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Castropol, Pueblo Ejemplar de Asturias

Castropol rinde homenaje mañana a la Biblioteca Popular Circulante

17 comentarios

francisco perez sanjurjo -

les doy la razón a quienes hablan de CASTROPOL, el otro topónimo, a mi entender ,se dice un poco de cachondeo,en Barres, donde nací, se decía como diciendolo mal a proósito, pero como ahora hay mucho experto en estas cosas,nunca se sabe, me quedo con D, Luis Legazpi, Ovidio y los Cotarelo, si prodede de Castro y Pola la ensaladilla de Castripol, suena mal, pero... que lo usen, allá ellos, es una pena que anden por la vida confundiendo a la gente como si descubriesen el mundo.

legaspi -

¡CUIDADO, CON LA NOMENKLATURA!

Esto de la nomenklatura es un pitorreo. Pitorreo de pitorrearse, no pitorro de botijo ni ningún otro. Bueno, pero también es un negocio. Ya me dirán: A Coruña, La Coruña; La Roda, A Roda… Así innumerables carteles “despistadores” en veredas y autopistas.

Desde mi ventana veo el palacio de Camposagrado, una de las emblemáticas edificaciones que dan fuste a Vetusta. En su fachada, a uno y otro lado de la barroca puerta hay dos grandes, relucientes y costosas placas de metal. Dos brillantes puñaladas en el noble sillar. Tratan de orientar a magistrados y letrados, también a litigantes, por el camino del Derecho. Dice la una: “Palacio de Justicia del Principado de Asturias”. La otra reza: “Palacio de Xusticia del Principau de Asturies”. Con tales precisiones es imposible el extravío. Pero, cuestan dinero..

De igual manera, cuando en el Senado el presidente Rojo interpele a Barreiro: “¿Por qué no te callas?” el portavoz gallego pueda enterarse a través del el millonario chirimbolo de traducción simultanea: que debe “calar a boca”. Pero resulta algo caro.

En una de las escenas de “Os Chirlosmirlos” la Suegra dice a Ramón: “Tú come y cala, hay un Xan que paga”. Pues eso, querido Murias, “convocatoria conjunta de subvenciones para normalizarnos”. Normaliceme usted la “visa”, la alfombra y el coche oficial

Otra cosa, como bien sabe Victor, es la filología sería. La lengua o idioma, algo vivo, debe tener un desarrollo sostenible, armónico, también paulatino. No es primavera por salir al jardín abriendo los capullos con los dedos ni crecen los niños por colgarlos de las orejas. Con el idioma no se juega. Las palabras expresan y acotan conceptos, en cualquier disciplina sobre todo ético-moral, jurídica, y de convivencia.

Matrimonio y patrimonio, sartén y tartera, gaita y tambor, no son sinónimos ni se pueden confundir. No se pueden usar indistintamente, según ocurrencias. Babel es confusión. Bable no significa claridad. Existe la ley de la “propiedad” del lenguaje. La Real Academia “limpia, fija y da esplendor” aunque ahora nos suene a detergente.

Tal fijeza no cuestiona la alegoría ni la poesía. Ya en los Cantares y en San Juan de la Cruz se casaban las ánimas entre sí y, en la lírica, las mariposas juegan con las flores. “Pictoribus atque poetis quidlibet audendi est potestas”

Otra cosa es que Eufrasio y Sinforoso sean matrimonio por mucha y siempre respetable mancomunidad de gozos y penas que “haiga”. Ni “Uropa” es Europa, ni “Grabiel” un arcángel, ni “Kastripol” será mi pueblo, “anque” algunos se empeñen o “manque” pierda yo y quede mal ferido en esta esgrima dialéctica.

¡Qué ustedes lo pasen guay, mejor que “wail”!




Luis López-Cotarelo Villaamil -

Bien dice Ovidio que una posibilidad es que Castripol sea una corruptela del idioma.

Y pongo un ejemplo de coruptela actual. El francés "croissant" (bollo de confitería en forma de cuarto lunar) se ha castellanizado, con el beneplácito de la Academia, como "cruasán"; y yo lo he escuchado en algunas zonas de España como "curasanes".

Saludos.

