Visita de Virginia Tola a Castropol
La soprano argentina, Virginia Tola (la de mayor estatura) descendiente de castropolenses, ha visitado ayer Castropol, acompañada de sus padres y de su marido en barítono italiano Luca Salsi (a la derecha en la foto).
Poco mas podemos decir de ella, solamente que su bisabuela, era natural de Las Veigas de Castañeirúa en la parroquia de Piñera, que emigró, -posiblemente con sus padres y hermanos- a Argentina en 1915, donde se casó en 1916, con un sardo -Silvio Tola- que conoció durante el viaje.
Solamente hemos podido localizar familiares suyos, en Reiriz actualmente del municipio de Tapia.
1 comentario
l. legaspi -
Agradezco la noticia de que una persona oriunda de esta nuestra tierra sienta la tensión telúrica. Agradezco la noticia de que una persona oriunda de esta nuestra tierra sienta la gravedad telúrica. Nace`l corvo na pena y tira pra ela.
Echo a faltar alguna precisión o explicación más de la foto. A lo mejor los castropolenses del diáspora, veranentes y otras gentes varias no muy pendientes de los medios de comunicación más clásicos, también lo agradecen.
¿Los ancestros de Virginia de qué parroquia eran? ¿Se sabe la época de su emigración? ¿El apellido Tola es originario de sus antepasados castropoleños? ¿Quedan aún por aquí parientes? Además del viaje, en crudo invierno y apretado entre sus actuaciones profesionales ¿Hay algún gesto o dato hablado que refleje su morriña, interés por el paisaje y paisaje ? Algún contertulio puede aportar detalles. Los cuadros de museo se hacen con pequeñas y variopintas pinceladas,
Finalmente, a propósito de este caso, expongo una ocurrencia que me persigue como una mosca cojonera ¿No sería bueno buscar, convocar, difundir, realizar un elenco de castropolinos o castropoleiros emigrantes, interiores o exteriores?
Hay casos emblemáticos en toda la geografía del espacio y del tiempo.
Podría ser objetivo y actividad complementaria de algún curioso investigador, asociación o grupo. Cito a guisa de ejemplo (un guiso muy poco elaborado e, incluso, en buena parte, chamuscado) la Fundación Ría del Eo y otras muchas asociaciones astur-galaicas de grupos culturales o de profesión etcétera. Pero, claro, primero tendrían que conocerse entre sí, intercambiar y coordinar ideas, proyectos y acciones. La unión hace la fuerza y, casi siempre la eficacia es mayor. También, la supervivencia. Muchas oenegés son flor de semana menos cuarto.
No se trata de hacer tribu, ni, siquiera, cofradía. El recuerdo compartido, el ejemplo estimulante y la amistad cercana también nos sirven individual y como pueblo.
En esta bitácora que gobierna Ovidio, activista poliédrico hay bastantes ejemplos, pero quedan otros muchos casos del salón en el ángulo oscuro de el arpa en las cuerdas dormidos. Se necesitan manos amigas.