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Castropol, Pueblo Ejemplar de Asturias

Hay un belén en Castropol que homenajea (con carpintero y niebla incluida) a los talleres de ribera de la ría del Eo

"Es digno de ver", señalan los visitantes del nacimiento ubicado en la iglesia Santiago Apóstol de la villa castropolense

Castropol16 DIC 2025 14:00

El belén parroquial de Castropol incorpora esta Navidad una novedad muy especial: un pequeño taller de ribera que sirve para homenajear a los carpinteros tradicionales de la ría del Eo. La instalación, en una esquina de este popular nacimiento, recrea, con todo lujo de detalles un taller, con carpintero incluido. Además, es tal el mimo puesto en esta creación, que cuenta con un mecanismo que genera humo y que permite imaginar la bruma o neblina tan característica de la ría del Eo.

Este homenaje a los carpinteros, que ha hecho crecer al belén castropolense, es obra del castropolense Antonio Quintana. El carpintero aparece trabajando en su taller, junto a la ribera del Eo y allí hay un bote listo para salir al mar, también cajas de pescado y almejas. Merece la pena detenerse y observar los detalles.

Cuenta Paco Fernández, otro de los voluntarios que elabora en el montaje, que "es digno de ver" y anima a visitar la instalación. Durante la Navidad, la iglesia estará abierta a diario, a excepción de los festivos, en horario de 17:00 a 19:30.

"Está gustando mucho", celebra el castropolense, que indica que entre las novedades de la instalación de este año está también la incorporación de una zona de desierto. Llaman la atención las figuras del belén, la mayoría piezas de Olot, algunas de mediados del siglo XX.

Los Amigos del Árbol han convertido el centro de Castropol en un auténtico cuento navideño

"En el salón de Papá Noel se hace fotos un montón de gente. Da trabajo, pero merece la pena porque esto da vidilla al pueblo", cuentan los comerciantes

Castropol14 DIC 2025 6:02

Cuando Juan Pablo Carbajales y su mujer, Viviana Oliveros, se hicieron cargo de la Administración de Lotería de Castropol, en el año 2016, vieron la necesidad de dar ambiente navideño a la calle Penzol Lavandera, arteria comercial de la villa castropolense. Hablaron con los locales vecinos y montaron un árbol en la pequeña plaza frente al bar Antón. Aquella idea ha ido creciendo y ahora, convertidos en la asociación Amigos del Árbol, casi cuentan con cuatro kilómetros de alumbrado.

"En 2018 constituimos la asociación y desde entonces, salvo en la pandemia, hemos ido a más", cuenta Carbajales, el principal ideólogo de esta particular decoración. La escena principal de este cuento navideño se localiza junto al enorme árbol de Navidad, de cerca de cuatro metros, con Grinch incluido. Allí se ha recreado una especie de salón de Papá Noel, con trineo, chimenea y buzón para las cartas.

Creciendo año a año

Cada año se van añadiendo complementos. Este año se ha escogido un edificio ruinoso ubicado junto al árbol para instalar tres siluetas de los Reyes Magos y una gran estrella de madera hecha con caballetes junto a la plaza del Cruzadero, donde el Ayuntamiento ha instalado un belén. Además, los Amigos del Árbol han ampliado la iluminación de las calles, creando un sendero de luces por todo el casco antiguo.

"Cuando empezamos con esto, el Ayuntamiento no ponía casi nada de decoración y ahora también ha mejorado en eso. Somos conscientes de que se ocupan de otros puntos del concejo y que todo el mundo quiere algo, así que nosotros vamos poco a poco contribuyendo a mejorar la zona", señala Carbajales.

Fondos

El presupuesto para la decoración y la compra de luces sale del magosto que organizan cada septiembre y de la venta de lotería. También suma la ayuda que se pide en la chocolatada que se organiza el día que se inaugura el alumbrado, en este caso, el pasado puente de la Constitución.

Lo mejor de todo, cuentan los comerciantes, es que se ha logrado despertar interés y visitas. "En el salón de Papá Noel se hace fotos un montón de gente. Da trabajo, pero merece la pena porque esto da vidilla al pueblo", señalan.

