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Castropol, Pueblo Ejemplar de Asturias

Castropol cumple con la tradición y saca a los cabezudos por Santiago

"Es algo de toda la vida y da gusto ver las calles llenas", señalan los vecinos, que afrontan los días centrales de sus fiestas patronales

Castropol 25 JUL 2024 7:30 Actualizada 25 JUL 2024 7:58

La salida de los cabezudos por las calles de Castropol en vísperas del día grande de las fiestas del Santiago Apóstol es una tradición antiquísima, que ni siquiera se perdió en los años en que no hubo comisión de festejos. Ayer, tal y como marca la tradición, salieron los gigantes y cabezudos a recorrer la villa castropolense bajo el ritmo de un grupo de músicos de la banda de gaitas El Penedón"Es algo de toda la vida y da gusto ver las calles llenas", señaló una vecina habitual de la cita.

El director de la banda El Penedón, Luis Feito, agradece que hayan contado con la formación tanto para la salida de los cabezudos como para el día grande de este jueves cuando desfilarán con el traje oficial. "Es un orgullo que cuenten con nosotros", apuntó antes de guiar a la comitiva, que salió del parque Vicente Loriente y recorrió el casco antiguo.

La primera parada fue en el bar Antón, en pleno centro de la villa. El establecimiento colaboró con la comisión de festejos ofertando una actividad para los mayores del Centro de Día de Tol, que se desplazaron a vivir la fiesta. La dueña, Carmen Lopes, les reservó la terraza para que no se perdieran el paso de los cabezudos. Algunos de los mayores llevaban muchos años sin disfrutar de este evento festivo. Encantadas se mostraron las usuarias Carmen Ron y Nélida Fernández de volver a ver los cabezudos como cuando eran niñas. "Me gusta verlo", señaló Fernández.

Los mayores disfrutando en la terraza del Antón del paso de los cabezudos.

Los mayores disfrutando en la terraza del Antón del paso de los cabezudos. / T. CASCUDO

Lopes, que también es gerontóloga, considera importante que los mayores sigan manteniendo la relación con la sociedad. "Que estén en un centro de día o en una residencia no es apartarlos de sus familias o de la sociedad, sino incluirlos de otra manera. Con actividades como esta se les demuestra que siguen perteneciendo a la sociedad y que se sigue contando con ellos", apuntó, encantada con colaborar con esta iniciativa de la que disfrutaron once usuarios del centro castropolense.

Este jueves habrá misa a las doce del mediodía, seguida de procesión. Habrá sesión vermú con el grupo JB Son, que también actuará por la noche junto a la orquesta Capitol.

Así vigilará la costa asturiana y luchará contra el furtivismo el Principado

Barbón: "La pesca y, en particular, la flota artesanal forman parte de nuestra forma de ser; el 89% de nuestros barcos utiliza artes distintas al arrastre"

El presidente del Principado, Adrián Barbón, durante su intervención en la presentación de la nueva patrullera de Inspección Pesquera «Ría del Eo», con la embarcación a su espalda, en el puerto de Castropol.

El presidente del Principado, Adrián Barbón, durante su intervención en la presentación de la nueva patrullera de Inspección Pesquera «Ría del Eo», con la embarcación a su espalda, en el puerto de Castropol. 

Carolina Escudero

Castropol 03 JUL 2024 4:00 Actualizada 03 JUL 2024 7:55

"Ría del Eo" es el nombre de la nueva patrullera con la que cuenta desde ayer el equipo de Inspección Pesquera del Principado de Asturias para vigilar la costa asturiana y luchar contra el furtivismo. La presentación de la embarcación se desarrolló ayer en el puerto de Castropol, aunque su base estará en Gijón. Acudieron a la puesta de largo de la patrullera el presidente del Principado, Adrián Barbón, y el consejero de Medio Rural y Política Agraria, Marcelino Marcos, entre otras autoridades. 

