Teresa Sanjurjo dirige, desde 2009, la Fundación Princesa de Asturias. A apenas tres semanas de que comiencen las deliberaciones de la edición de este año de los premios, Sanjurjo se reunió con LA NUEVA ESPAÑA en las oficinas de la Fundación para hablar de una edición que promete ser la de la vuelta a la normalidad plena.
–Las reuniones de los jurados, ¿volverán a ser telemáticas o ya piensan en recuperar la presencialidad?
–Queremos, y estamos trabajando en ello, recuperar la presencialidad total. Lógicamente, siempre alerta por si hay algún cambio en la situación sanitaria, que afortunadamente no parece.
–Cara a la Semana de los Premios también apunta a que se podrá desarrollar con normalidad, aunque en su caso, salvo los aforos, estaban ya muy cerca.
–Sí. Tuvimos la ventaja de poder contar con los espacios de la fábrica de armas de La Vega, que nos daban muchos metros cuadrados y mucha ventilación cruzada. Así, aún reduciendo los aforos, las condiciones de seguridad para el público asistente eran muy buenas, y esto nos permitió ser muy ambiciosos en la programación y de nuevo convocar a miles de personas.
–Habla de La Vega: justo en estos meses se está debatiendo el futuro de ese espacio. ¿Preferencias?
–Es un tema sobre el que nosotros no tenemos ninguna competencia. Agradecemos mucho al Ministerio de Defensa que nos lo haya estado cediendo estos años con total colaboración de la Delegación de Defensa en Asturias y este es un tema de las administraciones que tendrán que decidir para el mayor beneficio y el mejor provecho de la sociedad asturiana y ovetense.
–Entiendo, en todo caso, que sigue siendo su “Plan A”.
–Nosotros tenemos la característica de que lo generamos es el contenido de la actividad. Los espacios, pues hay algunos que se adaptan mejor, otros peor, pero hemos demostrado que somos versátiles. Si el espacio está disponible, fenomenal, y si no, pues nuestro contenido estará en otro contenedor.
–Usted sabe que se pone precisamente la actividad de la Semana de los Premios como ejemplo del potencial de La Vega para albergar un gran centro cultural y de creación.
–Estamos centrados más que en eso lógicamente en nuestra propia misión, que en la Semana de los Premios en concreto pasa por acercar la figura y la trayectoria de los galardonados a la ciudadanía. Y para eso la Fábrica de Armas, igual que otras instalaciones y otros equipamientos culturales asturianos, nos ha ofrecido un escenario fantástico. Y como digo, en estos años de pandemia los metros cuadrados de espacio que hay allí nos han ofrecido las máximas condiciones de prevención, algo que ha sido algo muy muy relevante en los períodos de mayor intensidad de la covid.
–La Semana de los Premios cada vez más grande, en tiempo y presupuesto. ¿Qué necesitan para mantener el crecimiento?
–Es un proceso de crecimiento orgánico. Tenemos que pensar que tenemos lo más importante y lo más difícil de tener, que son los premiados. Si los premios son modelos, son referencias, lo que la Fundación quieres es acercar esas personas, esas instituciones, a la sociedad, para que todo el mundo tenga la oportunidad de conocer por qué han sido reconocidas. Si lo que queremos es hacer eso, lo hacemos lógicamente muy de la mano de los premiados. Hay un proceso de reflexión interna profundo y también creativo para proponer actividades a los premiados según su trayectoria y su personalidad. Esta programación se les presenta y después les pedimos, no lo olvidemos, que vengan aquí, y ha habido alguno que ha estado 8 o 9 días. El crecimiento está en gran medida limitado por ese tiempo que están ellos. Y sobre la capacidad que tenemos, bueno nos encontramos en este momento como todas las organizaciones, las familias y las personas en un momento marcado por una inflación que va como va, y nosotros lo vamos a acusar. Nuestras actividades son todas gratuitas, cuando pagamos unos precios más altos no lo repercutimos a nadie.
–¿Han sufrido alguna reducción de la aportación privada por la pandemia?
–La verdad es que los patronos se han mantenido todos con nosotros todos, y se lo hemos agradecido muy intensamente porque nos han permitido afrontar situaciones que eran complejas. Saber que los patronos de la Fundación y los miembros protectores perciben el valor de la Fundación y el valor de nuestra actividad como algo que merece la pena seguir apoyando e impulsando nos motiva mucho.
