La gastronomía llenó Castropol con la celebración del festival "Somos la ostra", que se desarrolló desde el viernes hasta ayer lunes. La propuesta ha conseguido consolidarse como una cita festiva clave del Occidente, que logra atraer a visitantes de todos los puntos de la región y también de otras comunidades, con especial presencia de Galicia, Madrid y País Vasco. Las dos empresas que cultivan el molusco en la ría del Eo, Acueo y Ostrastur, hacen un balance más que positivo de la novena edición del certamen, en el que vendieron unas 24.000 ostras.

Visitantes en el festival de la ostra de Castropol

Visitantes en el festival de la ostra de Castropol R. D. Á.

José Manuel Lojo, de Ostrastur, también hace un buen balance del festival. Asegura que "año a año, ha logrado consolidarse". Además, considera que consigue que fuera del puente festivo también acuda gente a Castropol para probar ostras en los restaurantes que trabajan con el producto. Asimismo, Lojo subraya que "como todos los años, las ostras que se ofrecieron fueron de excelente calidad y muchos, además de degustar, compraron para llevar".

Un fin de semana intenso para los productores que reconocen que “es muy cansado, porque hay muy poca gente que sepa abrir ostras rápido y cada uno hemos abierto alrededor de unas dos mil al día", según describe Nuria Núñez. No obstante, el esfuerzo merece la pena por el éxito que cosecha el festival año a año.

Ostras expuestas en el festival de Castropol.

Ostras expuestas en el festival de Castropol. R. D. Á.

Aparte de la degustación de ostras al natural, la programación del festival se completó con actuaciones musicales, demostraciones de cocina y talleres. También el domingo se organizó una limpieza de fondos del puerto de Castropol, en el que participaron el Club Vela de Castropol y el de buceo Illa Pancha. Ayer lunes tuvo lugar la contrarreloj de traineras y el concurso de abridores de ostras, en el que se proclamó campeón el leonés Abel Fernández.