Envidia que siento por la agudeza visual de Antonio; y que Dios se la conserve. En el otro plano de cinco años antes -titulado Plano de la Ría de Rivadeo" parecen apreciarse también referencias del calado. Y seguro que con relación a este -titulado Port of Rivadeo- las diferencias no serán significativas. Hay otro plano -realizado por la Escuela de Pilotos de Ferrol, de mediados del XIX- en la que igualmente figuran los calados y, lo que es también significativo, la forma de los tesones en la bajamar en aquel momento, llamativamente semejantes a los que había en el momento en que yo lo pude ver (y creo que se publicó en este blog). En defiitiva, lo que quiero trasladar, tras esta larga entrada es que el evidente cambio de los tesones no implica necesariamente un mayor atterramiento de la parte central de la Ría. Claro que, como ya dijo Lord Keynes, a largo plazo, todos muertos.
Nanon -
Amigo Antonio como tú bien sabes el " fusilamiento" o plagios de libros ,cartas etc. está al orden del día con eso de corta y pega . Basta ver la a cantidad de máster que proliferan por ahí
Antonio Murias Vila -
en esta época, las cartas de navegación ya tenían cierta precisión, y los cartógrafos disponían de instrumentos que les permitían desarrollar bien su trabajo, una profesión que, por lo demás, no estaba mal pagada, en una época en la que todo el tráfico mercantil importante se hacía por mar. Como el dueño del blog ha tenido el acierto de publicar hace unos días otra carta fechada un lustro antes, constatamos lo que era práctica común en el siglo XVIII: copiar mapas y cartas de navegación producto del trabajo de anteriores cartógrafos que se lo habían currado in situ. Pero ya desde inicios de ese siglo XVIII, se había adoptado la costumbre de mencionar al autor original y de respetar en la medida de lo posible su trabajo si poco o nada se había hecho para rectificar su constatación. O sea: que el cartógrafo que "fusilaba" un trabajo ajeno, tenía la decencia de citar su fuente (y el impresor o editor se vería moralmente forzado a inquirir el origen de un trabajo antes de divulgarlo). No sé si aquí aparece tal mención porque no soy capaz de verlo. En todo caso, en esta carta ha desaparecido la barca con aparejo latino que adornaba la carta "fusilada". A lo mejor es porque el segundo cartógrafo sí sabía que este tipo de embarcación y aparejo es más propio del Mediterráneo y aquí "canta". Y ello induce a pesar que la carta anterior (de 1807) también era una copia de otra anterior. Con todo, lo más interesante de estas cartas de navegación es que algunas de ellas detallan el calado. Y así podemos constatar que la Ría se va llenando de sedimentos desde hace siglos, y que acabará desapareciendo si nadie lo evita.
3 comentarios
Luis López-Cotarelo -
En el otro plano de cinco años antes -titulado Plano de la Ría de Rivadeo" parecen apreciarse también referencias del calado. Y seguro que con relación a este -titulado Port of Rivadeo- las diferencias no serán significativas.
Hay otro plano -realizado por la Escuela de Pilotos de Ferrol, de mediados del XIX- en la que igualmente figuran los calados y, lo que es también significativo, la forma de los tesones en la bajamar en aquel momento, llamativamente semejantes a los que había en el momento en que yo lo pude ver (y creo que se publicó en este blog).
En defiitiva, lo que quiero trasladar, tras esta larga entrada es que el evidente cambio de los tesones no implica necesariamente un mayor atterramiento de la parte central de la Ría. Claro que, como ya dijo Lord Keynes, a largo plazo, todos muertos.
Nanon -
o plagios de libros ,cartas etc. está al orden del día con eso de corta y pega . Basta ver la a cantidad de máster que proliferan por ahí
Antonio Murias Vila -
Como el dueño del blog ha tenido el acierto de publicar hace unos días otra carta fechada un lustro antes, constatamos lo que era práctica común en el siglo XVIII: copiar mapas y cartas de navegación producto del trabajo de anteriores cartógrafos que se lo habían currado in situ. Pero ya desde inicios de ese siglo XVIII, se había adoptado la costumbre de mencionar al autor original y de respetar en la medida de lo posible su trabajo si poco o nada se había hecho para rectificar su constatación. O sea: que el cartógrafo que "fusilaba" un trabajo ajeno, tenía la decencia de citar su fuente (y el impresor o editor se vería moralmente forzado a inquirir el origen de un trabajo antes de divulgarlo).
No sé si aquí aparece tal mención porque no soy capaz de verlo.
En todo caso, en esta carta ha desaparecido la barca con aparejo latino que adornaba la carta "fusilada". A lo mejor es porque el segundo cartógrafo sí sabía que este tipo de embarcación y aparejo es más propio del Mediterráneo y aquí "canta". Y ello induce a pesar que la carta anterior (de 1807) también era una copia de otra anterior.
Con todo, lo más interesante de estas cartas de navegación es que algunas de ellas detallan el calado. Y así podemos constatar que la Ría se va llenando de sedimentos desde hace siglos, y que acabará desapareciendo si nadie lo evita.