Ovidio Vila -

No he visto ningún comentario, que aluda a una posible corruptela del idioma. ¿No podría tratarse de personas que digan Castripol igual que "teléfano" o "semáfaro" amén de otros muchos "palabros". Yo desde mi punto de vista contemplo esa posibilidad que como dice Antonio puede ser aprovechada por algún espabilado para hacer caja.
En cuanto a lo que dice Victor, no podemos comparar los nombres "Castripol" con "A Veiga" pues del primero no se conoce en absoluto su procedencia, y del segundo, todos sabemos que viene de Vega de Ribadeo, nombre con el que se conocía al vecino pueblo a principios del siglo XX y que además es muy utilizado por todo el mundo en esta zona, incluso en su versión castellana de "La Vega"

Luis López-Cotsarelo Villaamil -

A riesgo que se tachado de pelma, dos cosas más.

Entre los contertulios hay personas que conocen bien el texto diplomático por el que se ordena fundar Castropol bajo el Fuero de Benavente.

¿Cómo se le nombre a Castropol?

La segunda, desde hace unos semanas los BOPA aparecen en la versión de internet identificados de la manera que copio literalmente del Boletín de ayer sábado.

Copio: "Boletín Nº 94 del Sábado 24 d´Abril de 2010"

Y en los pasados meses se publicaron algunas disposiciones en dos lenguas, la castellana y el bable.

Repito las felicitaciones.

Luis López-Cotarelo Villaamil -

Complementando mi anterior comentario, tres cosas.

Según la Guía de Códigos Postales del Servicio de Correos (hoy reconvertido en sociedad anónima privatizable), entre las provincias de Cantabria, Asturias, Lugo, Coruña, Orense y Pontevedra, existen 244 poblaciones que comienzan por Castro (89,37%), 19 que comienzan por Castri (6,96%), y 10 que comienzan por Castre (3,66%).

Y de las que comienzan por Castri, 12 están en Coruña, 2 en Lugo y Cantabria (en cada una), y 1 en cada una de las restantes provincias.

Y en Asturias, además del Castriilón de Boal (que es la listada por Correos), existe otro Castrillón (lindante con Avilés), pero es nombre de municipio, no de población. Finalmente, en Asturias existe el apellido Castrillón.

La segunda cosa se refiere a Robinsón Crusoe y "Jueves". Mientras Robinsón mantuvo su soledad en la isla, no había problemas lingüísticos. Pero de continuar su soledad hubiese terminado loco.

Los problemas comenzaron cuando salvó a Jueves de morir devorado por sus congéneres. Y probablemnte Jueves hubiese devorado a sus captores si hubiese tenido la oportunidad. Pero el caso es que fué Robinsón el que enseñó a hablar inglés a Jueves; y no Jueves el que intentó enseñar su lengua a Robinsón.

Seguramente habrá quien opine que Robinsón fue un imperialista.

La tercera se refiere al comentario de Victor sobre los homosexuales. En efecto, sus derechos derivan de ser personas, no de su opción sexual. Y es posible que las creeencias e ideología influya en la opinión de muchas personas al respecto, pero de todas las creencias e ideologías, pues sólo debe acudirse a los libros de historia para saber lo que se hizo -y se hace en algunos paises de la Alianza de Civilizaciones- con ellos. Y de las ideologías también, desde el fascismo, al comunismo soviético, al cubano y a esa última perla de Evo Morales.

Feliz primavera a todos; felicitación renovable por la tácita para sucesivas estaciones.



Luis López-Cotarelo Villaamil -

En su momento, cuando publiqué en el blog el recordado mapa del XVII de la ría del Eo, me sorprendió sobremanera que las aportaciones se centrasen en un debate filológico, marginando totalmente los demás aspectos que tal mapa ofrecía, a mi entender muy interesantes. Veo ahora que se repite la cuestión, a propósito de unos carteles que anunciaban un acto de homenaje a la Biblioteca de "Castripol". Por cierto, recomiendo la lectura de las "puntalizaciones" que publica Legaspi en otro lugar del blog.

Como dije entonces, jamás en mi vida había oido esa denominación, salvo en un ambiente jocoso y de chirigota, como dice Ovidio.

Coincido con Legaspi en que jamás los inspiradores y fundadores de la Biblioteca y de "El Castropol", entre los que se encontraron algunos antepasados míos, utilizaron semajante denominación; y les hubiese sido muy fácil hacerlo, y no sólo en privado, sino en público.

