Once personas figuran en el acta fundacional de la denominada Asociación Cultural del bote de vela latina de Castropol, que está presidida por el empresario naval Álvaro Platero. El proyecto, que nace del Club de Vela local, ha sido presentado ya a la consejera de Cultura, Berta Piñán, y cuenta con el respaldo del gobierno castropolense. “La consejera nos indicó que es una idea que podría tener éxito. La vela en Castropol es muy importante, especialmente en época estival y hay una flota destacada”, defiende el Alcalde, Francisco Javier Vinjoy.
El presidente del Club de Vela y secretario del nuevo colectivo, Javier Gallego, defiende la importancia de estas embarcaciones que sustentan la navegación tradicional. Añade que en Castropol funciona el único astillero de ribera del Cantábrico que construye estos botes: Astilleros Pacho. Precisamente su responsable, Martín González está entre los integrantes del nuevo colectivo.
Calculan que el concejo conserva una flota cercana a las ochenta embarcaciones tradicionales
Entre los planes de la nueva asociación está también crear una escuela taller que permita rehabilitar la flota local. “No se pretende quitar el trabajo a Martín, sino que no se pierda la tradición porque él es el último maestro”, añade Gallego. Calcula que en el concejo podría haber unos ochenta botes de vela latina, pero solo una veintena siguen saliendo al agua de manera periódica.
“En el total de la ría hay una flota considerable”, añade. Aunque el objetivo fundamental y por el que van a luchar es porque su candidatura reciba el visto bueno de la Unesco, tienen muchos más planes. Otro destacado es crear un museo de interpretación de la vela latina y también impulsar un parque arqueológico subacuático en la ensenada de Arnao. Aunque esta última iniciativa no está directamente ligada con la vela latina, sí con la idea de potenciar el turismo sostenible en el estuario fronterizo con Galicia.
El empujón que necesita la vela latina también requiere de una infraestructura portuaria en condiciones. La localidad castropolense de Figueras cuenta con un puerto deportivo que permite el abrigo de las embarcaciones, algo imposible en la villa de Castropol, que solo dispone de dos pantalanes de temporada que se retiran en invierno. “Sería interesante una infraestructura específica para estas embarcaciones”, dice el Alcalde.
Gallego se muestra más crítico y advierte “dejadez” en los responsables portuarios por la falta de atención que prestan al puerto de la capital de Castropol: “Parece que Asturias acaba en Figueras. Aquí solo tenemos dos pantalanes y eso, pese a tener un sitio natural estupendo para un puerto como es el muelle de La Punta, que proporciona abrigo todo el año”. El nuevo colectivo considera que cualquier mejora portuaria para Castropol deberá estar ligada a la vela latina, es decir, que se deben adaptar los pantalanes a estas embarcaciones, como ocurre en las rías gallegas donde también pervive la tradición.
14 comentarios
Andrés López-Cotarelo -
Los botes de vela latina no son un patrimonio cultural exclusivo de Castropol ni del lado asturiano de la ría. Sino más bien una muestra de cómo la ría del Eo constituye, o constituía, un ámbito con una cultura y un patrimonio marinero singular compartido entre sus dos márgenes en contra de las pretensiones identitarias y culturales del nacionalismo autonómico imperante en España en general, y del asturianista en particular.
Por otra parte el comportamiento histórico de Ribadeo hacia Castropol ha sido de prepotencia y mala fe en numerosas ocasiones. El caso más claro es la obstinación en el uso exclusivo y la imposición del nombre de ría de Ribadeo, pero hay muchos más casos como la organización en Ribadeo de la última regata de traineras de la temporada el año que la trainera de Castropol ascendió de categoría con la clara intención de que si Castropol descendía ese año lo hiciera en Ribadeo (lo cual afortunadamente no sucedió), o la agresión y desprecio a la propia ría que supuso la ampliación ilegal del puerto de Ribadeo sobre la ría. No voy a hacer aquí una lista completa de los agravios, pero me parece innegable que esto es así y creo que todos lo sabemos. Y la verdad, esta situación me parece una auténtica pena en la medida en que impida la colaboración entre las dos márgenes de la ría en temas e intereses compartidos como este de la protección del patrimonio cultural singular marinero de la ría.