El presidente del Principado remarcó la importancia del sector pesquero regional, e hizo alusión al claro compromiso de su gobierno por "defender el futuro de la pesca artesanal asturiana. La pesca y, en particular, la flota artesanal forman parte de nuestra forma de ser", resaltó Barbón. Subrayó que la construcción de la patrullera tuvo partidas en tres presupuestos autonómicos pero finalmente hubo que recurrir a fondos europeos para cubrir el coste de construcción, 1,56 millones. 

Tanto Barbón como Marcos subrayaron su compromiso en Bruselas en defensa de la pesca tradicional, y mostraron su desacuerdo con el planteamiento de la Unión Europea (UE), que pretende vetar también la pesca artesanal en determinados calderos "esenciales" para los profesionales asturianos del sector. 

"El 89 por ciento de nuestros barcos utiliza artes distintas al arrastre, y es absurdo vetar su acceso a zonas vitales que aseguran su rentabilidad", resaltó el presidente autonómico. También destacó la defensa del oficio pesquero mediante las alegaciones presentadas por el Gobierno asturiano al real decreto que regula la instalación de parques eólicos marinos, en el que se solicitó y se consiguió "que cualquier decisión (sobre este tipo de instalaciones) tiene que ser compatible con la pesca. Porque lo primero, Asturias", remató Barbón. 

Miembros del equipo de Inspección Pesquera, servicio creado en el año 1988 y que está integrado por 16 agentes desplegados por toda la costa asturiana, mostraron su satisfacción por la incorporación de la nueva patrullera, cuyo nombre deja clara la defensa desde Asturias del topónimo "Ría del Eo", en vez de "Ría de Vegadeo", defendida por Galicia. 

Adrián Barbón, ayer, en la patrullera "Ría del Eo".

Adrián Barbón, ayer, en la patrullera "Ría del Eo". / P. A.

"Son muchos los furtivos que dañan el ecosistema marino en busca de nuestros abundantes recursos, como los percebes", indicó un inspector. Por ello, la importancia de este nuevo avance que ayudará a mantener a unas 163 especies y a asegurar el desarrollo de todas las actividades realizadas en el puerto. Estas engloban tanto a aquellas de carácter recreativo, como la vela latina (diseñada para propulsar a la embarcación por el viento), como a funciones de los sectores pesqueros, las cuales promueven el asentamiento de la población y la expansión de la marca de calidad del producto asturiano bajo el principio de la responsabilidad. 

La embarcación tiene 22 metros de eslora, dos motores de 588 kilovatios, y elementos como una grúa en la superficie. Uno de los inspectores del servicio destacó que esta patrullera facilitará "las operaciones para el control de la pesca furtiva". El Gobierno del Principado había abierto en enero de 2021 el procedimiento para contratar una patrullera de vigilancia pesquera y el adjudicatario. 

Los astilleros asturianos se mantenían entonces a flote –como ahora– trabajando, principalmente, para armadores extranjeros ante las estrecheces del mercado nacional. No surgían en aquel momento muchos contratos en España y menos en Asturias. Por eso resultó llamativo que el Gobierno del Principado acabara adjudicando la construcción de la patrullera a una empresa de Almería, Astilleros y Varaderos de Garrucha, por un importe de 1,56 millones de euros (el presupuesto de licitación fue de 1,7 millones, lo que supuso una rebaja de algo más del 8 por ciento) y un plazo de ejecución de 19 meses. 

El ejecutivo autonómico decidió tramitar la contratación por procedimiento abierto (cualquier astillero español o extranjero podía presentar oferta) y con unos criterios técnicos muy concretos para construir el barco, que debía fabricarse en fibra de vidrio y resinas de poliéster. Aunque los astilleros asturianos Armón y Gondán tienen divisiones de fibra y han construido decenas de patrulleras, no presentaron ofertas. 

