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Castropol, Pueblo Ejemplar de Asturias

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Costas traslada al Principado la responsabilidad por el derrumbe de La Mirandilla.

7 comentarios

Javier García-Conde -

Leo con preocupación los últimos sucesos de drrumbes en la zona de la Mirandilla.Esta circunstancia, unida a otros derrumbes en la misma zona, detrás del Risón, en la carretera de bajada al puerto y en las cercanías de La Santina, me llevan a la conclusión de que, si no se pone cuidado, Castropol se cae.
Pero aunque estos derrumbes sea lo más aparatoso y lo más aparente para cualquier forastero que se pasee por sus calles, no es el único sitio donde es necesario poner ese especial cuidado.
Como botón de muestra me referiré al solar situado en el mismo centro de la villa, entre el parque, el Casino y las calles del Campo, de Penzol y del Marqués de Sanra Cruz. Este solar tiene una pendiente suave hacia la calle de Penzol y el aparcamiento del ambulatorio y otra pendiente fuerte hacia la calle del Marqués de Santa Cruz. Hace unos cuantos años que en su interior se exhiben carteles para la edificación de viviendas a cargo de constructoras presuntamente fantasmas.
Pues bies, posiblemente para facilitar el trabajo de esas constructoras o para habilitar un aparcamiento en la parte alta del solar, algún organismo decidió meter sus máquinas en el solar, arrancar árboles y maleza y dejarlo cual "tabla rasa" dejando, eso sí, unas hondonadas a lo largo de la parte trasera de las viviendas de la calle Marqués de Santa Cruz, hondonadas que se convierten en lagunas en cuanto llueve un poco fuerte, provocando la inundación de la planta baja de dichas viviendas.
Y yo me pregunto ¿quién ha sido el organismo que ha hecho esto? , ¿será el Principado? , ¿será algún Ministerio? , ¿será el Ayuntamiento ? .¿serán los cielos de Castropol que no paran de gritar "agua va" ?.
Y por otro lado ¿quién deberá arreglar el desaguisado? , ¿será el Principado ? , ¿será algún Ministerio? , ¿será el Ayuntamiento ? , ¿ sérá algún otro organismo?.
Y en caso de que alguien se decida a arreglar el entuerto ¿lo hará ahora o dentro de diez años?. Porque el tiempo pasa y las reclamaciones duermen el sueño de los justos. Aclárenme, por favor, estas terribles dudas que tengo. Muchas gracias.

luis de santisueña. -

¿NADAR O GUARDAR LA ROPA?
Menos mal que en las contaminadas aguas de la Ría,que "merecemos", aunque sea a la cacea, todavía pica alguna robaliza. Todo para la sartén de los señoritos que se dedican a la política. Hay mareas vivas, muertas y dela mar menor, pero navegar, aunque sea a barlovento, es mejor que "mirar el paisaje desde detrás los visillos" que dicen que hacemos los castropolinos.

ROBALIZA -

En este nuestro país, si, el de gurtel, Barcenas, eres de Andalucia, Monederos etc y en esta ASTURIAS de villa, caso Marea, alcaldes de pueblo que cobran como Ministros etc ¿ Que esperamos los ciudadanos de a pie de estos nuevos señoritos de la política?, tenemos lo que nos merecemos.

Luis L. Cotarelo -

Buenos días:
Con ocasión de aquel, ya penúltimo y muy importante desmoronamiento, me parece recordar que se proyectó arreglar con una solución basada en dos actuaciones conjuntas: (i) imitando a la más elemental técnica de "bricolaje", introducir en el talud "un taco y un tornillo", para sujetarlo; y (ii) construir contrafuertes en forma de escalones hasta alcanzar el nivel de las calles y casas, incluso recuperando la parte de La Mirandilla que desapareció.
De ese proyecto pasrece ser que sólo se ejecutó lo del "taco y tornillo" y el primer escalón de los contrafuertes. Como siempre, por falta de presupuesto, ya que los poderes públicos siempre tienen otras prioridades que atender, seguro que menos necesarias, pero, también seguro, más mediáticas.
Y así, estamos como estamos, incluyendo a la oposición al gobierno municipal "a uvas".
Y cuenta bien Luis Legaspi el origen de los fondos para hacer lo que se hizo, dejándo claro que el que se escaqueó de sus obligaciones fue el Principado, quizás muy preocupado en acondicionar un despacho de trepecientos metros cuadrados, en La Laborar, para el Sr. Areces; o de construir un nuevo escenario -el mayor de España- en el teatro de la ídem, para dar sesiones de ópera (¿cómo se las arreglarán en "El Campoamor" para darlas?
Agradecer a Antonio Murias sus aportaciones, siempre precisas y documentadas.
Y, como preparación para la cuaresma, feliz carnaval, en el que quizás los disfraces de mayor éxito sean el de miembro de corporación local, de monedero, de rejón o, incluso, de embalse de bárcena de pié de concha o de nicolasín, sin menospreciar la melena acoletada o de argania spinosa, de la que se obtiene un familiar aceite lubricante.