Visita al belén parroquial

El hostelero retirado Paco Fernández preside la Asociación Amigos del Árbol y también forma parte del grupo de voluntarios que colocan el belén parroquial en la iglesia de Santiago Apóstol. También este año es más grande que la pasada edición y ha incorporado un pequeño homenaje a los carpinteros de ribera: una recreación de un taller hecho a mano por Antonino Quintana. "Está gustando mucho", cuenta Fernández, que invita a realizar una visita completa a la villa sin olvidarse del interior de la iglesia.

El nacimiento se podrá visitar todos los días de Navidad, salvo los festivos, en horario de 17:00 a 19:30 horas.

Carta para 2026 a Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente

12 de Diciembre del 2025 - Antonio Valle Suárez (Figueras (Castropol))

Queridísimos Reyes Magos de Oriente:

En primer lugar deseo con toda mi alma os encontréis bien, con salud en el cuerpo y en el ánima. Soy consciente de que lleváis mucha experiencia a cuestas, pero aún estáis para visitarnos muchos años más, seguro. Y con la ilusión que cada diciembre vuelve a despertarme por suerte, aún sin necesidad de pilas ni instrucciones que me impulsen, me animo a escribiros para haceros una petición un tanto curiosa. No os pediré juguetes, ni tesoros, ni siquiera unas zapatillas nuevas, que bien me vendrían para pelear con mi viejo espolón. Os ruego algo mucho menos envolvible, pero quizá más urgente. Os pido un recordatorio para padres e hijos, de esos que no pesan pero iluminan. Veréis, desde hace un tiempo ronda por nuestras casas un personaje muy particular. No llega en camello, ni deja huellas en la nieve, ni firma sus visitas con purpurina. Se aparece en cuanto se le pronuncia, como si siempre estuviera al otro lado esperando su oportunidad. Es como si fuera el "Genio de la Lámpara", aunque no se desplaza en nubes de humo ni necesita lámparas que frotar, pues solo basta con tocar un botón o murmurarle algo y ahí está, dispuesto a obedecer con más rapidez que un paje recién estrenado. Sé que me entendéis, pues siempre vais con los tiempos.

Hasta hace nada, escribir sobre cualquier tema era un ejercicio casi sagrado: pensar, investigar, garabatear, tachar, volver a pensar... Todo ese ritual hermoso que nos costaba minutos, horas o días y nos enseñaba a ordenar la cabeza ahora te lo puede arreglar de repetente: ¡Zaaaassss! Recuerdo con ternura aquellas cartas que mi madre escribía a mi hermana en Avilés, que entonces parecía estar en la otra punta del mundo, con su Bic y su caligrafía impecable. Ella no necesitaba genios escondidos, le bastaban su corazón, su tiempo robado al excesivo trabajo y su letra, tan suya, y de vez en cuando parar su boli y mirar hacia arriba para volver a escribir. Pero hoy, Majestades, vivimos tiempos un poco más... digamos, "acelerados". Pero tenemos ahí al geniecillo en cuestión que está siempre a punto, deseoso de hacer por nosotros lo que antes nos hacía sudar un poquito la frente. Y oye, no seré yo quien critique una ayudita de cuando en cuando. Siempre y cuando, y aquí está la gracia, no le entreguemos las llaves del pensamiento ni le dejemos el mando a distancia de nuestra imaginación. Que el genio cose, sí... pero conviene que el hilo y el campo de la puntada lo elijamos nosotros. Por todo ello os ruego, queridos Reyes Magos, que cuando, en la madrugada del 6 de enero, vayáis dejando ilusión junto a cada zapato, añadáis también un susurro, un aviso, un guiño, para que padres e hijos recuerden que el Genio de la Lámpara es útil, pero que sus destellos pueden deslumbrar; y que, si uno se acostumbra demasiado a él, corre el riesgo de olvidarse cómo se sueña por su cuenta. Y ya sabemos que los poderes grandes, si no se manejan con cuidado, a veces encuentran manos menos bondadosas que las vuestras.

