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Castropol, Pueblo Ejemplar de Asturias

CUANTO DARÍA

A aquellos inolvidables compañeros de escuela, de juegos y travesuras.

Cuánto daría

por volver a rascar

los sabañones,

sorber los mocos,

calzar alpargatas,

correr con las madreñas.

 

Volver a mojarme

con la lluvia,

y travieso

volver a chapotear

en las cunetas.


Mear en el agujero

de los grillos,

hacerles su casita

con la caja de cartón

de "Heno de Pravia".

Con el estira-gomas,

romper las palomillas

y apedrear a los gatos.

Bajar por la "arribada".

Jugar al "escondite",

al "guá", al "melas",

a "las cuatro esquinas",

al "peón", al "aro",

a "la gallina ciega",

a "la rayía", al "marro".

Cuanto daría

por galopar de nuevo

como aquel "rapacín".

Por ser libre y feliz,

igual que el viento,

y volver a correr

tras la pelota,

¡la pelota de trapo!

en aquellos partidos:

"Batallón", "Filoxera",

"Cuatro Vientos".

¡Cuántas cosas querría!

Por ser de nuevo niño,

por volver a estar juntos,

y de nuevo aprender

a reír y a soñar.

¡Cuánto daría!

 

Amador García Acebo

 

1 comentario

angel -

Sin duda Don Amador supo espresar con palabras, lo que la distancia y el paso del tiempo le robo.Pero que grande puede llegar a ser el corazon de una persona, capaz de guardar en su interior a todo un pueblo, con sus pesonajes, sus calles.
El supo espresar la impotencia del que desde la lejania se acuerda de su pueblo.De su primer amor.
Es imposible no emocionarse al leer sus poemas,en esos istantes todo se buelbe romantico.
Todo tiene un principio y un final, sin duda no hay mejor principio que el de haber nacido en castropol.Y del final, bueno ya se sabe, el que bien empieza .......
¿No se si alguien sintio alguna vez nostalgia de un sitio sin haber partido a ninguna parte?.
gracias por escucharme y felicidades