Antonio Murias Vila -

Don Luis Legaspi, como los mejores maestros, no sólo enseña, sino que también inspira. Y pone muy bien el dedo en la llaga cuando alerta sobre un problema que afecta a Castropol en su propia esencia: el Peñon de la Costa Verde se está despeñando poco a poco; Castropol puede convertirse en “Castroplof” si no se refuerza ortopédicamente su osamenta geológica.
Y no será por no estar advertidos: históricamente se han prodigado los ejemplos y los castropolenses de la villa (también están los de otros puntos del concejo que pesan más a la hora de las votaciones) no pueden quejarse de no haber sido avisados. Téngase en cuenta que, en materia de catastrofes naturales, la reiteración en el aviso es más que un lujo. Pues bien, aquí, lo que es aquí, ya se han dado todos los avisos posibles. Si los poderes públicos permanecen impertérritos ante la situación de la Mirandilla y aledaños, sin hacer nada, hay algo más que grave falta de diligencia.
Recuerdo una viñeta de Jaume Perich en la que mostraba un tipo al lado de una curva peligrosa en una carretera de montaña y decía: “¡Qué ganas tengo de que venga alguien y se mate para que arreglen de una vez esta curva!” ... pues parece que seguimos así.
Recuerdo dos comentarios de Don Inocencio Parente sobre el derrumbe (ahora ya penúltimo): uno, que Dios escribía derecho sobre renglones torcidos, y dos, que a quien Dios se la dé, San Pedro se la bendiga. Un San Pedro obsesivamente venerado por el Papa Sixto V, citado más arriba, que quitó la estatua de Trajano para colocar el obelisco que había estado, como “testigo mudo”, mas de quince siglos antes, en el decorado de la ejecución de San Pedro. Este Papa, de origen croata, era franciscano, bendijo a la Armada Invencible, canonizó a San Hermenegildo ... e ignoramos lo que habría dicho del incendio de Castropol, que acaeció durante su papado. Pero sí sabemos que quien gritó “aiga ae corde!”, así, en genovés, no fue un inculto marinero (la verdad es que no concibo que pueda haber marineros incultos, y menos que no entiendan de física), sino un capitán, genovés, de Bordighera, apellidado Bresca, a quien no sólo no se le castigó, sino que se le recompensó generosamente. Y en Castropol necesitaríamos a un tipo así, que diga lo que hay que hacer para que el pueblín de cuentu non s’esgaye.
En precedente y también acertado comentario, Nano termina por aconsejar que podemos. Los romanos se tomaban la tarea de la poda con mucho interés, porque la diosa de la poda, una diosa menor y agraria, era ni más ni menos que Puta, y en su honor se montaban cada año unas juergas de aquí te espero. Nosotros, también romanos, pero católicos y apostólicos al cabo, deberíamos prescindir de tales alicientes y, siguiendo a Mateo el evangelista (7-21) edificar sobre roca y dejarnos de podas.

l.egaspi ( -

ARGAYO EN CASTROPOL

“HABLA, PUEBLO, HABLA”

Septiembre 1999_______________Luis Legaspi



La noticia es inquietante, aunque por tener siempre la espada de Damocles encima uno se habitúa fácil. Además es fácil inhibirse por aquello de “Zapatero, a tus zapatos”. En latín se dice “sutor, ne supra crepidan”
Con poco latín, nada de geología y menos de arquitectura y urbanismo etcétera, me atrevo a hablar, amparado por condicionamientos variados que los psicólogos admiten, para justificar el desahogo e, incluso, la incontinencia verbal. Las palabras dentro se pudren. Son opiniones, si se quiere endebles, pero sinceras que, además, pretenden ser respetuosas.
Recuerdo la anécdota histórica del levantamiento del obelisco en la Plaza de San Pedro. Los técnicos habían preparado el aparejo hasta los mínimos detalles: poleas, cabrestantes, chigres, guardainfantes, maromas, y polipastos, todo en su sitio. Cada uno en su puesto y oficio. Máxima atención. Silencio absoluto, hasta el punto que el Santo Padre Sixto V, más bien en función de Imperator que de padre y santo, dictó pena de muerte al que levantase distorsionante voz. La maniobra parecía segura, la columna iba alcanzando su verticalidad… pero de pronto las cuerdas perdían fibra y crujían amenazantes. Un inculto marinero que no sabia nada de ciencias físicas gritó: “¡Acqua alla corda!”. El había experimentado entre relingas y amarres que las estachas húmedas eran más flexibles y resistentes. Fue indultado el vociferante marino.

