Castropol, 1921-2021: la obra del siglo
Desde hace muchos años, podemos hablar de siglos, existía en Castropol una gran preocupación por los efectos de la ría sobre la base del acantilado situado en la zona este, es decir la orientada hacia la gran ensenada de la Linera. Los efectos de la erosión, sobre todo en días de oleaje, provocaban continuos derrumbes, debido también a la baja calidad de los materiales que forman el promontorio castropolense. A modo de ejemplo, en el año 1836, hubo que desalojar toda una hilera de casas en la Mirandilla, ante la inminencia de su desmoronamiento, confirmado a los pocos días. Las familias afectadas, dispusieron de terrenos para otras viviendas en una nueva calle, facilitados por el marqués de Santa Cruz, en el vial que lleva su nombre, conocida también como del “Pozo”.
Por ello, en las páginas del decenario “Castropol” y en las actas del Consistorio, podemos comprobar como a menudo se reflejaba la gran inquietud existente entre los responsables municipales y el vecindario, especialmente en la zona con más riesgo, debido a los continuos desprendimientos.
Tratando de poner remedio a la situación descrita y situándonos ya a principios del pasado siglo (1905), se comienza a barajar la idea de una carretera que desde el muelle local, llegase nada menos que hasta Illano y con la intención también de vertebrar y acortar distancias con las zonas más alejadas del Partido Judicial, cuya capitalidad residía en Castropol.
En relación con lo anterior, dos años más tarde, el alcalde le pide a Benito Castro, diputado provincial, que se interese por el proyecto de la carretera, efectuando las gestiones correspondientes en la Dirección General de Obras Públicas, dependiente del gobierno central. Y desde este organismo, se confirma al Ayuntamiento la orden para que la Jefatura Provincial, inicie los trámites encaminados a realizar el estudio sobre la carretera.
Otro de los objetivos de la citada vía, que tendría una anchura de unos ochos metros con bajadas a la playa, era también por supuesto, enlazar la zona del muelle con la carretera Villalba-Oviedo, ya que así se denominaba entonces la actual N-640.
Tuvieron que transcurrir un buen número de años, hasta que por fin, en el mes de Febrero de 1921, llegasen buenas noticias desde Oviedo: se aprueba el expediente de la carretera, en su tramo desde la Fuente al Muelle y se remite al Ministerio de Fomento. Una vez en la capital y ya en manos del gobierno, nuestro diputado Melquiades Alvarez (1), al que su amigo y compañero de partido, Vicente Loriente (2), le había insistido en repetidas ocasiones sobre la necesidad e importancia de la citada obra, consigue entrevistarse con el Ministro, para agilizar y confirmar este proyecto tan importante para Castropol, poniendo fin así a un largo período de gestiones, trámites y etapas, dentro de su labor como diputado, encaminadas a resolverlo primero en los despachos, como es habitual.
Por todo ello, Castropol, entendemos que tiene una deuda pendiente hacia su persona y en lo que a esta gran obra se refiere, también como no, a Vicente Loriente.
Sinceramente, no parece exagerado afirmar, que fue la “obra del siglo” en el período 1921-2021 y que pasarán muchos años antes de se pueda ver un proyecto de esa envergadura en nuestra villa.
La carretera hasta el muelle, junto con el embarcadero de la Punta y el “Escaleirón”, además de otras pequeñas obras complementarias, forman todo un conjunto muy necesario y útil para los castropolenses y visitantes, logrado gracias al tesón y a la convicción de estas dos personas, unidas para siempre a la historia local. Aquí, me fijo en esas dos rampas, antes de llegar a la Punta. Una muy deteriorada y la otra inutilizada para la maniobra de atraque. Para ello, los ingenieros “terrestres” de Oviedo, tuvieron la genial idea de colocar una barandilla en todo su frente, algo parecido a lo que hicieron hace años con la rampa del club de vela: una escollera en el lateral, impidiendo también el atraque. Que cabezas !! Un recuerdo también para los “carreiros”, de esta misma época; ese atajo que comunicaba esta carretera con la Mirandilla y que los/las que nacieron en este siglo, ya no los conocieron. En este caso, la culpable ya no fue la ría.