–La aportación de ayudas públicas en su presupuesto es del 14% aproximadamente, ¿no?
–Sí, aproximadamente.
–¿No contemplan pedir más ayudas públicas?
–No es un tema que esté en la agenda del patronato en este momento. Es un esquema de financiación, el que tenemos en la actualidad, que nos pone en una situación de una cierta comodidad. Y como ha repetido el presidente, nos da una independencia de movimientos y de toma de decisiones en las que estamos cómodos. También sabemos que hay muchos temas a los que las administraciones tienen que atender. Nosotros les agradecemos su apoyo.
–Hablaba de la inflación: la subida de carburantes les va a afectar mucho, con todos los viajes que gestionan...
–Es un capítulo de gastos importantísimo. Pero nos afectará todo, cualquier proveedor. Tenemos un margen muy escueto, el presupuesto se mantiene estable y lo que tendremos que ir viendo, a lo largo del año, con un seguimiento muy próximo, para ver si con el presupuesto que tenemos aprobado podemos hacer frente a todas las actividades o si hay que retocar alguna cuestión. Pero llevamos muchos años ya en un sistema de gestión marcado por un afán enorme de eficiencia.
–Con la situación en Ucrania, muchas entidades han vetado a figuras y entidades rusas. ¿Prevén ustedes vetar a premiados de esa nacionalidad?
–La Fundación, en esto como en todo, tiene que seguir su código de conducta. Este es un tema que tampoco se ha tratado en el Patronato, porque no hemos tenido una reunión desde que empezó todo esto, y vamos a ir paso a paso viendo qué decisiones va tomando nuestro Patronato.
–Dan mucho valor a su programa educativo, ¿hay perspectivas de crecimiento?
–Para nosotros el programa educativo, igual que la Semana de los Premios, es absolutamente estratégico, esencial. Quiero aprovechar la pregunta para agradecer públicamente al sistema educativo del Principado, a los docentes, como s se implican y como impulsan la participación del alumnado, porque es gratificante. Nuestra intención es continuar con el programa educativo, porque tenemos un nivel de interés y participación altísimos y sobre todo porque entendemos que aporta valor al alumnado.
–El Coro acaba de dar dos conciertos, en Oviedo y Gijón, ¿Va a seguir?
–Tenemos compromisos de actuación y el coro está ensayando, aunque no con total normalidad porque no es así, porque cantar ha sido una actividad de riesgo en toda la pandemia, y nosotros hemos sido muy muy estrictos y muy prudentes. Pero el coro va a seguir con sus actuaciones, desde luego.
–Lo que no va a volver es la Escuela de Música, entiendo.
–Bueno, eso ya fue un tema que se acordó por el patronato antes de la pandemia y precisamente porque estábamos muy centrados en “Toma la palabra” que permite llegar a muchos más estudiantes, aunque no sea en temas musicales, sino en otros diferentes.
–¿Cuál es la posición de la Fundación respecto al Rey Emérito?
–Nosotros tenemos como presidenta de honor a la Princesa de Asturias, y mi comentario, que nace además de una convicción profunda, es que nuestros Reyes, don Felipe y doña Letizia, están dando un ejemplo de liderazgo y de asunción de su rol institucional que lógicamente nos hace sentir muy orgullosos no solo de ellos como Reyes de España, sino de trabajar en la Fundación con ellos.
–En el pasado se valoró la posibilidad de tener una sede fija, ¿ha quedado ya descartado?
–Esa reflexión se dio hace bastantes años, yo todavía no trabajaba en la Fundación y ya estoy en mi decimotercer año. Y es algo que tampoco se ha vuelto a plantear.
–Nada de tener un teatro propio.
–Es que nosotros lo que tenemos son los contenidos. Y tenemos la suerte de que el Ayuntamiento de Oviedo siempre colabora con nosotros y nos cede el uso del teatro Campoamor, que es nuestro espacio natural. Ya sé que no es muy grande pero tiene una magia y un calor muy especiales. Así que estamos encantados y esperamos poder seguir yendo al Campoamor cada mes de octubre. Nuestra perspectiva es esa, que la ceremonia se siga haciendo en el teatro Campoamor.
0 comentarios