No os pido que escondáis la lámpara, faltaría más, sino que enseñéis a usarla con cabeza, con cariño y con un poquito de ese sentido común que nunca pasa de moda. Que la magia siga siendo humana, aunque el genio insista en hacérnoslo todo demasiado fácil.

Con la gratitud y esperanza de un niño, ya mayor pero ilusionado, que se niega a dormirse del todo.

La razón, esa vecina que nunca está en casa

28 de Noviembre del 2025 - Antonio Valle Suárez (Castropol)

La razón, ya lo sabemos, es como esa vecina que todos creemos conocer pero que nunca está cuando uno llama al timbre de su casa. Y, aun así, hay quien presume de tenerla en exclusiva, como si la hubiera inscrito a su nombre en el Registro de la Propiedad. Pero la razón, esa escurridiza señora, no es de dos personas, ni de la mitad de la comunidad vecinal, ni de dos países, ni de medio mundo contra el otro medio. La razón, cuando aparece, suele venir dividida en mitades imperfectas (como si dijéremos... mitad grande y mitad pequeña) que, eso sí, siempre suman un cien por cien. Como las tortillas de mi abuela, que, hechas con prisa, nunca salían redondas del todo, pero siempre suficientes para todos.

El problema es que nos hemos acostumbrado a vivir como si la razón fuese el último paraguas del portal cuando llueve: o lo cojo yo o te mojas tú. Y así nos va, discutiendo como si cada discrepancia fuese un asunto de Estado, cuando, en realidad, casi todo se resolvería con un poco de retranca, una silla más cerca en la cocina y en medio unas castañas regadas con sidra de Solleiro.

A veces pienso que lo que nos pierde no es la falta de razón, sino el exceso de necesidad de tenerla. Nos aferramos a nuestras certezas como quien sujeta el manillar de la bici bajando el puerto con viento atravesado del nordeste. Y, claro, así no hay manera de escuchar al otro. Conviene recordar que la razón, cuando se la aprieta demasiado, se vuelve amarga. Pero si se comparte, se vuelve casi dulce, como ese último trozo de tarta que uno ofrece aun con ganas de zampárselo.

Vivimos tiempos en los que todo se ha convertido en dos bandos que ni se miran. Pero la vida, la real, no la que cacarean en las tertulias por ahí, suele ser más sencilla. Podíamos extractarla en dos personas que ven lo mismo desde esquinas distintas. Nada más. Lo pienso así porque, a veces, basta moverse medio paso para descubrir que el otro también tenía su parte de claridad. O su parte de sombra, que para el caso es lo mismo.

Y al final, ¿qué nos queda? Pues lo de siempre, un poco de humildad, un poco de humor y un poco de sensibilidad para aceptar que nadie tiene el monopolio de la razón. Que todos la rozamos, la perdemos, la recuperamos, y que en ese ir y venir se nos va pasando la vida, generalmente más cabreados que felices, que eso es lo peor de la cuestión.

Quizá la verdadera sabiduría, esa que no enseña ningún notario de televisión, consista en entender que la razón solo se vuelve completa cuando dejamos espacio al otro. Cuando nos quitamos un poco de importancia y recordamos que estamos hechos de dudas, de afectos, de ganas de que nos entiendan... y de esa retranca tan abundante antes en nuestro occidente asturiano y cada vez menos practicada que, bien usada, sirve para tender puentes sin que se note demasiado. Así que tratemos de resucitarla, nos dará vida a todos.

Corto el rollo, amigo lector, recordando aquella arenga de mi pesado amigo jubilado, Bras, que nos decía un día en el diario paseo: "... porque la razón, como la felicidad, no es para guardarla bajo llave. Es para repartirla. Aunque sea en mitades, aunque esas mitades nunca nos queden perfectas".

Así es la nueva urbanización que se proyecta en la villa de Castropol: 84 viviendas con vistas a la ría del Eo

Acaba de salir a exposición pública la evaluación de impacto ambiental simplificada de este proyecto en la zona de expansión urbana de la villa

Recreación del residencial que se proyecta en la villa de Castropol, con la ría al fondo.