Podemos imaginarnos por un momento, lo que sería a día de hoy plantear una obra de esas características y lo que tuvo que suponer llevarla a cabo hace cien años: presupuesto generoso, medios de transporte y maquinaria limitados, ejecución (más de un Km. de muros) , materiales (toneladas y toneladas de piedra; ¿dónde estaba la cantera?)…
Una vez ratificado el proyecto en Madrid y completado el expediente, se ponen en marcha durante la primavera, los trabajos iniciales de replanteo, acarreo de materiales, etc.
Fueron necesarios catorce largos años de incansable labor, de fe en el objetivo y de no desanimarse nunca. Hasta que por fin llegó el gran día: 27 de Junio de 1921.
Esa fue la fecha elegida para la ceremonia de colocación de la primera piedra de esta obra crucial para Castropol. El sueño hecho realidad. Sin duda, un día histórico. Presidiendo los actos el alcalde de la villa, Jerónimo Méndez de la Torre, acompañado por la representación de los pueblos vecinos: Ribadeo, Tapia, Vegadeo y Figueras. Todo un acontecimiento para los vecinos, embarcaciones al borde de la playa, banda de música, cohetes… Breve discurso y merecidos vivas a los dos artífices: Melquiades Alvarez y Vicente Loriente.
Como era de esperar, el decenario “Castropol”, dedicó varias páginas al evento, en su último número del mes de Junio (doblando su extensión), con artículos de Victoriano G. de Paredes (según algunos, el mejor articulista de este medio local), Ramón García (“...Ya el mar no proseguirá socavando sus cimientos; gastará en vano su diente ...”) o Vicente Loriente (hijo). Este último, en lo que sería un avance del manifiesto fundacional de la Biblioteca Popular Circulante, que vería la luz pocos meses después: (“...dejamos que la cosa pública, por nuestra pasividad, caiga en manos ...” “...que nuestro bienestar y nuestro porvenir están en nuestras manos ...”, “...Y así la soberanía, que nominalmente está vinculada en el pueblo ...”). Nuestra ejemplar institución cultural, también celebrará su centenario el año próximo. Y para ello, una comisión se encargará de programar los actos oportunos.
Decir también, que el Ayuntamiento, cuando la obra ya iba por la mitad, solicitó que le fuesen cedidos los terrenos sobrantes, situados entre la parte interior de la nueva vía y el acantilado, que no podrían cederse sin su permiso y nunca a perpetuidad.
Finalizando ya y también en ese mes de Junio de 1921, el Ayuntamiento por aclamación, acuerda que esta carretera lleve el nombre de Avenida “Vicente Loriente Acevedo”, como reconocimiento al tesón, la firmeza y al gran número de gestiones llevadas a cabo durante todos estos años junto con su amigo, compañero de partido y diputado por este Distrito, para que finalmente pueda ser realidad esta obra tan ansiada. A los pocos días se introduce un pequeño cambio: desde la Fuente hasta la Punta sería Avenida “Melquiades Alvarez” y desde aquí a “debajo” de la Paloma, llevaría el nombre de “Vicente Loriente”, colocándose dos placas al efecto. Pues bien, como todos sabéis, ni lo uno ni lo otro. Ningún reconocimiento en este sentido, el acuerdo, según parece, quedó sin ejecutar. El motivo, yo al menos lo desconozco.
Punto final. Como Vicente Loriente ya tiene su reconocimiento en el parque que lleva su nombre, el próximo año podía ser un buen momento, para saldar la deuda que Castropol tiene con Melquiades Alvarez. Por ejemplo, dando su nombre a esta vía como Paseo “Melquiades Alvarez”, desde la Fuente hasta el Penedón. Supongo que, aunque con bastante retraso, estaría bien merecido y justificado.
