
La hostelería del occidente ofrece el molusco cultivado en la ría
T. Cascudo
En la ría del Eo se puede disfrutar de muchas maneras. Una es a través del paladar. Y es que además de perderse por sus pueblos ribereños y enamorarse con las impresionantes vistas que regalan las atalayas de este estuario fronterizo entre Asturias y Galicia, es posible disfrutar saboreando uno de los manjares que crecen bajo sus aguas. Es la ostra, una exquisitez gastronómica que ha triunfado en otras mesas y que ahora intenta darse a conocer y hacerse un hueco entre la hostelería local.
Aquello de que nadie es profeta en su tierra se cumple por desgracia en este molusco, cuya producción anual en el Eo ronda las 300 toneladas. Son dos empresas las que se reparten la mayor parte de las concesiones: Remastur y Acuicultura del Eo. Esta última produce unas 55 toneladas, de las que más del 80 por ciento viajan a Francia, donde son muy apreciadas. También desde hace unos meses han iniciado la venta a Hong Kong. En Acuicultura del Eo se han marcado como reto invertir esta tendencia o al menos incrementar el consumo local.
No obstante, saben que la tarea será dura. La ostra crece bajo el Eo, en el occidente asturiano, pero sólo entre un 8 y un 10 por ciento de la producción se queda en la comarca. Sorprende que los restaurantes de la zona y especialmente del concejo de Castropol no abanderen la causa y utilicen la ostra como reclamo. La razón reside en que al vecino no le gusta en exceso, explican. De hecho, el consumo se centraliza en los meses de verano con la llegada de turistas.
Pese a las garantías de calidad y a la trazabilidad del producto depurado que ofrecen las empresas ostrícolas, sigue existiendo cierto recelo entre los consumidores asturianos. «El problema es que es un producto fuerte y hay gente a quien le sienta mal. Al comerse cruda echan la culpa a la depuración o a que tiene algún problema, cuando no es así», precisan los hosteleros. De ahí que no todos se atrevan a incorporarla a sus cartas; y quienes lo hacen no experimenten demasiado.
Pero volviendo al plato, son varios los restaurantes de Castropol que ofrecen su degustación a pie de ría: El Risón, Peñamar, Casa Vicente? En este último ofrecen una ración de seis ostras a 7,50 euros. Un precio asequible ya que desde la web de Acuicultura del Eo se pueden adquirir por un precio aproximado de un euro la pieza.
Así que en las atalayas del estuario es posible sentarse a degustar ostra rizada («Crassostrea gigas») -la variedad que se cultiva en el Eo frente a la ostra plana típica de las rías gallegas- con vistas a la zona donde crece el molusco. Por cierto, ahora mismo la ostra está en uno de sus mejores momentos.
La Nueva España
.