El colegio público “La Paloma”, de Castropol, cuenta desde ayer con un desfibrilador donado por la empresa Transinsa que en caso de complicaciones cardíacas espontáneas puede llegar a salvar vidas. Se trata del segundo aparato de este tipo en un centro educativo de la comarca Oscos-Eo, tras el que existe en el instituto de Vegadeo.
Jornada con prácticas de reanimación y charlas para los alumnos acerca de la importancia de cuidar el sueño y la salud bucal
Precisamente, el centro educativo de Primaria puede presumir de tener un aparato de estas características gracias a la décimo cuarta edición del Foro Comunicación y Escuela del instituto veigueño y sus patrocinadores, “empeñados” en hacer de la comarca educativa Oscos-Eo un espacio “cardiosaludable”. Fue el coordinador del foro y profesor Felipe Fernández el encargado de defender esta propuesta “pionera a nivel regional y nacional”, que trata de dotar al instituto y a los colegios de la comarca de aparatos y conocimientos sobre reanimación cardiopulmonar.
Durante la jornada de ayer los alumnos hicieron prácticas con seis médicos de Unidad de Cuidados Intensivos del HUCA, que mostraron cómo se realiza la técnica con medios propios y con desfibrilador. “Es una experiencia importante que deja a los alumnos la sensación de que pueden ayudar”, destacó el director del colegio castropolense, José Manuel Fernández.
Los alumnos de quinto y sexto de Primaria tuvieron también la oportunidad de escuchar dos conferencias ofrecidas por el presidente de la sociedad asturiana de Cardiología, Pablo Avanzas, la cardióloga del HUCA Beatriz Díaz, el presidente de la Comisión de RCP (Reanimación Cardiopulmonar) del Área Sanitaria IV, José Antonio Gonzalo, y la médica de Medicina Intensiva Carmen Pascual. Gracias a estas charlas conocieron que es importante dormir determinadas horas según la edad para que el corazón funcione bien y que hay que cuidar la higiene bucal. “Se sorprenden mucho porque casi todos duermen menos de las horas necesarias y no relacionan dientes y corazón”, destacó Pablo Avanzas.
Para Gonzalo la actividad realizada ayer en Castropol “debería hacerse en otros colegios” porque es una forma de ayudar ante un susto cardíaco en un entorno cercano, como puede ser la familia. Para terminar la jornada se entregó el desfibrilador, ahora ya en el colegio, convirtiéndose este en el segundo de la comarca Oscos-Eo, tras el instituto, en disponer del aparato. La directora general de Transinsa y líder de la Fundación del Transporte Sanitario, Begoña de Poo, mostró su “alegría” por el estreno. “Estamos felices de poder ayudar así, de esta forma”, dijo emocionada.
0 comentarios