OPINAR NO ES PECADO
Nota previa: Ya casi en la playa de la otra orilla, hacía la que he remado con ilusión y esperanza, al ver la hermosa foto del puente que, al parecer, une a ribereños que nunca estuvimos separados, sino casados unos con otras y otras con unos e, incluso a “solterones” y quién sabe, si algún anfibio o epiceno, me animo a “colgar” aquí unas notas de opinión que me habían pedido sobre “ocurrencias” de obras, excesivas y escasamente rentables, en nuestra Ría del Eo. Subrayo lo de analfabeto sobre industrias papeleras y aluminosas, pero algo he oído a expertos económicos “de buena tinta”.
OPINAR NO ES PECADO.
El mal llamado "Puente de Ribadeo" es un disparate ecológico, económico, político, estratégico, e, incluso, urbanístico-paisajístico. Subrayo lo económico y político. Lo de acercar a las dos entrañables, hermosas y ricas regiones astur-galaicas es un falaz argumento de especuladores de un desarrollo cortoplacistas que quisieron, quieren, llenar la bolsa por el sistema "aquí te pillo aquí te mato".
Por razones económicas una empresa capitalista redactó un proyecto de peaje sobre la estrecha abra de la Ría del Eo. Los expertos economistas pronto vieron que no era rentable y abandonaron el negocio. Otros políticos, sin dejar de ser economistas, aprovecharon la "res derrelicta, nullíus" y venga cemento y plataformas.
Así se contribuyó al actual desastre. El puente de acercamiento de las riberas eoarias fue estudiado durante generaciones. Se han estudiado, desechado y realizado proyectos, ninguno tan nefasto, en los diversos aspectos y consecuencias, como el Puente de los Santos. San Miguel y San Román están bien conjuntos y acompasados en otra humana dimensión, distinta de la geografía.
Yo, como analfabeto y frecuente usuario de las intercomunicaciones astur-galaicas, opino -opinar no es pecado- que el Camino Primitivo de Santiago en sus varias versiones es el más barato y cómodo en el noroeste de España. Oviedo, Orense, Pontevedra, Lugo y La Coruña, estarían más cerca por las rutas: Vegadeo-Meira-Lugo, Narcea-Tineo, e, incluso, por las zonas de Leitariegos, Babia, Sil… Lo que pasa es que cada uno queremos aparcar a la puerta de casa o negocio y, por eso presionamos, como mínimo, a alcaldes o ministros. La pólvora es del rey. Tú y yo seguimos “paganos”.
Luis de Olina.
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