Homenaje al Glorioso Regimiento de Castropol, julio de 1908.
A continuación publicamos una serie de ocho fotos, correspondientes al homenaje efectuado al Regimiento de Castropol el 22 de julio de 1908. Posiblemente alguna de ellas corresponda a las fiestas de Santiago, celebradas un par de días después. Alguna de esta fotos ya se había publicado en el blog, pero desconociendo la fecha y el motivo de este festejo. Justo delante de la puerta del Ayuntamiento, podemos ver la Bandera del Regimiento, rodeada de militares y autoridades. En el balcón se encuentran varias señoras.
La presentación es de Javier García Herrero.
El 22 de julio de 1908 se conmemoró en Castropol el primer centenario de la jura y bendición de la bandera del Regimiento de Castropol.
Estos actos, de los que fue impulsor Miguel García Teijeiro, consistieron en el descubrimiento de una lápida en la fachada del ayuntamiento y una misa de campaña en el Campo del Tablado.
En el acto de descubrimiento de la lápida, pronunció un discurso el alcalde, Zoilo Murias Lastra.
A continuación, autoridades y público se trasladaron al Campo acompañando a la Bandera del regimiento de Castropol, portada por el castropolense Carlos Rodríguez, comandante de infantería.
En el Campo, especialmente decorado para la ocasión por Arturo Lema, tuvo lugar una misa de campaña, oficiada por el cura ecónomo D. Balbino Fernández.
Estos actos sirvieron de preludio a las fiestas patronales, celebradas los días 24 y 25 de julio.
Como complemento de una serie de fotografías de estas fechas copiamos un jugoso comentario publicado en el "CASTROPOL" con fecha 30 de julio de 1908.
"Nuestras fiestas
Habíamos de nutrir estos renglones de adjetivos brillantes y pomposos que dijesen el elogio de la Comisión organizadora de nuestras fiestas; pero parécenos que huelga el panegírico, ya que todos las hemos presenciado.
Sin embargo, para los castropolenses que no viven en su país va esta reseña; para que sepan que á varios paisanos nuestros, á esos que, viviendo en América, sueñan con el natal terruño; á los que en el escritorio de su casa de comercio cuelgan al lado de los retratos familiares la fotografía de su rincón de Asturias, se deben estas fiestas y el despertar que parece existir en Castropol. Con esto nos parece haber nombrado á Vicente Loriente, á Carlos Conde, á los hermanos Moldes...
Y vaya también un elogio para nuestro Alcalde, que, dando facilidades, ha contribuido á que el centenario de nuestro Regimiento tuviera esplendor más grande, y para nuestro colaborador D. Miguel García Teijeiro, á quien no sólo se debe la iniciativa del Centenario, sino que desinteresadamente, para contribuir á los gastos que la celebración de éste ocasionase, cedió el folleto titulado Alzamiento de Asturias y Memorias del Regimiento de Castropol, hermoso trabajo que una vez más acredita á su autor de hombre de estudio y escritor correcto.
Hemos de decir que aún para los escépticos que no dan plaza al patriotismo de este tiempo, fueron consoladoras las ceremonias del pasado día 22. No pudo desearse mayor orden en la procesión cívica, ni más dignas representaciones del Concejo, de los Ejércitos de mar y tierra, del Clero, de la Judicatura... Y aquí, bien podemos expresar nuestro reconocimiento al Capitán General de Galicia que nos ha dado una prueba de su cortesía que estimamos todos, accediendo gustoso al deseo expresado por nuestro Alcalde de que el comandante de Infantería D. Carlos Rodríguez, hijo de este pueblo, viniese desde Monforte para llevar en ese día la bandera de nuestro Regimiento.
Daremos la nota de que en la citada procesión hubo, para que todo estuviese en el molde de 1808, alguna que otra levita veterana y tal cual chistera de la época del rey José.
Vayan también nuestros plácemes para el coro que en la misa de campaña ha hecho alarde de afinación. Aunque no las hemos visto sabemos que las caras de las muchachas qué cantaron son tan bonitas como sus voces, y siendo así, permítenos amigo Enrique que extrañemos que, como el piloto de la copla, no pierdas el compás.
Acostumbrados nos tiene nuestro ecónomo Don Balbino Fernández á su elocuencia, y esto nos releva de tributar elogios al discurso patriótico que tras la misa pronunció; pero bien podemos decir que nos ha complacido tanto como sus oraciones evangélicas.
En el banquete hemos sentido, claro está, cierta delectación epicúrea, que suponemos que no aprovechará gran cosa á los que pelearon hace un siglo; pero que es necesario hacer constar para satisfacción de la cocinera.
.....y el vivo al bollo. Ultimas palabras de un espiritual refrán. Si dedicamos á los muertos los discursos, ¿qué menos hemos de hacer que reclamar para nosotros el arroz y los pasteles? Es evidente que los difuntos salen ganando en el reparto.
A propósito de discursos. Todos los que hablaron han estado muy acertados y algunos elocuentes. Cualquier orador que lea esta reseña, que se atribuya las dos cosas.