Pérez-Castro: "El alcalde mayor era la más alta autoridad gubernativa y judicial en Castropol"

La profesora de Historia del Derecho Ramona Pérez-Castro disertó ayer sobre "El juicio de residencia a los oficiales del concejo de Castropol durante la edad moderna". La justicia real, subrayó, "fue normativizada y jerarquizada, a fin de controlar a todos sus oficiales. El procedimiento de exigencia de responsabilidad, tras el ejercicio de sus cargos, se llevó a cabo mediante los ‘juicios de residencia’, para responder de las reclamaciones, originadas por su gestión pública. Especialmente sobre los oficiales de justicia, resultando más problemático en los demás oficios reales, en los que, sin embargo, se hicieron controles temporales de su actuación, durante el desempeño de los mismos, con funciones de investigación, vigilancia y fiscalización: las ‘pesquisas’ y ‘visitas’". El alcalde mayor era "la más alta autoridad gubernativa y judicial en el concejo de Castropol. Elegido, el primero de mayo de cada año, por los vecinos mediante electores, de entre los pertenecientes al estado noble con bienes raíces y efectos propios, por la responsabilidad de sus propios haberes, y sin la intervención del estado general. Una vez elegido tomará posesión y dará las fianzas exigidas por la ley. Residirá en la villa, junto con su familia y además de su función judicial, civil y criminal, con aplicación de penas pecuniarias y de sangre, ha de realizar junto con el escribano de la villa, una visita general anual por el concejo, a fin de verificar la existencia de delitos y pecados públicos, la adecuación de pesos y medidas, la reparación de puentes y caminos, descortezado de robles en montes particulares o del común y comprobación de los límites y demarcaciones de la jurisdicción, sin llevar costas ni salarios en los lugares que visitaban".

Público asistente. | T. P.

Público asistente. / T. P.

Al finalizar su cargo, recordó, "debían de someterse a juicios de residencia para responsabilizarse de su gestión, junto con los demás oficiales del concejo: tenientes, alguaciles mayores, regidores, procuradores generales, alcaldes de hermandad y escribanos de número. Mediante la acusación de vecinos y particulares, que informarán como testigos, se podrá verificar si su fidelidad o diligencia les permitirá, en un futuro, mantener o promocionar cargos nuevos, iguales o mayores".

Una casa en Castropol para repensar el modelo educativo: Así es La Casa de la Maestra, en Vilavedelle

Este espacio formativo complementa a un proyecto más ambicioso que quiere reabrir escuelas rurales en centros de innovación

Sonsoles Castellano posa en Viladevelle junto a la Casa de la maestra.

Sonsoles Castellano posa en Viladevelle junto a la Casa de la maestra. / T. CASCUDO

Vilavedelle (Castropol) 17 JUN 2024 4:00 Actualizada 17 JUN 2024 15:47

La castropolense Luz Murias fundó, en 1958 y con el apoyo de su hermana Luisa, el colegio San Patricio, en Madrid. Su objetivo era conseguir un colegio que tuviera lo que ella no había encontrado para la educación de sus hijos, un lugar en el que el arte, la música y los idiomas tuvieran un espacio destacado. Casi setenta años después, su nieta Sonsoles Castellano ha hecho el camino inverso y quiere que Castropol sea pionero en la creación de pequeños centros de innovación educativa. El complemento a este ambicioso proyecto es “La Casa de la maestra”, una casona de turismo rural que acaba de abrir sus puertas en el núcleo de Vilavedelle con una singular vocación formativa de maestros. “Es un centro de formación para docentes que, en periodo de vacaciones, se convertirá en centro de turismo rural”, señala la promotora de tan singular espacio.

Sonsoles Castellano trabajó durante cuarenta años el colegio que fundó su abuela junto a su hermana, su yerno Gabriel y su sobrino Jaime. Ahora, trabaja como coordinadora de colegios bilingües del grupo Inspired y, además, es secretaria del patronato de la Fundación San Patricio, entidad sin ánimo de lucro que da soporte al proyecto “Ruter”. Esta iniciativa busca reabrir las pequeñas escuelas rurales ubicadas en edificios singulares con una misión inspiradora: crear micro centros de innovación educativa en los que se apueste por una formación global de profesores y alumnos.

Sesión de trabajo en La Casa de la Maestra.

