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Castropol, Pueblo Ejemplar de Asturias

El cementerio de Castropol: un poco de historia

El cementerio de Castropol: un poco de historia

Hasta principios del siglo XIX, era muy común y habitual, el hecho de realizar los entierros en las distintas iglesias de las parroquias, diseminadas por todo el territorio nacional. Los cementerios apenas existían.

 Las autoridades, conscientes de los riesgos y perjuicios existentes para la salud pública, que se derivaban de esta antigua costumbre, comenzaron a adoptar medidas para prohibir los sepelios en las iglesias, planteando como alternativa, la construcción de cementerios ubicados a cierta distancia de los núcleos habitados. Esta orden de los gobernantes y autoridades de la época, se encontró al principio con una fuerte oposición por parte de los respectivos vecindarios, que seguían empeñados en dar tierra a sus familiares en el interior de los templos.

 Por ello, en relación con lo anterior y en el año 1837, desde el Ayuntamiento de Castropol, se le indica al párroco, que por salubridad, debe retirar los huesos y tierra que hay en la iglesia, abriendo también la puerta una hora antes de que entren los fieles, para que se ventile. El incensario debia de trabajar a destajo. Y de paso, además, se le comunica que debe de  cerrar la puerta del campanario, que amenaza ruina.

 Aunque no guarde relación con el cementerio, recojo también dentro de este mismo año y como hecho relevante, que el Ayuntamiento de Vega de Ribadeo (Vegadeo), se dirije al nuestro para que se nombre una comisión, con el fin de proceder a la separación de las contribuciones entre ambos concejos, ya que como es sabido, en el año 1834 se había segregado de Castropol.

 También en este año, siendo alcalde Fernando Villamil y Villamil, se recibe un oficio del Gobernador Político de la Provincia, ordenando al Ayuntamiento que construya el cementerio de esta villa a la mayor brevedad.

 Como solo se disponía de 861 reales  y 9 maravedíes para llevar a cabo la obra, se acordó sacar a empeño o venta, todas las fincas pertenecientes a cofradías y santuarios, hasta conseguir el presupuesto necesario. Se faculta también al alcalde,  para que se encargue de esta obra.

 Ante la falta de noticias, unos años más tarde (1841) y en relación con  este asunto, el Gobernador pide al diputado provincial Manuel G. de Vior (1), que le informe sobre la situación del cementerio: si se había concluido o no y por qué se enterraban los cadáveres en la iglesia.

   (1) En otra ocasión, ya me había referido de pasada a este destacado personaje castropolense: miembro destacado del Partido Progresista Asturiano, diputado provincial en 1841, a cortes en 1843, otra vez de provincia en el bienio de 1854 a 1856, en cuyo período también fue Secretario y luego Gobernador Civil de la Provincia. Probablemente, la calle Vior, aquí en Castropol, tenga bastante que ver con su apellido. Como curiosidad y ya que hablamos del cementerio,  todavía se conserva la lápida en el nicho donde fue enterrado.

Nota del Blog: Foto en el siguiente post.

   Seguimos en el año 1841. En un nuevo intento de impulsar la obra del camposanto, se designa al alcalde, que continúa siendo Fernando Villamil y Villamil, para que de acuerdo con el párroco, procedan sin más demora a la construcción del cementerio.

 Parece que la cosa no avanza, porque al año siguiente hay un nuevo acuerdo plenario, siendo alcalde Alejandro Acevedo, tratando de impulsar el inicio de las obras.

  1843. Nuevo acuerdo en el seno de la corporación, esta vez para concretar al menos la ubicación : Sacar a remate (subasta) la finca de Granda Labrada, que está destinada para construir el cementerio.  Este terreno estaba situado muy cerca de la Granda (2) de Mil Pasos (curiosa denominación).

   (2)  Una granda o gándara, venía a ser un terreno sin cultivar y lleno de maleza.

 Y ya que estamos hablando de algo relacionado con la iglesia, también es conveniente saber, que  los Ayuntamientos de la época, debían de aprobar  un presupuesto para culto y clero que presentaban todos los párrocos y que se repartía por parroquias entre todos los vecinos (según posibilidades),  destinado a cubrir los gastos de cada iglesia parroquial (sueldos, conservación, etc.). El presupuesto para este año  de 1843, ascendía a 17.719 reales: a los párrocos les correspondían 3.300 reales y a los ecónomos 2.200.  Los párrocos, también fijaban los derechos de estola y pie de altar (pagos que los ciudadanos realizaban al cura por bautizos, bodas, entierros, etc),

 Año 1844,  de nuevo el Gobernador, pide explicaciones para saber si es cierto que la parroquia de Castropol seguía sin cementerio y que se continuaba utilizando como tal la propia iglesia.