Recreación del residencial que se proyecta en la villa de Castropol, con la ría al fondo. / R. T. C.

Castropol12 DIC 2025 14:01

El plan para construir una urbanización de 84 viviendas en la zona de expansión de la villa de Castropol avanza a buen ritmo. El proyecto, el mayor planteado en la actualidad para el municipio, acaba de salir a exposición pública dentro del procedimiento de Evaluación de Impacto Ambiental Simplificada.

El promotor es la firma El Tesón de Castropol S. L., que plantea la urbanización del denominado "Subsector SUR.R-C1 A" del Plan General de Ordenación Urbana del concejo, aprobado en 2003. Ya en 2023 el Principado dio luz verde ambiental al plan parcial y consideró que la propuesta elegida "no tiene efectos significativos sobre el medio ambiente" por eso se permitió la evaluación simplificada que ahora se tramita.

Recreación de la urbanización.

Recreación de la urbanización. / R. T. C.

98 plazas de aparcamiento

El Tesón de Castropol planteó cuatro alternativas constructivas y se inclina por el desarrollo de la cuarta, que incluye 84 viviendas y 98 plazas de aparcamiento. Cabe precisar que el proyecto incluye 52 viviendas en la tipología de vivienda colectiva, es decir bloques de pisos, y el resto serán viviendas unifamiliares adosadas, aisladas y pareadas. Precisamente estas últimas se ubican en la ladera este, la de más impacto ambiental sobre la ría del Eo, mientras que los bloques se ubicarán en la zona más próxima a la N-640.

La urbanización de esta área de crecimiento de la villa de Castropol debe adaptarse a los condicionantes que fija el hecho de su proximidad a la ría del Eo, que forma parte como todo el concejo castropolense de la Reserva de la Biosfera Río Eo, Oscos y Terras de Burón, pero también al hecho de que la villa de Castropol es Bien de Interés Cultural (BIC).

Infografía para recrear otra de las vistas de la urbanización.

Infografía para recrear otra de las vistas de la urbanización. / R. T. C.

Sin impactos severos

Los promotores concluyen en la memoria del proyecto que esta urbanización "no implicará en ninguna de sus fases impactos de carácter severo o crítico; habiendo sido caracterizadas la mayor parte de las afecciones como compatibles; excepto aquellas producidas sobre el suelo, debido a que la urbanización de los terrenos impedirá que el medio recupere por sí mismo las condiciones iniciales". Concluyen los promotores que la urbanización del subsector implica un impacto global compatible por lo que esperan lograr el visto bueno definitivo.

El citado subsector cuenta con trece parcelas catastrales con una superficie de 56.875,81 metros cuadrados. El 77% de este suelo es propiedad de El Tesón y de la empresa castropolense Trío Procesos Constructivos.

Infografía que recrea una vista área de la promoción.

Infografía que recrea una vista área de la promoción. / R. T. C.

A esta promoción en tramitación hay que sumar la que se está desarrollando detrás de la casa de cultura y cuyas obras marchan a buen ritmo. En este caso, dispondrá de treinta y cuatro viviendas disponibles. El alcalde de Castropol, Francisco Javier Vinjoy, ha manifestado en varias ocasiones la necesidad de vivienda en la villa, razón por la que también trabajan para lograr que se construya vivienda protegida en la localidad.

La Mirandilla, ¿año?

La Mirandilla, ¿año?

Cuando se rompe una pareja y de paso la amistad

19 de Noviembre del 2025 - Antonio Valle Suárez (Castropol)

Hay amistades que no nacen de uno mismo, sino del reflejo de otras vidas. De esas parejas amigas con las que se comparten cenas, viajes, veranos, conversaciones que se alargan más allá del café, acompañadas de risas que se mezclan hasta no saber de quién son. Una complicidad a cuatro voces que parece hecha para durar siempre.

