería muy difícil ver la ría o el mar desde él a no ser provisto de un periscopio Así que ”Hablame del mar marinero…desde mi ventana el mar no se ve”
Me aplaco, siempre conviene, aunque no sin apuntar un juicio sobre las plaquetas del callejero, efímeras ellas, al albur de la política y de los presupuestos. En estos días, parece que de los presupuestos, pues las placas anteriores, eran dignas, legibles que es su oficio, y estaban en buen uso, se han cambiado por otras más sofisticadas y confusas.. Por algo para gustos hay colores y colorines.

Pero también sería bueno que aquí se cuidasen detalles. Por ejemplo, a don Marcelino se le conoce en todo el mundo de la cultura, de las letras, de las bibliotecas, de las universidades… por Menéndez Pelayo. sin la conjunción ilativa en sus apellidos: Plaza de Menéndez Pelayo. Es cierto que hay diversas teorías para reseñar los sobrenombres, pero no es una consejería municipal la que deba dirimir. Los cuartos de los vecinos no son para gastar en ocurrencias de los ediles ni, mucho menos, en soportes publicitarios de los políticos. Vale, valete, ego valeo.!