El municipal,encargado del orden an la procesión, Santiago Fernández (a) "El Zacaro"
Monaguillo -
Según, mi parecer, La procesión de San Roque (Beato), líbrenos de peste y males , no tenía título para "Pasear por el parque Subía por la calle del Pozo camino del Cercado o Cementerio. La Procesión de San Isidro Labrador, creo, iba por la calle Acevedo, camino del colegio de las monjas, hasta llegar al campo pequeño de San Roque, lo que no recuerdo era si se hacía misa, aunque me parece que se montaba un altar en el prado. De los pendones y los estandartes si me recuerdo de ellos, incluso había muchos, también pequeños, para que los lleváramos los niños en procesión el día del Corpus, se guardaban en los rellanos del la torre o campanario. También existían unos ajuares que se guardaban en las sacristías, nueva o vieja, de varios tonos de colores. Se usaban según las liturgias o las procesiones lo requerían. Había: Albas, Ámitos , Casullas, Capas, .Dalmáticas, Cíngulos, Estolas, Manípulos, Roquetes, etc., etc. ¿Dónde están?
legaspi -
PENDONEAR
Los retratados ya son mayorcitos y algunos no están. En la vida y en la muerte estamos en el Señor. Lo digo con el máximo respeto y afecto a quien piensa que muerto el perro se acaba la rabia.
Homilías fuera, yo ahora quiero identificar el pendón. Esto de la polisemia es tremendo. Hablo de la primera acepción de esta palabra aguda. No de ninguno de los procesionantes
Según mis recuerdos en la Parroquia había tres pendones o lábaros de esta guisa. El uno era negro, luctuoso. Se ondeaba, excusado es decirlo, en exequias de feligreses. También, el Viernes de Pasión. Otro era rojo, de buen damasco, y flameaba en la festividad del nuestro Patrón, adalid de la Iglesia en Jerusalén y protomártir de los Apóstoles. El tercero era amarillo tremolaba en la procesión de la festividad de San Roque, gran abogado contra la peste amarilla, pandemia de la alta edad media.
No me parece que la procesión aquí recordada sea de luto ni tampoco de martirio. La de San Roque no la recuerdo por el parque. El largo recorrido de esta manifestación solía ser por el Pozo, La Paloma, San Roque, Riaño, Cruz Vieja, Medio, Plaza y Penzol Lavandera. ¿Podría en alguna ocasión derivarse por el Parque? ¿Sería la procesión de San Isidro? No lo descarto. La memoria es un campo de ruinas, decía. Schopenhauer. Lo que sí me parece es que se trata del pendón amarillo. Tenía además esta enseña en el centro una estampa al óleo. De las mismas características había un estandarte.
Además de estas insignias que han desaparecido hay en algún rincón de la parroquia otros dos estandartes de excelente factura. Creo que están deteriorados no tanto por el uso como por el no uso. Creo que se podrían recuperar trasvasando su hermoso argumento bordado a mano en una tela adecuada.
¿Do están tales insignias que hogaño al viento no campean?
En todo caso todos estos ornamentos y objetos que eran, y creo que son, significativos y expresaban unos sentimientos, como mínimo, deberían guardarse en un modesto escaparate o museo parroquial. No se trata de nostalgias de pasado. La historia es lección y fundamento de futuro.
Rafa Domínguez -
El primero de los niños es Arturo Muiña y el segundo, aunque no se aprecia muy bien al mirar de lado, creo que es su hermano Manolo.
4 comentarios
nano -
Monaguillo -
legaspi -
Los retratados ya son mayorcitos y algunos no están. En la vida y en la muerte estamos en el Señor. Lo digo con el máximo respeto y afecto a quien piensa que muerto el perro se acaba la rabia.
Homilías fuera, yo ahora quiero identificar el pendón. Esto de la polisemia es tremendo. Hablo de la primera acepción de esta palabra aguda. No de ninguno de los procesionantes
Según mis recuerdos en la Parroquia había tres pendones o lábaros de esta guisa. El uno era negro, luctuoso. Se ondeaba, excusado es decirlo, en exequias de feligreses. También, el Viernes de Pasión. Otro era rojo, de buen damasco, y flameaba en la festividad del nuestro Patrón, adalid de la Iglesia en Jerusalén y protomártir de los Apóstoles.
El tercero era amarillo tremolaba en la procesión de la festividad de San Roque, gran abogado contra la peste amarilla, pandemia de la alta edad media.
No me parece que la procesión aquí recordada sea de luto ni tampoco de martirio. La de San Roque no la recuerdo por el parque. El largo recorrido de esta manifestación solía ser por el Pozo, La Paloma, San Roque, Riaño, Cruz Vieja, Medio, Plaza y Penzol Lavandera.
¿Podría en alguna ocasión derivarse por el Parque? ¿Sería la procesión de San Isidro? No lo descarto. La memoria es un campo de ruinas, decía. Schopenhauer. Lo que sí me parece es que se trata del pendón amarillo. Tenía además esta enseña en el centro una estampa al óleo. De las mismas características había un estandarte.
Además de estas insignias que han desaparecido hay en algún rincón de la parroquia otros dos estandartes de excelente factura. Creo que están deteriorados no tanto por el uso como por el no uso. Creo que se podrían recuperar trasvasando su hermoso argumento bordado a mano en una tela adecuada.
¿Do están tales insignias que hogaño al viento no campean?
En todo caso todos estos ornamentos y objetos que eran, y creo que son, significativos y expresaban unos sentimientos, como mínimo, deberían guardarse en un modesto escaparate o museo parroquial. No se trata de nostalgias de pasado. La historia es lección y fundamento de futuro.
Rafa Domínguez -