P. D.- ¿Con los antecedentes conocidos, sería muy descabellado imaginar lo que quizás hubiera ocurrido con las viviendas situadas en la zona Este de nuestra villa, si no se hubiese realizado esta obra tan urgente y necesaria hace casi cien años?
¿Estarían hoy en pie las viviendas (varias reformadas), del callejón de la Fuente, plazas del Cruzadero y M. Pelayo o Mirandilla?
Si nos fijamos un poco en esos dos muros-contrafuerte perpendiculares al callejón de la Fuente, anteriores a la construcción de esta carretera y quizás también a la huerta de la familia Aguilera, cuyos muros de cierre daban directamente a la ría, podemos deducir supongo, que fueron levantados para que este callejón no se viniese abajo, debido a la acción diaria de las aguas de la ría.
(1) Melquiades Alvarez González-Posada. Gijón (1864) -Madrid (1936).
Licenciado en derecho y excelente orador (“El Tribuno”, “Pico de Oro”), en 1912 fundó el Partido Reformista, de inspiración republicana.
Diputado en el Congreso a lo largo de varias legislaturas, desde 1898 a 1936. En este extenso período, representó también a Castropol por su distrito, participando en cinco elecciones (desde 1914 a 1923). Como curiosidad, en las del año 1919, en nuestro distrito, consiguió 2738 votos, de los 5212 emitidos. En esta ocasión, se había presentado además por Oviedo, donde también fue elegido, pero finalmente, optó por representar a Castropol.
En el año 1923 (24 de Mayo), ocupó la Presidencia del Congreso de los Diputados (había sido elegido por Castropol), hasta el golpe militar de Primo de Rivera en Septiembre de ese mismo año.
Durante este período de dictadura, participó en varias conspiraciones para derribarle y poner fin al gobierno de los militares.
En la Segunda República, pertenecía como máximo responsable, al Partido Republicano Liberal Demócrata, muy minoritario y situado en el centro-derecha.
En Asturias, desarrolló una gran labor cultural, poniendo en marcha ateneos y bibliotecas populares.
Murió tragicamente en la Cárcel Modelo de Madrid, en la madrugada del 22 de Agosto de 1936. Era también el decano del Colegio de Abogados de la capital. Los milicianos revolucionarios, no le perdonaron su apoyo a la represión llevada a cabo en el año 1934, para poner fin al movimiento rebelde y para cuyos responsables, había pedido en el Congreso, la pena de muerte.
(2) Vicente Loriente Acevedo. (Castropol 1859-1939).
El Partido Independiente de Castropol (1905), o “partido novo”, nace para luchar contra el sistema caciquil y teniendo como objetivo la regeneración política, en oposición a los conservadores del “partido vello”.
Fue fundado por un amplio grupo de castropolenses, encabezados por Vicente Loriente, al cual los negocios le habían ido muy bien en la isla de Cuba.
Loriente, definía al partido, como transversal ideologicamente, cuyo principal objetivo era “barrer” de Asturias el feudalismo caciquil.
El decenario “Castropol”, que se publicó a partir de 1905, era su órgano de expresión y difusión.
El gran referente político de los “novos”, era Melquiades Alvarez, que visitó por primera vez nuestra villa en el año 1908. En el año 1912, el Partido Independiente de Castropol, se integra en el Partido Reformista de M. Alvarez (republicano, liberal y laicista).
Vicente Loriente, fue el gran mecenas de nuestra villa. El monumento a Villaamil, la segunda fase del casino o el parque que lleva su nombre, son excelentes ejemplos de su interés y cariño hacia su villa natal. Por ello, el Ayuntamiento el día 9 de Enero de 1916, le nombra Hijo Predilecto.
Pepe Llende Noviembre 2020
14 comentarios
Nano -
Pepe Llende -
Andrés:
La vía o paseo que se propone, aparte de que M. Alvarez tuvo mucho que ver en su consecución, es la de mayor longitud (un Km.) de nuestra villa y muy utilizada a diario por peatones y vehículos. Además, es posible, que su nombre y el de V. Loriente figure también en una placa en la zona de la Punta. Con esto, pienso que Castropol, salda dignamente su deuda.