En las regatas, todos los botes de la ria y algunos más; pero hemos tenido el santo de espalda, pues no ha quedado un solo premio en Castropol. Todos fueron para Ribadeo, Figueras y Abres; pero bien podemos decir que nuestros marinaros y señoritos han remado bravamente y que el notario-timonel de los segundos tiene fé en vencer el año que viene á los brillantes equipos de los vecinos pueblos. Sobre todo, amigo Pérez Cancio, que la fé no falte. Nihil prius fidi.
Lo que estuvo medianejo fue el número de los fuegos acuáticos. Buena preparación para el sueño, sí lo ha sido, pues tan profundo sopor nos iba entrando que empezábamos á dormirnos en plena playa; pero hubo que devolver la fama al gachó de Reus al día siguiente, cuando en la verbena pudimos apreciar que lo de la víspera no amenguaba en nada su buena fama de pirotécnico.
Y va ya muy adelantada esta reseña y aun no hemos dicho nada de la banda de música, que habiendo tocado con maestría, le alcanza la gloria á músicos y á profesor de hacer el milagro de que con instrumental viejo, escaso y defectuoso pudiera oirse con agrado en las varias ocasiones en que tocó.
La capilla que dirige Fermin Rogina, interpretó con afinación, el día 25, la «Primera misa á dos voces del maestro Concone», distinguiéndose el joven barítono D. Avelino Roces Nachón.
No será preciso decir que la verbena estuvo, animadísima, pero con polvo, con mucho polvo—¿no habrá manera de regar para otra vez, pagando lo que sea?—y que unos paseamos y otros pasearon y bailaron hasta rendir el cuerpo y el espíritu. Eso sí, el baile estuvo alarmante: pues no hubo moza regularmente desarrollada que no fuese requerida á manear el solomillo al compás de la música.
El día 25 el paseo de bote en bote; pero seguimos mascando polvo, que como todo número que no está en el programa, resulta agradable porque no se espera.
De la función de teatro poco hemos de decir, ya que el público fue bastante expresivo con sus aplausos para los actores, que, por cierto, estuvieron como profesionales. No debíamos hacer mención especial de ninguno; pero se nos permitirá decir que Rafael Pardo ha probado que tiene un simpático desahogo que le augura gran fortuna en sus conquistas chalequeriles, y que Marcelino Murías puede fingir la manera de ser más contraria á la suya propia, pues durante una hora fue el alcalde más bruto de España y sus posesiones del Golfo de Guinea. José Vázquez, fue con gran verdad, el decrépito estudiante que cursa su carrera en la vejez, todo casado y cargado de hijos. estado felicísimo en su adolescencia senil.
Pablo Murias, pistonudamente bien como cantante y como actor.
Enrique Rogina; un gobernador que podría .sacar de apuros á D. Segismundo Moret y Prendergast.
Alejo, muy requetebién. Tal vez demasiado orondo para maestro de escuela; pero también se dan casos de maestros con tripa.
De Ricardo Rodríguez bastará hacer saber que canta tan bien como su hermana Aurelia. ¿Podemos decir más, amigo?
Muy bien Juan Vázquez, Ramón Fernández, Antonio Iglesias, Manuel Fernández, y los coros de un solo sexo.
Nada diremos de la rondalla que ejecutó algunos números; bastará saber que la dirigió Enrique Murías lo mismo que la música de la zarzuela «El alcalde interino»,para comprender cómo estaría.
De los aplausos otorgados á los actores, el público le adjudicó á nuestro amigo Galea el tercio de libre disposición, y vive Dios que se lo ha ganado.
É intencionadamente hemos dejado para el final á D. Arturo Lema, para que nuestra enhorabuena sea más expresiva, pues así la tiene merecida quien trabajó tanto y con tal arte en todo el decorado del Campo y del Casino.
No solo la enhorabuena, creemos que, además, se está ganando la ciudadanía castropolense por adopción.
Y, por hoy, no va más."
2 comentarios
María José R. Rogina -
Simplemente decir que Fermín Rogina era uno de los hermanos mayores de mi abuelo Alberto. Me ha emocionado mucho ver nombrado a mi tío abuelo. Gracias.
l. legaspi -
Gracias, Javier, por haber exhumado estas históricas fotografías y acompañarlas del jugoso artículo publicado en el Castropol. Efectivamente la reseña trufada de humor zumbón es una delicia. ¿Quién será el cronista redactor? Acaso repasando otros escritos del periódico podría colegirse. ¿Sería muy aventurado aventurar que García Paredes? Tampoco yo descartaría al doctor M. Murias que de socarronería no andaba escaso. Todo muy de la raya.
A propósito del Castropol ¿no sería bueno que alguna asociación o institución cívica tomase la iniciativa de una edición facsímil del decenario?
Y, porque no hay dos sin tres quiero y digo: ¡Qué ajustada en proporciones, la fachada el ayuntamiento! Es una pena que siguiendo el mal ejemplo de los curas, al estirar la torre de la iglesia, se haya perdido armonía en la plaza mayor.
¿Será esta mi enfermiza nostalgia de viejo gruñón? No lo descarto, y usted perdone.