 Para salir del paso, la corporación propone los medios para llevarlo a cabo y se nombra una comisión al efecto. Al mes siguiente, no conforme con las explicaciones que le llegan desde Castropol, el Gobernador hace saber al alcalde, que se debe proceder ya a la construcción del cementerio, realizando el reconocimiento del sitio previsto, fijando dimensiones y paredes, así como propuesta de fondos para cubrir el presupuesto. En este momento, el alcalde era Carlos Magdalena, quien comunica a Oviedo, que la parroquia solo dispone de 1.100 reales, procedentes de la Cofradía de Animas y que el único arbitrio aplicable sería sobre los aguardientes, debido a que los demás ya están recargados.

 Al cabo de otro mes, desde el Gobierno Civil, se envía otra advertencia: el Ayuntamiento debe proponer un reparto entre todos los vecinos para costear la obra. Este ultimatum parece que por fin surte efecto, ya que el Ayuntamiento le solicita autorización para sacar la obra a remate sobre un presupuesto de 4.000 reales, de los que habría que deducir los 1.100 que tiene en su poder el párroco, con el fin de conocer el importe a repartir. Se fija también un arbitrio de 8 reales sobre el aguardiente de más de 20º. Con lo cual cada vecino, tendría que abonar unos 20 reales. Y, en el pleno celebrado el día 20 de Octubre,  parece que al final se despeja el camino: se acuerda sacar a remate las obras del cementerio de nuestra villa.

 Pero...Parece que a nuestros parroquianos y antepasados debió de sentarles mal el aumento de precio del aguardiente y de nuevo vuelve a atascarse la construcción del camposanto local. Y ya van ocho años de requerimientos y trámites.

 Digo esto, porque el 1 de Enero de 1.845, se recibe otra comunicación del Jefe Político de la Provincia, para que se resuelvan de una vez los obstáculos existentes, relacionados con la construcción del cementerio y la falta de medios para costear las obras. El ayuntamiento,  tratando de buscar una salida menos gravosa para los vecinos, en su mayor parte, marineros, artesanos y curiales (empleados y subalternos de los tribunales), acuerda convocar a los quince vecinos considerados como los mayores contribuyentes de la parroquia, que por otra parte, no acuden a las citaciones afectuadas. El Ayuntamiento, ante esta falta de colaboración, le comunica al Gobernador que en la  parroquia solo residen dieciséis labradores con carro y ganado, a los cuales resultaría muy gravoso imponerles el transporte de piedra y demás materiales desde larga distancia. Ante esta situación, la corporación no encuentra salida, medio o arbitrio, para reunir los fondos necesarios, teniendo en cuenta también que los vecinos más pudientes, no están dispuestos a colaborar. Por todo lo anterior y siendo consecuentes, una vez más se deja en manos del Jefe Político la posible solución.

 Entre unas cosas y otras, estamos en otro año: 1846. El Jefe Político (Gobernador), solicita al Ayuntamiento, que remita a la mayor urgencia, el presupuesto del importe total del coste del cementerio de esta villa, acompañando nota separada de las existencias, que obren en poder del párroco. También que se forme expediente, para la subasta de los terrenos comunes de la parroquia de esta villa.  Parece que esto agiliza de nuevo los trámites, ya que el rematante (contratista)  del cementerio, se halla dispuesto para hacer la obra, si se le entrega la cuarta parte del precio de remate, para comenzar cuanto antes.

 Finalizando este año, la corporación municipal acuerda proceder al reparto del déficit, que resulte de la construcción del cementerio, previa liquidación del producto de las fincas vendidas y demás ingresos.

 Como curiosidad y relacionado también con el motivo del titular, para aquellos/as que lo desconozcan, incluyo las parroquias del Ayuntamiento de Castropol en el año 1849:

    Castropol, San Juan, Seares, Presno Ribera, Presno Montaña (Balmonte), Piñera, Tol, Barres (inc. Figueras), Serantes de Abajo, Serantes de Arriba, San Esteban de Tapia, San Martín de Tapia, Salave y Campos.

 No me fue posible conocer finalmente el año en que se terminó la obra, ya que en las actas de plenos, solo aparece una última anotación en el año 1857, donde los rematantes del cementerio, reclaman un resto que se les debía. Tampoco pude conseguir información alguna a través de la iglesia, ya que según me afirmaron,  buena parte de la documentación se quemó durante la guerra civil. Podemos pensar, que pudo ser entre los años 1850-1855.  En el cementerio, creo que no existen fechas anteriores a 1870.

 Y ya para termimar, podéis ver el empeño del Gobernador para hacer cumplir las órdenes relativas a los cementerios y los entierros en las iglesias, en la siguiente resolución:

             En el año 1835, el Gob. Civil enterado de que en dos parroquias de Tineo, a pesar de estar concluidos los cementerios, se siguen realizando entierros en las iglesias, impone las siguientes sanciones:

       1) Los párrocos, pasarán a sufrir el correspondiente castigo correccional en el convento de S. Francisco de Avilés.