En cuanto al homenaje a los hermanos Luanco, Ovidio ya lo dejó bastante claro. Desde el año pasado Tienen su placa en el parque, en lugar bien visible y que seguramente frecuentaban. Además, la Fundación, también va a colaborar en el centenario de esta obra/homenaje a sus impulsores.
No pongo en duda los méritos de otras personas, pero coincido también con Ovidio. A no ser que recurramos a: "desvestir un santo..."
Creo que el alcalde durante la construcción de la carretera, era Jerónimo M. de la Torre. Aunque para mi, eso es secundario o anecdótico. Creo que es bastante más importante y meritorio, saber quien, como y donde se consiguieron los importantes fondos para llevarla a cabo.
Si no estoy equivocado, Máximo Cancio, llegó a la alcaldía en 1931.
En cuanto al anónimo infantilmente disfrazado, una vez más ya sabéis mi opinión: total indiferencia y menosprecio.
Eso si, dudo mucho que Melquiades Alvarez desempeñase el cargo de Presidente del Congreso de los Diputados en Agosto de 1936: cesó como diputado el 20 de Marzo de ese año.
Juan Martínez -
Resulta que los asesinatos, crímenes políticos y religiosos cometidos por el PSOE y la izquierda antes y durante la Guerra Civil son historia, y la justifican 'contextualizándolos en el escenario general y particular'. Como si antes de 1936 no hibieran existido regíemens democráticos en Europa.
Su visión contrasta con la interpretación y utilización política de los asesinatos y crímenes políticos cometidos por los falangistas y el régimen franquista (principalmente durante la Guerra Civil y en los primeros años 40 de represión dura), que hacen en la Ley de Momoria Histórica. Especialmente por el PCE y el PSOE autores de los crímenes anteriores en el mismo periodo histórico.
Vaya por delante mi absoluta condena de todos los crímenes franquistas y mi absoluto apoyo y reconocimiento a sus víctimas y a sus descendientes y familiares en sus reivindicaciones cuando éstas son justas. Por si acaso quedara alguna duda.
Pero la postura en relación a todo esto del actual PSOE y el PCE que en este momento gobiernan nuestro país, nuestra comunidad autónoma y nuestro ayuntamiento no tiene ni medio pase desde el punto de vista moral. Y constato que también de algunos historiadores y convecinos como Víctor de Primote. En fin. Lamentable.
Juan Martínez -
Los hechos históricos son objetivos e incontestables. En este caso en primer lugar el encarcelamiento ilegal, injustificado y arbitrario del Presidente del Congreso de los Diputados realizado por el gobierno republicano y su posterior asesinato en el sótano de la cárcel por parte de los milicianos republicános. Y en segundo lugar la detención ilegal y posterior asesinato de un Diputado líder de la oposición parlamentaria realizada por las fuerzas policiales del gobierno republicano y los escoltas de un ministro del PSOE.
Hasta aquí los hechos, que son incontestables. Y ahora hablemos de las intepretaciones.
Para empezar, en su comentario anterior justifica usted esos gravísimos crímenes políticos cometidos por el gobierno republicano en base al escenario general y particular. Esos crímenes son incompatibles con cualquier consideración de un gobierno o un régimen político como democrática. Y lo son ahora y lo eran en 1936.
Y ahora me dice usted de forma alegre y gratuita, y también bastante insultante, que soy yo quien descontextualizo y que despotrico. Por favor.
Por supuesto es usted libre de interpretar la historia. Pero permítame decirle que ver a un (deduzco que) licenciado en historia, doctor en historia y profesor universitario de historia justificar de este modo el crimen político y la dictadura republicana me produce no ya estupefacción (pues lamentablemente todos podemos comprobar cómo esa misma visión sectaria y falsaria de la historia que usted expone está muy extendida en determinados ámbitos académicos), sino ante todo una profunda tristeza por el lamentable sectarismo y falta del más mínimo rigor intelectual en determinados ámbitos de la universidad española.