Sesión de trabajo en La Casa de la Maestra. / R. T. C.

Castellano sueña con que el primer “Ruter” se pueda abrir en la escuela Lolita Pérez, fundada en 1921 en Vilavedelle y que actualmente no tiene usos educativos. Muy cerca de este enclave está “La Casa de la maestra”, su proyecto más personal, que nace con el doble uso de centro de formación docente y casa de turismo rural. El espacio se inauguró hace unos días con el curso “La trampa de la autoestima”, impartido por el psicólogo y pedagogo Antonio Galindo.

Un grupo de diez docentes procedentes de Madrid asistieron a esta propuesta que buscaba enseñarles a vivir y aceptar el presente y aceptarse a ellos mismos, como punto de partida para transformar su forma de educar. “Mi objetivo es enseñar a educar desde esta perspectiva, más que desde la motivación o la autoestima, que creo que son conceptos manidos y que pueden conducir al fracaso. Debemos educar desde el conocimiento de la realidad de uno mismo para entender a los demás. No quiere decir que no sea partidaria del esfuerzo, sí lo soy, pero del esfuerzo que nace de la aceptación, no de la imposición”, señala Sonsoles Castellano, convencida de que para lograr este propósito debe cambiarse tanto la escala de los centros como los tiempos, huyendo de los horarios rígidos para las diferentes asignaturas.

Vista general de La Casa de la Maestra, en el corazón de Vilavedelle.

Vista general de La Casa de la Maestra, en el corazón de Vilavedelle. / T. CASCUDO

 “El espacio escolar tiene que ser otro, que los alumnos vayan a adquirir conocimiento porque sientan la necesidad de saber; solo así se logrará el conocimiento profundo. Para conseguirlo, hay que conocer las motivaciones del alumno y eso es lo que debe hacer el maestro, facilitar que descubra sus potencialidades”, apunta Castellano. Está convencida de que los diez primeros maestros que han pasado por “La Casa de la Maestra” llevan la semilla de esta nueva forma de educar y comenzarán la transformación de sus centros y entornos cercanos. “Partimos de la psicología de la aceptación y no de la de la superación. No tienes que cambiar porque no puedes, debes conocerte, entenderte y, a partir de ahí, ser capaz de entender a los demás”, añade.

Sabe que el reto es difícil, pero también que es posible. Tiene el ejemplo de su abuela y su tía, que fundaron en 1958 una pequeña escuela en un chalé de la calle Serrano, que hoy se ha transformado en un proyecto con cuatro centros en el que se forman 2.600 alumnos. Tras dedicar casi toda su vida al colegio San Patricio, al filo de su jubilación, Castellano está convencida de que hay que repensar la educación y se plantea el objetivo de hacerlo desde el entorno rural. Su proyecto bebe de los postulados de las Misiones Pedagógicas y de la Institución Libre de Enseñanza que, a principios del siglo XX, buscaron educar de manera diferente. En su periplo por España, las Misiones llegaron también a su querido Castropol.  “Planteamos una transformación de la educación desde el medio rural, como hicieron las Misiones Pedagógicas. Los paisanos en agosto del 35 se reunieron y se organizaron. Dijeron que querían aprender a leer y a escribir y desde ahí es donde se educa”, añade Castellano.

Sonsoles Castellano en el jardín de La Casa de la Maestra.

Sonsoles Castellano en el jardín de La Casa de la Maestra. / T. CASCUDO

Su proyecto “Ruter” busca financiación para ponerse en marcha y, mientras tanto, “La Casa de la maestra” siembra una nueva forma de entender la educación. Durante el curso escolar se organizarán encuentros formativos de fin de semana con los que espera llamar la atención de maestros de diferentes puntos del país. Confía Castellano en que algunos de estos docentes sientan interés por integrarse en los “Ruter”, donde se impartirá formación no reglada con el fin de “conectar a los usuarios con posibilidades y soluciones de aprendizaje”. En definitiva, un lugar en el que alumnos desencantados del sistema educativo convencional puedan encontrar su vocación y un camino que les inspire a formarse y, de paso, hacerlo dando vida a las antiguas rurales que languidecen en muchos pueblos.