Alegra saber que el Alcalde, ante la permanente amenaza de derrumbe que amenaza a Castropol promete una “reunión a tres bandas” para atender a los vecinos que “denuncian la absoluta desidia y desinterés de las autoridades públicas con este problema”.

Nuestro promontorio castreño es blando y vulnerable. Un voraz incendio quemó la villa por entero el 28 de octubre de 1587. Siglo y medio más tarde, en 1836, un espectacular argayo arrastró a la ribera todas las casas del lado derecho de la calle de la Mirandilla. Aún hoy en la desembocadura de la calle de la Marina, antiguamente denominada calle del Medio, al otro lado del murete que protege del ribazo, queda un pequeño vestigio del pavimento empedrado.

El siguiente derrumbe muy importante fue el de 27 de septiembre de 1999 a las 6, 30 horas. “Seis horas antes el párroco, Inocencio Parente Villamil, vio enfrente de su casa una grieta que antes no estaba. pero no le pareció suficiente síntoma de alarma”. Durmió placenteramente hasta que al amanecer “oyó por tres veces como un viento fuerte” y poco después la llamada de la Guardia Civil que le levantaba de la cama. A poco más de un metro de la puerta de su casa un ribazo con ciento y cientos -¿1.000?- de metros cúbicos de barro, piedras y vegetación que rebasando la carretera llegaron al mar.

El pueblo entero se consternó. El ayuntamiento con su presidente, Juan Calvo-Sotelo, desde la primera hora se movilizó con acierto. Comprobar inmediatamente el alcance humano y material del desastre, detener el derrumbe, recuperar la calle hundida y buscar la financiación para el caso puntual y estudiar con detalle la geología de la zona, para una solución definitiva, constituyeron el esquema inmediato de acción. La administración municipal, la autonómica, la de Costas y del Gobierno de la Nación debían acordarse entre si.

Por suerte, al Alcalde le fue fácil encontrar criterios expertos, comenzando en su propia familia. Así se hizo y creo que no se ajusta a la realidad y es políticamente incorrecto lo que la Agrupación Socialista de Castropol escribía en su boletín de agosto de 2003: “Después de mucha desidia por parte del anterior equipo de gobierno, nos encontramos que los vecinos no estaban en nada de acuerdo con sus planteamientos…Un problema que ha sabido encauzar el talante negociador y dialogante de nuestros representantes”

Nótese que es la misma denuncia, casi las mismas palabras, que ahora hacen los vecinos a la actual corporación. ¿Será verdad eso del síndrome del poder?

Es verdad que se han gastado muchos millones, bien gastados, en distintas obras y localidades del municipio. Pero hay otras, menos urgentes, acaso, superfluas, y bastantes muy mal ejecutadas. Conozco, claro, mejor las realizadas en la capital del municipio: sendas turísticas, muy escasamente transitadas, farolas de quita y pon, pavimentos que parecen colocados por adoquines (segunda acepción), campos temáticos sin tema, aguas fecales nutrientes para los bivalvos del estuario de la Ría y que, para mayor aprovechamiento, perfuman la biosfera, placas orientadoras de calles y monumentos mal colocadas y peor redactadas, puertos deportivos soñados sin chalana ni dorna atracada, palabras incumplidas y promesas que lleva el viento etcétera.

Para el proyecto de estabilización estimado en 1.470 876 euros en el BOAP de diciembre de 2002, gobernando en el Principado Alvarez Areces, pocos meses antes de llegar a la Alcaldía don Angel Pérez, se comprometen las siguientes partidas: Consejería de Infraestructuras 300.506 euros; la Dirección General de Cooperación 240.405 euros; el Ayuntamiento de Castropol 925.558 euros de los cuales 901.518 proceden del Ministerio del Ministerio del Interior del gobierno de Aznar. Esta cantidad del Gobierno de la Nación, que supondría el 50 % del total previsto, estaba condicionada a que el Principado y el Municipio participasen con la otra mitad. La escasa participación del gobierno autonómico dejaba al Municipio totalmente desarmado para asumir su cupo. Creo que este “décalage” dejó el proyecto varado. Ignoro los esfuerzos por reflotarlo. El problema sigue.

