Gracias, D. Luis, pero el reportaje no lo hice yo, solamente le mandé los datos y las fotografías al que figura como editor. Si lo hubiera hecho yo no aparecería mi nombre para nada ya el queel que merece un recuerdo es el reloj que lleva 125 años marcando el tiempo a los Castropolenses, la mayoría de esos años en un época en que era difícil y caro tener un reloj propio. Si quiere ver algo sobre otros relojes que taambien estan el la pagina donde está el nuestro le mando el enlace: www.vegasdelcondado.com/relojpri.htm Ovidio solamente puso el enlace que se refiere al de Castropol. Saludos.
legaspi -
FRAGILES LABUNTUR ANNI
Hay que agradecer y felicitar a Juan Manuel López Acebo por este sencillo reportaje sobre el Reloj de la Torre. En Figueras tienen la Torre del Reloj que buenas polémicas costó entre gayolistas y laureanistas En Castropol la torre es de la Iglesia y el reloj del Ayuntamiento. De los dos no siempre coinciden las horas, sobre todo los cuartos, Pero los dos son del pueblo,del pueblo sencillo y soberano. Juan Manuel, al medio de la semana, sube desde el Ayuntamiento para dar cuerda al asunto y aprovecha para repicar el Angelus. Las campanas suenan mejor cuando no repican o doblan solas. En un pueblo con mar, el reloj así va marchando y marcando las horas: la una y las dos y las tres y fragiles labuntur anni. Las horas en Castropol son monótonas como las líneas del pentagrama, pero no aburridas, admiten las notas de un villancico, de un pasacalles, de un tango o de de una sinfonía, incluso, heroica y, también, de un responsorio rezumante de esperanza y ansioso de trascendencia.
2 comentarios
Juan Manuel -
Ovidio solamente puso el enlace que se refiere al de Castropol.
Saludos.
legaspi -
Hay que agradecer y felicitar a Juan Manuel López Acebo por este sencillo reportaje sobre el Reloj de la Torre.
En Figueras tienen la Torre del Reloj que buenas polémicas costó entre gayolistas y laureanistas En Castropol la torre es de la Iglesia y el reloj del Ayuntamiento. De los dos no siempre coinciden las horas, sobre todo los cuartos, Pero los dos son del pueblo,del pueblo sencillo y soberano. Juan Manuel, al medio de la semana, sube desde el Ayuntamiento para dar cuerda al asunto y aprovecha para repicar el Angelus. Las campanas suenan mejor cuando no repican o doblan solas.
En un pueblo con mar, el reloj así va marchando y marcando las horas: la una y las dos y las tres y fragiles labuntur anni. Las horas en Castropol son monótonas como las líneas del pentagrama, pero no aburridas, admiten las notas de un villancico, de un pasacalles, de un tango o de de una sinfonía, incluso, heroica y, también, de un responsorio rezumante de esperanza y ansioso de trascendencia.