Hace unos días que no tengo vagar para seguir el blog con la cercanía que me gusta. En esta foto del Parque y Casino que podría ser pintiparada ocasión para hablar de percales y pasodobles o precisar si la del moño es Euduviges y el del bigote Nicomedes, temas de sociedad que tanto preocupan ahora, doy, sin contar con ello. con el interesante y alarmante comentario de Ten. No entro en tildes ni epítetos. Todo se puede matizar, pero, en su meollo, estoy de acuerdo y agradezco estos gritos del centinela. ¡Custos, quid de nocte? Me parece desolador el silencio, the silence of the lambs. Alguna vez yo he respondido sobre mis anhelos diciendo que lo que más anhelaba de mi pueblo era escuchar el silencio. Sí, pero no tales silencios. No quiero el silencio de la Urbs Urbarum, ni el de Santiniebla, que otros llamaron. Ni la Vendavalondia o Pasotelandía, que yo me resisto llamar a mi pueblo. Ten dice: nos seguirán dando con una mano festejos y eventos sin sentido ni razón de ser y mientras que con la otra se sentencia el destrozo sistemático de Castropol Puede que sí, aunque ni mis hijos ni nietos lo verán. Los vuestros, sí. ¡Probes ellos, vaya herencia que les dejáis!
Alvaro -
La banda de música es la de la Base americana de Torrejón de Ardoz que actuó en el parque en Julio de 1963.
ten -
Cien años de Parque
Ya suenan las trompetas de los fastos eventos conmemorativos de los cien años del Parque Vicente Loriente de Castropol. Un parque que a lo largo de estos cien años resistió procesiones, fiestas y verbenas , juegos infantiles y no tan infantiles, va ahora sucumbir a los caprichos de aquellos que se sientan en la poltrona . En su historia reciente primero se mancillo su nombre para un urbanización que como todo visitante del Parque puede contemplar ha interpuesto un telón de ladrillo entre este y la ría , cambiando las vistas a magnolios centenarios y de la bocana del estuario por un edificio que sobrepasa en altura lo permitido e incumple descaradamente las normativas del tan cacareado PGOU , modelo que en su día nos vendieron como paradigma de protección del paisaje , urbanismo y patrimonio , misión que nunca cumplía y que lo único que nos ha producido son desatinos urbanísticos y como era de esperar pocos beneficios para el pueblo. Hasta aquí hemos llegado pero es ya hora de decir basta, los ciudadanos tenemos el deber y el derecho a poner freno a estos desmanes, caprichos o peregrinas ideas. Aprovechando estos festejos se pretende cambiar el parque infantil, que por cierto no molesta a nadie, se trata de acaso de poner una barrera en el extremo del paseo del espolón para que los ingenuos visitantes no vean la construcción monstruosa ya antes mencionada y que ha privado no al parque, que este no ve, sino al paseante de las vistas sobre la ría . No seria mejor dejarse de tantos festejos y cambios y dejarlo que repose tranquilo como estos últimos cien años. Con estos dineros que se gastaran del erario público, o sea de todos ,no seria mejor adquirir el solar al lado del Casino y ampliar el parque con su zona infantil así como una zona deportiva para los jóvenes y así festejar este centenario. En esta zona se pretende construir otra urbanización con el peligro que esto supone dada la inestabilidad geológica del pueblo , que cada invierno se desmorona un poquito como castillo de arena que es. Sin una presión ciudadana unida y fuerte nos seguirán dando con una mano festejos y eventos sin sentido ni razón de ser y mientras que con la otra se sentencia el destrozo sistemático de Castropol.
3 comentarios
legaspi -
Hace unos días que no tengo vagar para seguir el blog con la cercanía que me gusta. En esta foto del Parque y Casino que podría ser pintiparada ocasión para hablar de percales y pasodobles o precisar si la del moño es Euduviges y el del bigote Nicomedes, temas de sociedad que tanto preocupan ahora, doy, sin contar con ello. con el interesante y alarmante comentario de Ten. No entro en tildes ni epítetos. Todo se puede matizar, pero, en su meollo, estoy de acuerdo y agradezco estos gritos del centinela. ¡Custos, quid de nocte? Me parece desolador el silencio, the silence of the lambs. Alguna vez yo he respondido sobre mis anhelos diciendo que lo que más anhelaba de mi pueblo era escuchar el silencio. Sí, pero no tales silencios. No quiero el silencio de la Urbs Urbarum, ni el de Santiniebla, que otros llamaron. Ni la Vendavalondia o Pasotelandía, que yo me resisto llamar a mi pueblo.
Ten dice: nos seguirán dando con una mano festejos y eventos sin sentido ni razón de ser y mientras que con la otra se sentencia el destrozo sistemático de Castropol Puede que sí, aunque ni mis hijos ni nietos lo verán. Los vuestros, sí. ¡Probes ellos, vaya herencia que les dejáis!
Alvaro -
ten -
Ya suenan las trompetas de los fastos eventos conmemorativos de los cien años del Parque Vicente Loriente de Castropol. Un parque que a lo largo de estos cien años resistió procesiones, fiestas y verbenas , juegos infantiles y no tan infantiles, va ahora sucumbir a los caprichos de aquellos que se sientan en la poltrona .
En su historia reciente primero se mancillo su nombre para un urbanización que como todo visitante del Parque puede contemplar ha interpuesto un telón de ladrillo entre este y la ría , cambiando las vistas a magnolios centenarios y de la bocana del estuario por un edificio que sobrepasa en altura lo permitido e incumple descaradamente las normativas del tan cacareado PGOU , modelo que en su día nos vendieron como paradigma de protección del paisaje , urbanismo y patrimonio , misión que nunca cumplía y que lo único que nos ha producido son desatinos urbanísticos y como era de esperar pocos beneficios para el pueblo.
Hasta aquí hemos llegado pero es ya hora de decir basta, los ciudadanos tenemos el deber y el derecho a poner freno a estos desmanes, caprichos o peregrinas ideas.
Aprovechando estos festejos se pretende cambiar el parque infantil, que por cierto no molesta a nadie, se trata de acaso de poner una barrera en el extremo del paseo del espolón para que los ingenuos visitantes no vean la construcción monstruosa ya antes mencionada y que ha privado no al parque, que este no ve, sino al paseante de las vistas sobre la ría .
No seria mejor dejarse de tantos festejos y cambios y dejarlo que repose tranquilo como estos últimos cien años. Con estos dineros que se gastaran del erario público, o sea de todos ,no seria mejor adquirir el solar al lado del Casino y ampliar el parque con su zona infantil así como una zona deportiva para los jóvenes y así festejar este centenario. En esta zona se pretende construir otra urbanización con el peligro que esto supone dada la inestabilidad geológica del pueblo , que cada invierno se desmorona un poquito como castillo de arena que es.
Sin una presión ciudadana unida y fuerte nos seguirán dando con una mano festejos y eventos sin sentido ni razón de ser y mientras que con la otra se sentencia el destrozo sistemático de Castropol.