Hasta que un día, sin previo aviso, una de esas parejas se rompe. Y entonces todo lo demás, incluida la amistad, se resquebraja. No por culpa de nadie, sino porque ya nada encaja igual. La conversación se llena de silencios incómodos, de nombres que se evitan, de recuerdos que se vuelven frágiles. Uno no sabe si preguntar, si llamar, si seguir invitando... todo se vuelve un equilibrio precario entre la lealtad y el pudor.

Al principio se intenta mantener la amistad con los dos. "No tenemos por qué elegir", se suele decir. Pero la vida no entiende de equilibrios. Uno llama más, el otro menos. Uno necesita desahogarse, el otro desaparecer, y, sin querer, la balanza se inclina hacia un lado. No hay neutralidad posible cuando el afecto tiene memoria.

Y así, poco a poco, lo que fue una mesa redonda se convierte en línea recta. De forma que dos a un lado y nadie enfrente. Lo que antes era natural, una broma, una confidencia, un plan improvisado, se convierte en un gesto medido. Hasta que un día se deja de llamar, no por enfado, sino por cansancio.

Cuando todo se asienta, queda una melancolía suave. Una especie de agradecimiento triste. Por las sobremesas compartidas, por las risas, por haber coincidido en un tramo luminoso del camino. Porque, aunque no sobreviviera al naufragio, aquella amistad fue verdadera mientras existió.

Y uno aprende, al final, que hay vínculos que solo tienen sentido dentro de un "nosotros". Al romperse ese "nosotros", también se disuelve la magia y resulta muy complicado recomponerla. Aunque, a veces, queda el hilo invisible de la memoria, ese que nos recuerda quiénes fuimos cuando creíamos que nada podría separarnos.

Viernes Santo 1957

Viernes Santo 1957

El Castropol

El Castropol

Pequeños consumidores en prácticas

22 de Octubre del 2025 - Antonio Valle Suárez (Castropol)

Ya no hace falta cumplir los 18 para estrenar deuda. La vorágine consumista empieza antes que el acné. Niños con móviles de mil euros, patinetes eléctricos que parecen motos y consolas que cuestan un riñón... más los juegos, claro, porque el cacharro por sí solo no come, hay que alimentarlo.

Los padres y, sobre todo, los abuelos, resignados, dicen: "Que no sean menos que los demás". Y así, para que el chaval no sufra un trauma en el recreo, pueden llegar a gastar más de lo que ganan. El pequeño ni estudia economía ni falta que hace, ya sabe lo que es vivir a crédito.

Después viene la juventud, y con ella, la tarjeta de consumo. Todo se paga en cómodos plazos, menos la tranquilidad. Créditos para el móvil, para la bici, para el chándal de marca y, probablemente, si los dejaran, para el aire que respiran. El verbo "ahorrar" se ha quedado fuera del diccionario, sustituido por "financiar". Todo gracias a la incitación al consumo permanente: un país que no consume no alimenta la rueda de la producción o, lo que es parecido, al movimiento continuo de la economía doméstica.

No estoy criticando a nadie, solo me acuerdo de mi actuación con mi nieto de 7 años la semana pasada. Pasamos los dos de la mano por delante de un escaparate lleno de juguetes y me dijo: "Abu, entramos a ver". Me faltó tiempo, allá fuimos. Ya dentro caminamos paralelo a las estanterías donde la tentación en forma de juguete iba subiendo sus precios. Como quiera que yo tiraba para abajo y él para arriba, el chaval acabó cabreándose y amenazándome con irse a la calle. Lo convencí comprándole un deportivo eléctrico que costaba 23 euracos de nada. Fuimos hacia la caja, él resignado y yo feliz por lograr mis sanos propósitos. Delante de nosotros iba un paisano de mi edad, sonriente, con un cacho camión en brazos (inmediatamente pensé que sería para su nieto). Tiró de tarjeta y pagó 203 pavos por el juguetito. Pensé de repente que mi querido nieto no podía ser menos. Y, sin saber por qué, di media vuelta con el guaje de la mano y le dije: "Devuelve el coche a la estantería y compra lo que quieras". Después de pagar 223 a la chica de la caja por un bólido igual que el de Fernando Alonso, salimos a la calle sonrientes de la mano mi nieto y yo. Miserias fuera.

