¿Tendrá? La historia se repite. Castropol, en los años veintitantos del pretérito siglo, ya tenía un observatorio meteorológico de conexión nacional. Jorge Rón, castropoleño y gran experto hombre del tiempo aún no habia nacido y su padre, Lucianín de Ramona, como todos Os nenos d`a Escuela ya sabía, sabíamos, lo que era un pluviómetro, un barómetro, un termómetro, y sabíamos navegar entre nubes estratiformes, cumuliformes o nimbostratus, tan frecuentes en Santiniebla.
Don Arturo, Maestro con mayúscula, de escuela unitaria y liberal, esperantista nos abría horizontes estratosféricos y, también, de ras de tierra. En el pequeño huerto escolar había un recipiente de lluvia de el que niños con una probeta y medíamos la cantidad de lluvia, dato que don Arturo comunicaba regularmente al centro nacional de meteorología. ¡Cuántas probetas hemos cascado, con ligeras broncas del educador, ejemplar y polifacético! Según sistemas acreditados de evaluación, la logse escoñó, en buena parte, tales estilos y métodos.
Como curiosidad señalo que muchos años, después de su retiro y fallecimiento en Taramundi, su hija, Margarita, nonagenaria, desde Taramundi en el siglo XXI seguía enviando los datos de la zona. Qué padre e hija en Cielo despejado estén.
Termino insuflando optimismo. El regidor de Castropol que piensa que la meteorologia puede ser útil para acreditar daños de los temporales Hombre, también sirve para aprovechar el buen tiempo. Buena falta hace en nuestro devenir político. ¡A ver, si de una vez acertamos! Entretanto a mal tiempo pecho.
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l.legaspi -
¿Tendrá? La historia se repite. Castropol, en los años veintitantos del pretérito siglo, ya tenía un observatorio meteorológico de conexión nacional. Jorge Rón, castropoleño y gran experto hombre del tiempo aún no habia nacido y su padre, Lucianín de Ramona, como todos Os nenos d`a Escuela ya sabía, sabíamos, lo que era un pluviómetro, un barómetro, un termómetro, y sabíamos navegar entre nubes estratiformes, cumuliformes o nimbostratus, tan frecuentes en Santiniebla.
Don Arturo, Maestro con mayúscula, de escuela unitaria y liberal, esperantista nos abría horizontes estratosféricos y, también, de ras de tierra. En el pequeño huerto escolar había un recipiente de lluvia de el que niños con una probeta y medíamos la cantidad de lluvia, dato que don Arturo comunicaba regularmente al centro nacional de meteorología. ¡Cuántas probetas hemos cascado, con ligeras broncas del educador, ejemplar y polifacético! Según sistemas acreditados de evaluación, la logse escoñó, en buena parte, tales estilos y métodos.
Como curiosidad señalo que muchos años, después de su retiro y fallecimiento en Taramundi, su hija, Margarita, nonagenaria, desde Taramundi en el siglo XXI seguía enviando los datos de la zona. Qué padre e hija en Cielo despejado estén.
Termino insuflando optimismo. El regidor de Castropol que piensa que la meteorologia puede ser útil para acreditar daños de los temporales Hombre, también sirve para aprovechar el buen tiempo. Buena falta hace en nuestro devenir político. ¡A ver, si de una vez acertamos! Entretanto a mal tiempo pecho.