Hace no muchos años se publicó una recopilación de los números de "El Aldeano", publicación intencionadamente dirigida al mundo rural del Concejo, y no recuerdo que en el mismo se haya utilizado semejante denominación de "Castripol" para referirse a la villa o al Concejo en su conjunto. Como no lo tengo a mano, tampoco puedo comprobar si en algún número se publicó texto en la fala local que utilizase esa denominación.

Por supuesto que cada cual puede utilizar el vocabulario que desee. El único problema es cuando esa persona no es Robisón Crusoe relacionándose con "Jueves", sino un ciudadano de pleno derecho de un país moderno, democrático, con un sistema jurídico y administrativo que todos nos hemos dado y tiene que relacionarse con los demás y con esa Administración -algunos opinarán que demasiado hiper y agobiente- en tantos aspectos que afectan a sus derechos personales. Y este debate tiene bastante que ver con cuestiones como la lengua en que uno puede relacionarse con las Administraciones, o en qué lengua desea que sean educados sus hijos, o la exigencia de conocimiento de determinada lengua para poder ejercer de funcionario (notario, médico, juez, etc.) en determinadas Comunidades.

Acaso no habéis sufrido la impertinencia de Administraciones Comunitarias que, en procedimientos Administrativos, utilizan lenguas que uno desconoce. ¿Donde quedan los derechos personales del administrado?

Y estoy conforme con Victor en que la cultura y lengua de nuestros antepasados debe ser respetada y defendida. Pero no convertirla en un mantra, ni imponerla hasta el extremo de que a nuestros hijos se les convierta en personas unidimensionales, con su capacidad de desarrollo personal y vital limitada. ¿Acaso estamos tan ciegos que no vemos lo que ocurre a nuestro alrededor? Nuestros hijos tendrán que vivir en un mundo globalizado, donde el dominio de varios idiomas será una necesidad. Y esos idiomas serán la media docena que ya están en cabecera, entre ellos el castellano o español.

Y, también, ¡Ojo! a lo que comenta Antonio Murias. Que no se convierta la supuesta "protección" de la fala o de cualquier otra lengua o dialecto en un "negociete" de unos pocos espabilidas, pues las arcas públicas ya han sido demasiado esquilmadas con filesas y gurteles repartidas a lo largo, ancho, arriba y abajo de la la península e islas.

Feliz primavera todos.

VICTOR DE PRIMOTE -

Una normalización no quiere decir que se vaya a eliminar nada, sino que se va ha aceptar una situación que ha sido discriminada. Y al final sera una cosa de los vecinos. En el Concejo de El Franco, con la normalización de la toponimia local hubo alguna polemica entre y con los vecinos a cuenta de alguno de sus toponimos.
De todos modos, una normalización o uso de determinados toponimos, no significa que a ninguno de nosotros nos vayan a obligar a decir "Castripol" o "A Veiga". Yo particularmente uso "Castropol"... pero estoy abierto a la otra posibilidad, en tanto en cuanto pueda dar lugar a replantear el significado de dicho topónimo.
Insisto: no hay que tomar las cosas a la tremenda, como si se acabase el mundo. Una normalización no implica que tu no puedas usas un termino o una cosa... simplemente te da opciones que tú, en conciencia, eliges.
Para mi es como la polemica creada por el matrimonio entre persona del mismo sexo. Que existen relaciones de ese tipo se sabe desde época griega y romana, como poco. Son personas como nosotros, que tienen y cumplen sus deberes, pero que también deben tener reconocidos sus derechos.
Los que se rasgan las vestiduras con el tema les pregunto... ¿A caso tienen algo que ocultar, de lo que se averguenzan, por la ideologia o la religión que profesan o defienden? Salud!

Antonio Murias Vila -

Como todo en este mundo tiene su razón de ser, y nada es gratis, reulta más que lícito pensar que detrás de la denominación "Castripol" quepan intereses que recaben el amparo de lo publicado en el Boletín Nº 72 del Sábado 27 de Marzo de 2010 por la Consejería de Cultura del Principado en forma de
Resolución de 25 de marzo de 2010, por la que se aprueba la "convocatoria conjunta de subvenciones para la normalización social del asturiano y, en su ámbito, del gallego-asturiano, en régimen de concurrencia competitiva". O sea, que van a ponerse a "normalizar", y los que nos "normalicen" o colaboren en "normalizarnos", serán recompensados con parte de lo que todos aportamos, pensando más bien en cubrir otras necesidades. Pero así es la flor.