"En la España actual, nuestra única esperanza son los niños", dice en Castropol el paleoantropólogo Juan Luis Arsuaga

El prestigioso investigador se convirtió en padrino de la lectura de los escolares de sexto de Primaria del colegio La Paloma

Juan Luis Arsuaga junto al Alcalde de Castropol, Francisco Javier Vinjoy, la edil de Cultura, Miriam Moya, la directora del colegio La Paloma, Ana González y la bibliotecaria, Manuela Busto.6

Juan Luis Arsuaga junto al Alcalde de Castropol, Francisco Javier Vinjoy, la edil de Cultura, Miriam Moya, la directora del colegio La Paloma, Ana González y la bibliotecaria, Manuela Busto.6 / T. CASCUDO

Castropol 04 JUN 2024 4:00

El paleoantropólogo Juan Luis Arsuaga se convirtió ayer en padrino de la lectura de los estudiantes de sexto de Primaria del colegio La Paloma. Y se mostró encantado con el encargo porque está convencido de que los son la esperanza de una sociedad mejor: «Hay que empezar por los niños, en la España actual nuestra única esperanza son los niños, a ver si ellos se interesan por otras cosas y cambiamos el país».

Arsuaga fue el invitado de honor del programa de clausura de «Padrinos y madrinas de la lectura», una iniciativa conjunta de la biblioteca Popular Circulante Menéndez Pelayo y el colegio castropolense para estimular la lectura. Este programa cumple además su décimo aniversario. Preguntando por la razón de por qué deben leer los niños, Arsuaga contestó convencido de que solo deben leer si les gusta porque «en la vida no hay que hacer nada que no te guste». Sin embargo, añadió, el reto es lograr que descubran el «placer» de leer: «Si no lo hacen se están perdiendo un placer, hay que enseñarles que existe la posibilidad de ser feliz y disfrutar con la lectura».

Arsuaga, en el centro de la imagen, en el parque Vicente Loriente.

Arsuaga, en el centro de la imagen, en el parque Vicente Loriente. / T. CASCUDO

Arsuaga, que pronunció la conferencia «Cuando el mundo era niño» ante una abarrotada casa de cultura de Castropol, considera que hay que abrir ventanas a los más pequeños «y que vean futuras fuentes de placer en la vida, para que disfruten más, hay que conseguir que obtengan de la lectura satisfacción, que les haga más felices y vivir una vida mejor». Se mostró convencido de que a los niños les gusta soñar y que les cuenten cuentos e historias y eso fue lo que hizo en Castropol, hablar de cómo se contaban historias en la Prehistoria.

Lleno en la casa de cultura de Castropol.

Lleno en la casa de cultura de Castropol. / T. CASCUDO

Arsuaga, que fue presentado por la bibliotecaria Manuela Busto, explicó al público que lo primero que hizo al llegar al concejo fue «explorar el territorio como buen salvaje que soy» y lo que vio le pareció «interesante».

Por su parte, Busto confesó al público que contar con Arsuaga es "un placer, una oportunidad única y un sueño hecho realidad". En este sentido, agradeció las gestiones realizadas por la directora de la Fundación Princesa de Asturias, Teresa Sanjurjo, para lograr que el paleoantropólogo visitara Castropol.

Juan Luis Arsuaga en Castropol

Juan Luis Arsuaga en Castropol

    Con motivo de la Clausura de los "Padrinos y madrinas de lectura" del curso 2023/24, visitó la Biblioteca de Castropol Juan Luis Arsuaga, que ofreció una conferencia titulada "Cuando el mundo era niño". El acto tuvo lugar hoy lunes  4 de junio a las 16.30 horas.