       2) El juez, individuos y secretario del Ayuntamiento, pagarán mancomunadamente la multa de 100 ducados.

       3) Los sacristanes y sepultureros de las dos parroquias, quedan para siempre privados de sus funciones como tales y serán conducidos a su costa al Castillo y Fortaleza de esta Ciudad, en donde sufrirán un mes  de  prisión.   BOPA 14.1.1835.

 Estos últimos pobres desgraciados, que culpa tenían!!! Solo por llevar unos reales a su casa, para dar de comer a su familia: inhabilitados de por vida y encima pagando el viaje a Oviedo para entrar en  la  cárcel !!!

 

            Pepe Llende             Junio 2019

12 comentarios

Pepe Llende -

Por los datos que yo fui recogiendo de las actas del concejo, opino que había dos "Grandas de Mil Pasos": una en Castropol y otra efectivamente entre el Bodego y Berbesa, por ello esta ultima zona se sigue conociendo entre el vecindario como la "Granda".

Ovidio Vila Pernas -

Según me informa Juan Manuel López Acebo, ex empleado municipal y creo que buen conocedor del municipio, al menos sobre el papel, la Granda de Mil Pasos, era entre El Bodego y Las Campas

Lino -

En la entrada "Concurso de natación en La Fuente" 26 de julio de 1931; el 24 nov. 2013 l legaspi dijo:
- Por tierra, desde la Granda de Mil Pasos, [el Carrañolo] lo traía [el caolín] a la “Praia da Fonte”.

No parece pues que estuviera inmediata al pueblo.
Y allí había caolín. ¿?

Pepe Llende -

Por algunos datos que figuran en las actas municipales, creo que puede tratarse de la finca situada entre el colegio, la carretera que va al muelle,la calle Vicente Loriente y la de Carlos Conde. En uno de los acuerdos, se habla de "nivelar" la citada Granda. Si nos fijamos en esta ultima calle, esa finca termina en una pared.

Lino -

¿Alguien sabe dónde estaba exactamente la "Granda de Mil Pasos?

Ten -

Podemos perdonar pero no olvidar .

Nano Nano -

Gracias Ten, yo si creo que hubo fosa común ,digan ,los que pusieron el Monolito seguro que están documentados ,ya que en Asturias se pusieron unas cuántas recordando a estos mártires de la democracia¿ A los del concejo de Castropol los llevaban al fusilamiento a Lugo por los camaradas de los fascistas Franco u Mussulomi?

ten -

Los fusilamientos se efectuaban en la tapia de entrada ,al amanecer ,se iluminaba la escena con los faros del famoso cangrejo . se cubria el suelo con gancilla procedente del cercado , al parecer para que los fusilados no quedaran muy manchados de sangre .
En la parte baja del cementerio a la izquierda habia un pequeño recinto ,el cementerio civil ,es de suponer que alli depositaban los cuerpos hasta que los recogian los familiares . Todo esto me lo relato de aquella un joven que detras de un silveiro presenciaba con otros mozalvetes los fusilamientos . Nano si quieres mas informacion te la puedo dar .

Nano -

¿ Fosa común y paredón de fusilamiento? A mí me contaron estás historias si a otros os contaron otra, ya sabéis, cada cuenta lo qué... Por otra parte en el paredón los menos recolliamos os casquillos das a balas pa venderlas como chatarra de plomo u metal esto lo viví yo lo de lo otro me lo contaron
En el tercer piso también se da sepultura a los no creyentes y a los familiares de los fusilados por luchar por la libertad

Nano -

¿ Fosa común y paredón de fusilamiento? A mí me contaron estás historias si a otros os contaron otra, ya sabéis, cada cuenta lo qué... Por otra parte en el paredón los menos recolliamos os casquillos das a balas pa vendercomo chatarra de plomo o
metal esto lo viví yo ,lo de lo otro me lo contaron
En el tercer piso también se daba sepultura a los no creyentes y a los familiares de los fusilados por luchar por la libertad. Esto no creo que se mentira,por favor no cambiemos la verdadera historia?

Ovidio Vila Pernas -

Monolito que reza algo así como "fosa común del cementerio de Castropol", que según me han dicho otras personas, nunca existió. Si es así, me parece bien recordar y homenajear a los que murieron en aquellos tiempos de infausta memoria, pero no con mentiras.

Nano -

Otra historia del "Campo Santo" o al menos lo que nos comentaban a los niños ..algunos
El cementerio ,como todo sabéis tiene tres plantas, en la tercera o de abajo,su fusilaron a mucha gente inocente que tenían como "pecado" pensamientos liberales. En los muros los niños cogíamos no hace mucho tiempo los casquillos de las balas.Seguro que habrá aún gente viva que recuerde estás ...Hoy , después de muchos años se coloca a la entrada un monolito recordando a esto inocentes