el mismo luis -

AUTODISCULPA

Sí, querido yo mismo, lo que nos es agradecer ni tolerar es que tú, es decir yo, adelantes en dos lustros, mínimo, el centenario de la Biblio. Debes pedir disculpas, y las pido, al público. Lo que no puedo prometer y no prometo es no volver a meter la pata. No deja de ser también divertido.

l. legaspi -

“KASTRIPOL”, PICCOLO DIVERTIMENTO

La verdad es que a mi también me “fastidia” lo de Castripol, sobre todo en el contexto de un recuerdo a los hombres de la Biblioteca que, siendo cultos hispano-hablantes, han usado y promovido con orgullo e inteligencia su lengua vernácula, el gallego de nuestra Asturias occidental. Es como un grano de arena en zapato que desluce, aunque no aminora, el excelente trabajo que en el centenario de la Biblioteca Popular Circulante ha hecho mi buen amigo el filólogo Xosé Miguel Suárez Fernández. Nunca los hombres de la “Bepecé” han utilizado tal toponímico, ni ellos ni sus ancestros fundadores del periódico “El Castropol”. Tampoco, sus familiares invitados al acto conmemorativo. Menos, el Ayuntamiento que “por imperativo legal” lo es de Castropol. Por este motivo a mi personalmente también me parece desafortunada la convocatoria desde el epígrafe Castripol.

Otro tema es que el topónimo sea más o menos usado en la historia y en la actualidad o que sea correcto o corruptela, según las reglas de la evolución fonética del romance. En documentos históricos aparece muy raras veces y hoy es de insignificante uso en la geografía del occidente astur.
Por supuesto que es cuestión abierta y cada uno en perfecto uso de su libertad personal puede teorizar con tesis, hipótesis e, incluso, con ocurrencias. En este mismo foro (cfr. Mapa Ría del Eo. 27/02/2008- 16:54) Cotarelo, Murias Vila, Ovidio y Miguel Vila, Victor Primote, Os d`Aldea, Phil Gueirolo y yo mismo, plumilla firmante, hemos participado en una juguetona esgrima que, si no ha resuelto muchos problemas históricos-filológicos, nos han servido para valorar y querer más a Castropol, otrora capital del más amplio concejo astur, hoy dividido en catorce municipios.

Por no tener que pagar canon a la “SGAE” y porque tengo cierta complacencia en no enmendalla me permito autocitarme. Usted perdone y ahí va:

Yo no sé una palabra de etimologías. “Estudie para decir misa” y con frecuencia “tataveyo”, de tartajear. Desde mi ignorancia infusa en gramáticas estructurales, apunto: Castripol es una palabra usada en varios pueblos de la comarca. No sé si es una corruptela de pronunciación o una derivación natural de la lengua. Un “llinguista de la Cademia” decía que “Uropa” era bable.

De castra-castrorum o, más bien, de castrum- castri sale Castrillón y Castrillo. ¿Podrá también derivar en Castripol?

Lo de Castrum Pauli que menciona el ¿filólogo das Figueiras? Phil Gueirolo, fácil es y bien está, si bien os parece. A mi no me parece. ¿Quién era el tal Pablo? No conozco a “niguén” en la historia castropoleña.

Don Arturo, “El Maestro”, nos enseñaba Pola de Castro o Castropol. Al parecer hay dificultad en casar el griego “polus” con el “castrum” latino. Luanco dice que es un híbrido.

Madoz, que no me parece filólogo, dice también “Puebla del Castro”, “Pola del Castro” y “Puebla de Castropol”.Lo último me parece redundante y capicúa.
Yo, de adolescente y mal estudiante de escaso griego, jugando con consonantes y vocales de distintos grupos, elaboré una teoría de Cristophorus, Cristobo, Cristóbal... Me atreví a comentarlo con Dámaso Alonso. No me excomulgó de milagro, pero me fulminó con su “tierna miopía” y achantó en seco: “No ha lugar”. Y, amenjesús

Más tarde, ya provecto, leyendo a Manolo Marinero, me encontré que él había lucubrado por los mismos andurriales. Lo que pasa que Marinero añade una pizca de historia. San Cristobo (Piñeira, Ferradal) anterior a Santiago de Castropol es el patrono de la parroquia cuya capital es Revoredo, Robredo, Revoledo situado al fondo de la Ría de Berbesa.

