En los mentideros de la Roma clásica, tanto la falta de sorpresa ante los nuevos sucedidos como la ausencia de noticias destacables se sellaban con una sentencia única: "Nihil nove sub sole". En Castropol, a pesar del constante afecto por las costumbres y dichos de la Ciudad Eterna (Castropol también debería ser eterno), no se acuñó tal expresión, en parte por la falta de sol, y en parte porque aquí sólo sorprende lo que nos dá la gana y tanto lo nuevo como lo antiguo. A mí me ha sorprendido gratamente la incorporación de un nuevo grupo de gaitas con un nombre anfibológico que hace a la vez honores a la experiencia y a la Vetusta de Clarín, ciudad en la que ví la luz y que espero siga siendo por mucho tiempo capital de este Principado. Ahora bien: ¿Qué es este nuevo grupo? ¿Lo contrario de lo que el Enxambre es a la Reina del Truébano? En cualquier caso, la denominación, el nombre, el signo bajo el que se presenta ya merece sin duda la simpatía de todos y le deseo un futuro lleno de éxitos.
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Antonio Murias Vila -