El Nordés se lo pone difícil a los alfombristas de Castropol: "Es una pena porque hay muchas horas detrás"

Los cientos de visitantes que se acercaron a la villa para conocer los mantos florales alabaron el trabajo y calidad de los mantos florales por el Corpus Christi

 
 

T. CASCUDO

Castropol 03 JUN 2024 4:01 Actualizada 03 JUN 2024 10:56

Este año no pudo ser. Pese al esfuerzo de meses, los alfombristas florales de Castropol no lograron que las calles lucieran en todo su esplendor. El fuerte viento nordeste deshizo muchos de los diseños, en algunos tramos resultó imposible trabajar y en otras calles se optó por improvisar a última hora, renunciando a colocar los mantos previstos. «Es una pena», repetían vecinos y visitantes. Sin embargo, para los de fuera, el viento no desmereció la celebración y alabaron el trabajo, la calidad y compromiso de los castropolenses por sacar adelante su Corpus Christi, una fiesta de interés turístico regional que cada año atrae a cientos de visitantes.

Es el caso de la ovetense Esther del Moral, que visitó el Corpus castropolense por primera vez: «Tenía muchas ganas de venir y la verdad es que es un espectáculo ver que todo el pueblo contribuye a engalanar las calles. Que una tradición así permanezca es un atractivo desde el punto de vista turístico y religioso». Desde Infiesto viajó María Jesús Martínez. En su primera visita a la cita castropolense alabó el esfuerzo y trabajo de cada uno de los diseños:«Está muy bonito y es mucho trabajo para que el viento lo destroce, pero la naturaleza es así».

Los alfombristas afrontaron su día grande con una mezcla de rabia y resignación, ya que «contra el tiempo poco podemos hacer». En este sentido, uno de los veteranos, Ovidio Vila, cuenta que cuando el nordeste empezó a tomar fuerza el pasado viernes, ya empezó a temerse lo peor. «Los que llevamos años en esto sabemos que el nordeste dura cuatro o cinco días. Si fuera otro tipo de viento... pero con el nordés ya sabíamos que era imposible trabajar», opina. 

El grupo en el que trabaja tenía previsto engalanar las calles Penzol Lavandera y Acevedo, además de las plazas del Ayuntamiento y Menéndez Pelayo. Sin embargo, este sábado se dieron cuenta de que no se podía trabajar. «En la plaza Menéndez Pelayo nos llevó el viento una caja llena de flores, así que ya no lo intentamos, lo mismo en la plaza del Ayuntamiento», precisa.

La alfombra de homenaje al Club de Mar de Castropol colocada en la calle Acevedo.

La alfombra de homenaje al Club de Mar de Castropol colocada en la calle Acevedo. / T. CASCUDO

Este grupo se quedó con las ganas de lucir sus diseños, pero los guardarán para el año que viene. Lo que hicieron a primera hora de la mañana fue improvisar unas sencillas alfombras en las calles Penzol Lavandera y Acevedo, al menos en los tramos más resguardados. «Nos da pena a todos, pero al menos usamos los materiales más perecederos y ya tenemos trabajo adelantado para el año que viene, es el consuelo que nos queda», añade.

El grupo que se ocupa de la calle Del Campo tuvo algo más de suerte y su diseño, dedicado a la oración del «padre nuestro», fue de los que más aguantó al viento. «Dentro de las limitaciones del día se pudo poner muchísimo», señala Roberto Frontera, satisfecho con la dignidad de los trabajos colocados pese a las dificultades meteorológicas.

Rosario Teruel y Elo Prieto en la calle Amor.

Rosario Teruel y Elo Prieto en la calle Amor. / T. CASCUDO

La calle Amor, realizada por la asociación cultural El Pampillo, también salvó con bastante fortuna la lucha con el viento y pudo lucir su espectacular diseño dedicado a la vela latina en la ría. Su objetivo es apoyar la iniciativa que trabaja para que la navegación típica de la ría del Eo se convierta en Bien de Interés Cultural Inmaterial. No solo hubo barcos en los mantos florales, sino que junto al altar se colocaron dos enormes velas latinas. Por su parte, la calle Acevedo fue una de las que más sufrió el impacto del viento. Con todo, fue posible colocar una enorme alfombra al inicio de la calle que homenajeó al club de mar de Castropol en su setenta y cinco aniversario.