No sigo con el embeleño pensando que yo de rapacín, más romántico y soñador, escrutaba el firmamento para ver brillantes a los mellizos Cástor et Polux. Sería muy “guay” emparentar con Zeus y Leda. En el Foro de Roma hay tres hermosas columnas de su templo cuya réplica en miniatura tengo encima de mi mesa para recordar mi villa “castropolina”, porque “Castropol por Estrabón se desina que fue la ciudad de Olina, muy antigua y prominente, sita do va la corriente del río Eo al mar Océano” ¡Vaya lío! Es una pequeña diversión que siempre se agradece.

Ovidio Vila -

Lamento no estar de acuerdo con Victor. Jamás oí a nadie de Castropol, decir Castripol, excepto de manera jocosa o refiriendose al topónimo que emplean ¿de manera despectiva? en otras localidades. Miro en Internet y no encuentro la "palabreja", más que en textos escritos en bable... o algo parecido. Si algún día se llamó Castripol, cosa que dudo, está claro que el nombre oficial de hoy es Castropol, y lo es desde tiempos inmemoriales, por lo tanto no se puede utilizar otro.

VICTOR DE PRIMOTE -

Lo que trataba de decir, es que, si existen dos formas de un toponimo, soy partidario del uso de las dos. Cada cual que use la que mejor le parezca, yo no me voy a meter en eso... pero no estoy dispuesto a perder retazos de la cultura de la zona. Un saludo!

Antonio Murias Vila -

Como bien saben quienes patrocinan la denominación "Castripol", los mismos que dicen (o decían, porque es variante en desuso) "Castripol" por Castropol, dicen (o decían) "Esturias" por "Asturies". En buena lógica, habrían de patrocinar también tal denominación ante los de la "Llíngua".

Quienes creen que viven o están en Castripol, se hallan dentro del Principao d'Esturias.

A ver si hay lo que hay que tener, o no, para comunicar a las instituciones, empezando por Don Felipe y Doña Letizia, esta realidad sociolingüística, con el fin de vivir todos en paz y armonía.

Antonio Murias Vila -

Sobre este tema del nombre ya tuvimos ocasión de pronunciarnos. Transcurrido algún tiempo, y considerando que la utilización de determinados términos, en sustitución de los usuales, tiene una orientación destinada a la obtención de determinados réditos en ciertos ámbitos, yo me remito a lo dicho y dejo plena libertad para llamar a las cosas como se quiera. Al fin y al cabo, en "Ribanova", Leopoldo Calvo Sotelo hablaba de "Villasol", término que le sienta bastante bien a nuestro querido pueblo. Otro escritor, con menor fortuna, lo llamó "Santiniebla". A mí me gusta referirme a él como "Castropol-sur-Mer". Al fin y al cabo, estamos en un Carnaval permanente, y prueba de ello es que en unos cuidados prospectos de la inmobiliaria "Valle de Quintalonga" se bautiza a la Ría, trascendiendo el debate sobre si es "del Eo" o "de Ribadeo", como "Océano Atlántico".

Pero Ovidio tiene toda la razón del mundo, porque, con independencia de que cada cual puede decir lo que quiera y nombrar a las cosas como le dé la realísima gana, cuando se pretende un homenaje, o se hace un estudio sobre la labor encomiable de determinadas personas, hay que respetar los términos que tales personas utilizaron, que en este caso era el de "Castropol". Y es por ello que la denominación de "Castripol" resulta inadecuada, y que el Ayuntamiento, que se debe a tal nombre propio, ha actuado de una manera inapropiada.

Victor de Primote -

Lo primero que tengo que decir es, que como Ovidio, la primera vez que escuche "Castripol", también corregi a mi interlocutor. Sin embargo, con el tiempo, y escuchando y preguntando a diversas personas (mi madre, el padre de mi mujer,...), que nada tienen que ver con ningun tipo de movimiento reivindicativo del eonaviego, me di cuenta de mi equivocación... y mis dudas crecieron cuando se publico en este blog un mapa de la Ria del siglo XVII, gracias a la información de Luis López-Cotarelo Villamil.
Salud!

Ovidio Vila -

Ante el merecidísimo homenaje a la Biblioteca,al que me uno plenamente tengo que decir que es intolerable que el Ayuntamiento haya consentido la publicación de unos carteles en donse se nombra a Castropol, como "Castripol".