ten -
Antonio Murias Vila -
De la descripciones más exactas que he hallado de la vela latina retengo la siguiente, de G. Llecha en A vela latina (ed. Llegut, noviembre 1996): La vela latina es triangular. Está formada por paños de tela de algodón u otros tejidos modernos más finos, cosidos unos con otros. La base o lado paralelo a la cubierta es el pujamen. Es cóncavo para poder remar con la vela izada. El grátil, lado más largo aferrado a la entena, es convexo para respetar la flexibilidad de la entena. La caída, del lado de popa se denomina baluma y forma con el grátil un ángulo de unos 37 grados.
Los ángulos de las velas se llaman puños, que toman, además, el nombre de donde radican. Puño de Pena, el superior. Puño de Amura, en el extremo inferior del car. Puño de Escota, el que va unido a la escota en la popa.
La relinga del grátil, cabo que sirve para reforzar la vela, no es indispensable. En cambio, só lo son los ollaos dispuestos a lo largo del grátil, que permiten unir la vela a la entena mediante envergues o culebras.
La faja de rizos consiste en unos cabitos, dispuestos desde el punto de amura hasta la caída, que sirven para disminuir la superficie de la vela.
En la vela mística o de martillo, esa faja de rizos se dispone en la parte inferior de la vela, se suerte que, al proceder a disminuir la superficie de la vela, arrizando, se convierte en una vela triangular, puesto que la superficie que desaparece formaba un rectángulo, y así el trapecio se transforma en triángulo. Ésta es la gran diferencia con la vela latina triangular.
Por lo demás, existen otras diferencias, como el palo, que en las embarcaciones de vela latina suelen estar inclinados hacia proa, unos 18 º aproximadamente. La razón no es otra que la de facilitar la maniobra denominada traslucha , y reducir el ángulo de la entena con la vertical para ceñir mejor.
Cualquiera que haya navegado en un bote de la ría o en otra embarcación de vela latina o mística habrá tenido la misma o análoga sensación, que convendría poder traspasar a las generaciones futuras. Llecha concluye: La vela latina es una de las más bellas que nos quedan. Su eficacia es más que conveniente y sería interesante utilizarla en cascos modernos para comparar de manera objetiva. Los pertrechos necesarios para su funcionamiento, restringidos y rústicos, la convierten en una vela asequible. Apasiionante por la sutileza de sus distintas maniobras.
Nano -
Claro que una cosa son la velas y otra el tipo de botes embarcaciones las usaban
Sea como sea rescatemos las velas traopezoides y lis botes de estampa de popa recortada.
Ovidio -
ten -
Antonio Murias Vila -
1.- La navegación a vela es indudablemente más respetuosa con el medio ambiente, por cuya razón debería ser no sólo promovida sino privilegiada, sobre todo tratándose de navegación de recreo.
2.- La vela latina triunfó por meras razones de diseño, conjugando sencillez y maniobrabilidad, a la par que permite navegar fácilmente contra el viento, sin restar potencia cuando se navega a favor (en popa).
3.- Esta sencillez es ontológica, como su propio nombre indica (del adverbio latine, o sea: claro, simple, sin complicaciones ).
4.- La vela mística o de martell, aun siendo trapezoidal y no triangular, tiene el mismo origen, carácter y funcionalidad, considerándose una mera variante o subespecie.
5.- Salvar la tradición de la navegación a vela, en las pequeñas embarcaciones, pasa necesariamente por potenciar la vela latina. De ello hay otros ejemplos en el Mar Menor y otros pagos del Reino de España.
ten -
la ultima inspección de los Pachos en bastante buen estado , volverá a navegar.
Nano -
Nano -
Nano -
Por otra parte los astilleros de botes eran El Gondan (yo no lo conocí como carpintero de Ribeira) Pacho, Floro y Guillermo
Nano -
Etc.
Nano -
ten -