Y, mientras tanto, nosotros, orgullosos de tanta modernidad, seguimos avanzando. Eso sí, directos al precipicio del consumo, donde no hace falta empujón ya que nos tiramos solos, sonrientes, con el paracaid..., perdón, quería decir con el recibo en la mano.

Bras, los móviles y el emperador que va en bolas

2 de Octubre del 2025 - Antonio Valle Suárez (Castropol)

Hoy no fuimos al diario paseo por culpa de la lluvia y el frío, pero nos encontramos los cuatro amigos de siempre en el bar de la gasolinera para tomarnos un café, ahora que se fueron los veraneantes. Dónde iba a ser, pues no hay otro bar en el pueblo, cerraron todos.

Cada día que pasa admiro más a mi pesado amigo jubilado Bras. No solo porque sea mi amigo, sino porque es un crack de esos que te dicen las verdades como puños, pero con retranca, para que no duela tanto el bofetón.

-¿Sabes lo que pasa contigo? -me soltó delante de todos, señalando a mi móvil recién estrenado-, que vas armado hasta los dientes con esa chatarra de última generación. Crees que es tu espada láser que te protege, pero en realidad es el colador por donde te pueden vaciar la cartera, te meten miedo y, de propina, te dicen lo mal que hueles. Y encima pagas tú la factura mensual -Bras estaba lanzado, y prosiguió-. A través de ese cacharro nos tienen fichados, vigilados y entretenidos con vídeos de todo tipo para escoger después de dar el ok a los cookies y, claro, cuando te das cuenta ya no eres un ciudadano respetado, eres simplemente un cliente cada vez más mangoneado y ordeñado por el método que sea... Y de los malos, porque ni protestar sabes. Yo intenté poner cara de intelectual, pero Bras me remató leyendo una chuleta que traía en el bolsillo de su vieja chaqueta de pana:

-"Tata Motors (que fabrica los lujosos Jaguar y Land Rovers) lleva más de un mes sin fabricar un solo coche y nadie sabe cuándo volverá a hacerlo. Con la incertidumbre de que hay 300.000 empleos en la cuerda floja, entre plantilla, empresas de componentes, concesionarios y otros satélites. La mayor automotriz británica está perdiendo más de 82 millones de euros al día, mientras los contribuyentes ingleses sin saber que les tocará pagar los más de 1.500 millones de pufo que ocasionará la cosa". Y no es porque hagan coches malos, no -siguió relatando Bras, ahora sin leer-. Parece ser que es motivado porque el 31 de agosto pasado sufrieron un ciberataque de la mano de un grupo de hackers adolescentes. Les tumbaron los sistemas informáticos internos de la compañía y se quedaron indefensos y a merced de lo que venga, que parece muy gordo.

Me asaltó un flechazo de repente, haciéndome ver que lo peor es que tiene razón Bras. El futuro pinta en tecnicolor, sí, pero en el móvil tenemos al alcance de la mano series, apps, lucecitas. La vida real, en cambio, se nos viene encima en blanco y negro, con nóminas frágiles, trabajos efímeros, jefes que parecen influencers y nosotros, jubilados acongojados, por no decir otra cosa peor, pensando en que cualquier día puede aparecer un virus por ahí que nos deje sin pensión o nos birle los sudores que cada uno pueda tener en el banco.

-Al final nos van a vender como progreso que Alexa nos avise de que nos han timado a través de las redes; o que Siri nos recomiende una app para respirar hondo mientras buscamos qué comer en la nevera, o que somos los mejores buscando cosas en Google -sentenció Bras.

Yo, tan aturdido me vi, que me marché sin despedirme, con un nudo en el estómago, mientras Bras se quedó silbando. Marché envidiando la posición de Bras, que tiene un viejo móvil solo para llamar a su mujer, por si se retrasa, y solo enterándose de las noticias por la radio y por los periódicos que pesca gratis en la biblio. Y pensé: cuando ocurren ciberataques de tan descomunal calibre sufridos por una multinacional, ¿qué me puede ocurrir a mí, infeliz sapiens de a pie, que como muchos jubilados manejo alegremente un teléfono móvil con capacidad para comprar, vender, guasapear y demás lindezas desde él, sin la más remota idea de la bomba atómica que llevo encima con la espoleta quitada? Me da la sensación de que a partir de ahora voy portando una pistola cargada y sin seguro, en el bolsillo, en vez del teléfono.

