La identificación de los personajes me parece de una discriminación machista, malsana y abominable. ¿A qué se dedican las "miembras paritarias" de nuestros gobiernos? ¿Por qué ellas, tan afanosas al prohibir y controlar, no sancionan al bloger (creo que así se dice) por señalar sólo a los masculinos? ¿Es que igual da tanta desigualdad? A ver si alguien se anima a identificar a las amazonas asentadas en la bancada. Bueno, y, por eso de la política igualitaria, sacar del armario al cuarto oscuro varón. Yo que, como conoce el sufrido leyente, soy de profesión viudo, y no identifico a ninguna tripulanta me atrevo a poner una nota femenina. La embarcación es La Bala, barquilla precursora de los bateles y ganadora de tantas regatas antes del Treintaiseis . . ¡Ahí va la Bala! grita el Xanelo en la conocida crónica de su novela María. La Bala era el era propiedad de Cecilio Martínez, abuelo de Enrique Martínez Rico, Narizón que en la foto aparece comandando en actitud de fincar el remo, porque, con tanta tripulación y casi hasta los careles, no es fácil estrobaralo al tolete. Navegan, en calma chicha con esta elemental tracción, rumbo a la Punta de Santos. No hay noticia de zozobra.
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luis -
La identificación de los personajes me parece de una discriminación machista, malsana y abominable. ¿A qué se dedican las "miembras paritarias" de nuestros gobiernos? ¿Por qué ellas, tan afanosas al prohibir y controlar, no sancionan al bloger (creo que así se dice) por señalar sólo a los masculinos? ¿Es que igual da tanta desigualdad?
A ver si alguien se anima a identificar a las amazonas asentadas en la bancada. Bueno, y, por eso de la política igualitaria, sacar del armario al cuarto oscuro varón.
Yo que, como conoce el sufrido leyente, soy de profesión viudo, y no identifico a ninguna tripulanta me atrevo a poner una nota femenina. La embarcación es La Bala, barquilla precursora de los bateles y ganadora de tantas regatas antes del Treintaiseis . . ¡Ahí va la Bala! grita el Xanelo en la conocida crónica de su novela María.
La Bala era el era propiedad de Cecilio Martínez, abuelo de Enrique Martínez Rico, Narizón que en la foto aparece comandando en actitud de fincar el remo, porque, con tanta tripulación y casi hasta los careles, no es fácil estrobaralo al tolete. Navegan, en calma chicha con esta elemental tracción, rumbo a la Punta de Santos. No hay noticia de zozobra.