Las imágenes difundidas en la campaña evidencian que la actividad lectora, que es fundamental para el desarrollo y mantenimiento de nuestra civilización occidental, puede realizaarse en las más variadas situaciones y en infinitud de decorados. Leer es necesario. Y para que los potenciales lectores (desocupados al modo cervantino o no) se decidan a leer en cualquier circunstancia de lugar, la biblioteca permanece cerrada desde el 15 hasta finales de este mes de agosto.
Esta campaña, pues, nos lleva por la senda del estoicismo, uno de cuyos lemas principales consiste en hacer de la necesidad virtud.
Ahora bien, hay que tener en cuenta que corren tiempos difíciles para el estoicismo, y que, salvas sean las diatancias, si hoy hay más gente que hace gimnasia que hace unos años, es porque han abierto muchos gimnasios.
Un amigo observaba hace unos días que la afluencia a las iglesias iba bajando, y que ello iba parejo en cierto modo con los horarios de apertura de los templos, que en el caso de los católicos iba decreciendo, mientras que los de otros credos mantenían abiertas sus puertas durante más tiempo con resultados mejores en cuanto a la asiduidad de la feligresía.
Y en este punto cabe hacer mención de la también necesaria actividad de las bibliotecas, en lo que la de castropol es un ejemplo, del fomento de la lectura en primer lugar, y en segundo lugar (last but not least) de facilitar que la relación del lector con el libro no se vea perturbada por interrupciones tan comunes como las llamadas del móvil, por ejemplo, pues las bibliotecas como salas de lectura que también son, garantizan las condiciones mínimas para leer en paz y con cierto confort.Y si a la lectura se añaden actividades culturales omplementarias, como sucedía en la antigüedad (como en la Biblioteca de Celso en Éfeso), y como están haciendo muchas bibliotecas contemporáneas ahora (como también la de Castropol) mejor que mejor.
1 comentario
Antonio Murias Vila -
Esta campaña, pues, nos lleva por la senda del estoicismo, uno de cuyos lemas principales consiste en hacer de la necesidad virtud.
Ahora bien, hay que tener en cuenta que corren tiempos difíciles para el estoicismo, y que, salvas sean las diatancias, si hoy hay más gente que hace gimnasia que hace unos años, es porque han abierto muchos gimnasios.
Un amigo observaba hace unos días que la afluencia a las iglesias iba bajando, y que ello iba parejo en cierto modo con los horarios de apertura de los templos, que en el caso de los católicos iba decreciendo, mientras que los de otros credos mantenían abiertas sus puertas durante más tiempo con resultados mejores en cuanto a la asiduidad de la feligresía.
Y en este punto cabe hacer mención de la también necesaria actividad de las bibliotecas, en lo que la de castropol es un ejemplo, del fomento de la lectura en primer lugar, y en segundo lugar (last but not least) de facilitar que la relación del lector con el libro no se vea perturbada por interrupciones tan comunes como las llamadas del móvil, por ejemplo, pues las bibliotecas como salas de lectura que también son, garantizan las condiciones mínimas para leer en paz y con cierto confort.Y si a la lectura se añaden actividades culturales omplementarias, como sucedía en la antigüedad (como en la Biblioteca de Celso en Éfeso), y como están haciendo muchas bibliotecas contemporáneas ahora (como también la de Castropol) mejor que mejor.