Menos mal que Bras existe, porque entre tanta miseria digital que nos queda grande a muchos, alguien tiene que hacernos recordar de vez en cuando aquella frase lanzada por un niño en una fábula de Andersen: "¡Pero si no lleva nada puesto!" (refiriéndose al emperador que va en pelotas). Y aun así le pagamos la colada.

Grupo de jovenes.

Grupo de jovenes.

Grupo de amigos.

Grupo de amigos.

San Isidro 1955

San Isidro 1955

Los tres hermanos Villaamil.

Los tres hermanos Villaamil.

Ni Llanes, ni Cudillero: este es el pueblo asturiano perfecto para disfrutar del otoño en calma

El occidente asturiano tiene mucho que ofrecer al visitante

Vista de la ría del Eo desde Castropol.

Vista de la ría del Eo desde Castropol. 

15 SEPT 2025 9:30

Mar, calma, buena gastronomía. El occidente asturiano lo tiene todo. Aunque es el oriente, con Llanes, Cangas de Onís o Ribadesella, el que atrae a más turistas por su enorme popularidad y belleza, al otro extremo del Principado hay auténticas joyas por descubrir. Es el caso de Castropol, en el límite entre Asturias y Galicia.

Es un lugar que llama a la calma e invita a perderse por las calles del casco antiguo (es Bien de Interés Cultural desde 2004) y descubrir la infinidad de atalayas que esconde, todas con excepcionales vistas de la ría del Eo, el estuario que une Asturias y Galicia. Tras el paseo, es una buena opción reservar para comer en alguno de los afamados restaurantes de la localidad y también debería ser obligado un paseo en barca por la ría. Son varias las embarcaciones operativas y hacen parada aproximadamente cada media hora en los puertos de Castropol, Figueras y Ribadeo.

Si hay un producto del que presume Castropol es la ostra, pues aquí se concentra toda la producción asturiana de este molusco. Dos empresas (Acueo-Ostras del Eo y Ostrastur) se dedican al cultivo de ostra rizada, que nada tiene que envidiar a la ostra plana gallega. La firma Acueo tiene abierto un pequeño bar en frente de su parque de cultivo donde se pueden degustar. Cada verano, Castropor acoge el festival "Somos la ostra", al que acuden cientos de personas. Esta última edición contó con gran cantidad de turismo madrileño que acudió a la cita dispuestos a degustar ostras y disfrutar del paisaje. En el Corpus, Castropol se llena de color con sus alfombras florales.

Castropol se llena de color con sus alfombras florales

Castropol se llena de color con sus alfombras florales / LNE

Entre los rincones que no hay que perderse están el Parque Vicente Loriente, el mirador de la Mirandilla, la capilla de Santa María del Campo (única superviviente del incendio de 1587) y varios ejemplos de arquitectura indiana que recuerdan la huella de los emigrantes que hicieron fortuna en Cuba y regresaron a sus lugares de origen.

Navegación por el Eo

Los oficios y saberes relacionados con el bote de vela latina y la práctica de su navegación en la ría del Eo ya son Bien de Interés Cultural (BIC) de carácter inmaterial. "La práctica de navegación a vela latina es un patrimonio intangible asociado a técnicas y conocimientos transmitidos de generación en generación, que abarca también la construcción de botes y aparejos. Con ella se relacionan una serie de oficios tradicionales, como el de carpintero de ribera, en riesgo de desaparición", señala la nota emitida por el Principado después de que el Consejo de Gobierno diera luz verde al decreto BIC.

El turista puede recorrer la ría del Eo en diversas embarcaciones que ogranizan paseos. También es posible recorrerlo en canoa y piragua.