Victor de Primote -
Pero si habla dd Historia, esa no es opinable. Solo he dicho que para entender un hecho histórico concreto no vale con despotricar y traerlo sin mas al contexto actual, como uste hace. En Historia el contexto, sus causas, desarrollo y consecuencias, son esenciales para la conprensión de cualquier fenómeno histórico.
Pero insisto, puede seguir opinando. Mientras, yo seguire enseñando Historia e investigando en el tiempo que me reste.
Victor de Primote -
Ovidio Vila Pernas -
La Fundación Ría del Eo, tiene en mente ir recordando y homenajeando a todos aquellos personajes de la historia y la vida castropolense que lo merecen, y no solo a los políticos que tu mencionas. De momento tenemos en cartera a Melquiades Alvarez, y a Sancho Pardo de Donlebún, en 2021, si la pandemia y las circunstancias nos lo permiten. En 2022 toca el turno a la Biblioteca, que cumple su centenario y a todos sus fundadores. Para mas adelante, José Díaz Fernández, Amador García Acebo, Agustín García, Pedro G. Arias, Pedro Penzol, El Inmortal y alguno que seguro que se queda en el tintero, (pero escribo de memoria), además de los que tu mencionas, pero no hay calles para tantos.
Por cierto, la placa que colocamos en el parque en 2019, es en recuerdo de los "Hermanos Fernández de Luanco" (José Ramón y Claudio), y por supuesto con la colaboración importantísima del Ayuntamiento.
Juan Martínez -
El comentario que aparece publicado con mi nombre dos posiciones más arriba con fecha y hora 03/12/2020 14:42 no es mío. Ruego a su autor que no utilice este nombre o ponga su segundo apellido para evitar malos entendidos.
Juan Martínez -
El escenario general era un PSOE y un PCE totalitarios, genocidas, asesinos y violentos. En armonía con la violencia de los mismos comunistas en el resto de Europa, y de grupos de ultraderecha como los falangistas españoles y los nazionalsocialistas alemanes.
Un escenario general violento y criminal que parece que no era tan general: unos asesinaban y otros como José Calvo Sotelo, Melquíades Álvarez y sus correlegionarios como Alfredo Martínez ponían los muertos.
Casi todas las organizaciones políticas criminales de los años 30 han desaparecido. Menos las de la izquierda: PSOE, PCE, UGT... Ya está bien de que se dediquen a dar lecciones de superioridad moral y practicar el victimismo franquista con revisiones sectarias y manipuladas de la historia y asuman y pidan perdón por su pasado violento, asesino y genocida.
Juan Martinez -
El Partido Novo acabo, con muchas dificultades, con el monopolio del poder existente en la circunscripción electoral por la que Melquiades Alvarez salio finalmente elegido diputado.
Evidentemente su asesinato, ni ahora ni entonces, encuentra justificación. Como ningún tipo de violencia ejercida contra cualquier persona en aquel momento o en otros, con independencia de su ideología, credo, etc.
A Juan Martinez se le olvida el escenario general y particular de la escena que describe, en el corto y en el medio tiempo. Esas palabras que menciona, estan en el diario de sesiones de las Cortes, como también se encuentran otras parecidas, e igualmente desafortunadas, de otros políticos de ideología contrarias. Y es que, señores, estamos en los años 30. Habrán el foco, y vean que ocurria en Europa en ese momento.
¿Por qué? Porque se estaba en un baile en el que unos iban a un ritmo procesional y otros a otro más acorde con la música que sonaba desde hacia mucho tiempo.
Respecto a la violencia durante la guerra civil, recomiendo la lectura de "Víctimas de la Guerra Civil" de Santos Julia (coord.), o para el caso Europeo, "Una violencia indómita" de Julian Casanova.
Juan Martinez -
Pero en tanto en cuanto esto siga sin hacerse desde la alcaldía socialista de Castropol, más se evidencia que la relación con su pasado violento y asesino del PSOE que actualmente gobierna nuestro país, nuestra comunidad autónoma y nuestro municipio no es sustancialmente diferente a la relación de Bildu con el terrorismo etarra que hasta ayer mismo, como quien dice, asesinaba hasta a los propios socialistas.