El primer diagnóstico sobre la causa de este último desastre, avalado por síntomas claros y nunca desmentido por experto, fue que la gota que desbordó el desastre era algo más que una gota: era una gran bolsa de agua producida en la red de saneamiento con toda seguridad mal ejecutada y recibida sin garantías adecuadas. Es muy probable que no sea la única en la actual red, aunque por su ubicación no presente peligro tan inmediato.

Todas las actuaciones en la zona alta del promontorio son extremadamente delicadas. No estamos sobre roca firme. Cuando se colocó el último pararrayos en la iglesia, la calicata entró como una aguja en queso mantecoso. En decenas de metros no se encontró resistencia alguna. Síntoma evidente de la condición del subsuelo son los socavones entre la iglesia y el ayuntamiento disimulados por recientes placas de cemento armado.

Desde mi ignorancia infusa, que me hace doblemente atrevido, opino que la pavimentación con cemento y asfalto, si la recogida de lluvia no está muy bien diseñada y segura, puede ir a aljibes subterráneos y ser un peligro serio. Pienso en la plaza Menéndez Pelayo a donde convergen aguas de Mirandilla, Penzol Lavandera, Cruzadero. Antes con el empedrado sobre tierra el agua que caía humedecía, regaba la hierba y en su mayor parte se evaporaba. Ahora encauzada por cunetas de escaso desnivel o capacidad tiende a empozarse. Esto ha sucedido y puede repetirse. Los antiguos “pozos negros” eran más fácilmente controlables.

Otro tema es el de las hontanares o corrientes subterráneas. No se conocen pozos en lo alto de la villa. A Fonte d`a Vila cuya estructura debería restaurarse, posiblemente con manida en Quinta del Agua, Quintalonga, está al nivel del mar. Al mismo nivel hay otro alumbramiento debajo de lo que era el Carreiro de Guerra con un aljibe cubierto por una cúpula de piedra que merece la pena conservar.(cfr mi comentario a la foto 08/04/06 Fotos Antiguas) de este mismo blog)

Al término del arrumbado Carreiro da Ribadía hay otro acuífero, con chorro permanente, cuyas características se deberían dictaminar.

A lo largo del pedrero, desde la Fuente a la Punta, al bajamar se observa la salida de agua por debajo del muro de la carretera. Es, sin duda, en casi su totalidad, agua de la marea infiltrada, pero que también contribuye a socavar el monte. Para contener aludes, posiblemente, tanto o más eficaz que el muro hecho últimamente paralelo a parte superior de la carretera, hubiere sido uno, con cimentación en profundidad adecuada, similar al contrafuerte que hay en la ribera desde el Muelle a la vuelta de la Punta. Hay que recordar que la carretera de La Punta, que en si misma sirve de contención, muestra ahora grietas y alguna depresión longitudinal hacia la parte del mar, precisamente en la zona que ahora se presenta como más conflictiva. ¡Ojo al dato!

Son varios los detalles a estudiar para una actuación seria en la consolidación de lo que con poco rigor nos empeñamos en llamar el “Peñón de Castropol.”

El haber olvidado la urgencia de este proyecto o preterirlo ante otras obras más vistosas, pero menos importantes, no es de recibo. No tienen la palabra los políticos. El pueblo es el dueño de la palabra. Recordemos el cantar: “Habla, pueblo, habla, habla, pueblo, sí / no dejes que nadie decida por ti”

NANO -

“” El último derrumbe registrado en la zona de La Mirandilla de Castropol está fuera de los seis metros de servidumbre de Costas y, por tanto, es competencia del Principado. Es la respuesta que la Dirección General de Costas ha dado a la petición de ayuda formulada por el Ayuntamiento de Castropol. El alcalde, José Ángel Pérez, asegura que se pondrán en contacto con la Consejería de Fomento con el objetivo de evaluar la situación y conocer si hay riesgo de nuevos derrumbes en la zona acantilada de la villa”””
Analizado todo esto , veo, u observo que es cuento de toda la vida , con tal de seguir viviendo de erario público, luego también vendrán los ecoloxistas, los de los “paxaros, los de “SPM”, pero nosotros el PUEBLO pagamos impuestos para toda esta amalgama de mangantes del bien vivir con prebendas , y bien retribuidos, de Políticos, sindicalistas y vividores de pasarse la pelota unos a los otros, los que no son con capaces resolver nuestro problemas. “TIRA QUE LIBRAS…””
Hace años se decía en Castropol que la culpa la tenía la Diputación de Lugo ¿Ahora de Quién? , por favor reúnase en una mesa y analicen los casos, no vaya unos por un lado, y los otros por el otro.
¡ Qué país, venga que PODEMOS¡¡