Mientras tanto, la ausencia del merecidísimo reconocimiento oficial a Melquíades Álvarez en Castropol por parte de la alcaldía socialista (tanto de esta corporación como de las anteriores y de las futuras) seguirá teniendo una única explicación posible de tipo político y partidista.
Juan Martinez -
En aquel momento Melquíades Álvarez no sólo era Diputado, sino que era ni más ni menos que el mismísimo Presidente del Congeso de los Diputados.
Previamente a estos hechos el diputado y líder de la oposición parlamentaria José Calvo Sotelo fue amenazado de muerte en sede parlamentaria por los disputados del PSOE (Ángel Galarza) y el PCE (concretamtne Dolores Ibárruri, 'Pasionaria') según varios testigos. Y varios días después Calvo Sotelo fue detenido ilegalmente por las fuerzas policiales del gobierno y varios guardaespaldas del ministro del PSOE Indalecio Prieto; y a continuación fue asesinado de dos tiros en la nuca dentro de un furgón policial. Sus asesinos se habían dirigido antes a los domicilos de los diputados José María Gil Robles y Antonio Goeicoechea, también líderes de la oposición parlamentaria.
El hecho de que actualmente muchos consideren democrático, legítimo y legal a aquel gobierno republicano que detenía ilegalmente, encarcelaba y asesinaba, o cuanto menos permitía que todo ello se hiciera, a los diputados de la oposición parlamentaria y hasta al mismísimo Presidente del parlamento democrático es cuanto menos muy curioso. Y que esta mentira se pretenda imponer con la ley de memoria histórica y la vicepresidencia de memoria demcrática, ya no digamos.
Andrés López-Cotarelo -
También pienso que además de Vicente Loriente y Melquíades Álvarez, cuyos méritos son sobradísimos, hay más castropolenses ilustres que participaron en la política y la vida cultural y social de Castropol en aquella época que merecen también reconocimiento. Citaré a algunos de ellos con grave riesgo de dejarme a algunos que también lo merezcan:
Los hermanos Claudio y José Ramón Fernández de Luanco. Al primero de ellos le colocó una lápida en el parque la Fundación Ría del Eo hace un par de años, pero creo que ambos bien merecerían un reconocimiento mejor y por parte del ayuntamiento.
Jesús Villaamil Lastra, primer alcalde del Partido Independiente de Castropol.
Francisco García de Paredes, sucesor de Jesús Villaamil en la alcaldía.
Victoriano García de Paredes, a quien se cita en el artículo.
Máximo Cancio, diputado provincial y alcalde de Castropol cuando se construyó la carretera, que también hizo muchísimo para lograr su construcción y que también merecería una calle o que a la carretera del muelle se le pusiera su nombre, y tal vez con más motivo.
Mi enhorabuena tanto al autor del excelente artículo como al del acertadísimo comentario.
Antonio Murias Vila -
Tan sólo una precisión: Melquíades Álvarez fue asesinado (una muerte trágica es algo normal; un asesinato es cosa aparte). Esa misma noche asesinaron, junto a él, a Manuel Rico Avello y García de Lañón. Quienes acabaron con su vida de forma violenta y atroz no tuvieron en consideeración el curriculum de sus víctimas. Seguramente no sabían nada, por ejemplo de su apoyo a la difusión de la cultura y a las bibliotecas populares. La adscripción política de los asesinos es discutida -suele ocurrir a toro pasado- pero lo que es indudable es que Melquíades Álvarez, al referirse al enjuiciamiento de los revolucionarios del 34 pedía, como jurista que era, un juicio. Y se entiende que pedía un juicio justo, pues barruntaba el salvaje final. Y hase de distinguir entre pena -judicial- de muerte y el asesinato sin más.
Y coincido plenamente en que Castropol le debe un reconocimiento agradecido a Melquíades Álvarez González-Posada