Durante toda la mañana, la localidad vivió el trasiego de cientos de visitantes llegados desde diferentes puntos de la región, así como comunidades vecinas. Desde Gijón se desplazaron María Esther Álvarez y Jaime Mateos, que descubrieron el Corpus castropolense y no dejar de alabar las creaciones: «Es impresionante el trabajo que tiene esto, sorprende». Muy cerca, la avilesina Rosario Teruel señaló la belleza de las alfombras: «Es todo muy bonito, la pena es el aire que hace que vuele todo». Con ella estaba la ovetense Elo Prieto que también mostró su admiración por el esfuerzo de los de Castropol: «Conocía el pueblo, pero nunca había visto las alfombras y la verdad es que me encantan».

Interior de la parroquia de Santiago.

Interior de la parroquia de Santiago.

   Como es tradicional en Castropol, hoy domingo  2 de junio se celebró la fiesta del Corpus Christi, con sus alfombras florales. El evento estuvo  muy deslucido, debido al fuerte viento de noreste reinante durante toda la jornada del sábado y también la del domingo,  que hizo imposible trabajar tanto en la plaza del Ayuntamiento, como en la plaza Menéndez Pelayo, por cuyo motivo no se hicieron alfombras en ninguna de ellas y muy dificultoso en otras calles como Penzol Lavandera o Acevedo,  circunstancia que llevó a ambas calles a improvisar nuevas alfombras el domingo por la mañana, dado el insuficiente tiempo para confeccionar las previstas, además del riesgo evidente de que fueran arrastradas por el viento.

Detalle calle del Campo

Detalle calle del Campo

Vista parcial calle del Campo

Vista parcial calle del Campo

Calle Acevedo

Calle Acevedo

Calle Penzol Lavandera

Calle Penzol Lavandera

Castropol se llena de flores: Así son los días previos a la gran cita del Corpus Christi

«Va a quedar bonito, el caso es que nos deje el tiempo», dicen los alfombristas que apuran los preparativos para el domingo

Castropol 31 MAY 2024 4:00 Actualizada 31 MAY 2024 7:39

La intensa lluvia que ayer bañó Castropol complicó el trabajo de los alfombristas que llevan meses confeccionando los mantos florales con los que, el domingo, cubrirán las principales calles de la villa. Los últimos días se reservan a la recogida de flor, pero este año ni rosas, ni hortensias están en su momento óptimo para el Corpus Christi. Y la lluvia solo hace más difícil el trabajo. Con todo, los vecinos son optimistas y confían en que las cosas salgan bien y Castropol vuelva a brillar en su Fiesta de Interés Turístico.

«Estamos cansados, pero bien. La flor nos tiene corriendo más de lo habitual. Llevamos toda la mañana para coger cuatro cajas de hortensias, algo que si hubiera cantidad cogeríamos en media hora», señaló ayer Roberto Frontera, uno de los integrantes del equipo que viste la calle Del Campo. Lo bueno es que llevan tantos años haciendo el trabajo que saben cómo proceder en cada momento. Si llueve no se puede coger rosa y la hortensia hay que dejarla secar antes de seleccionarla, quitarle las hojas y pasarla por la tijera, cuenta la tapiega Elena Iglesias, que lleva cuatro décadas colaborando con el Corpus. «Desde que llegué a Castropol participo», relata.

Elena Iglesias, Roberto Frontera, Inma Berdiales y Ana Iglesias con la flor recogida.

Elena Iglesias, Roberto Frontera, Inma Berdiales y Ana Iglesias con la flor recogida. / T. CASCUDO

La calle Del Campo hará un año más un diseño de Luis Villares, que en esta ocasión estará dedicado a la oración del «Padre nuestro». Confían en que resulte vistosa, si bien dejan claro que no es ese el principal motivo que les mueve a este arduo trabajo anual: «Lo hacemos para el Santísimo, también por tradición, aunque lógicamente cuando haces algo quieres que guste. Pero nosotros llevamos tanto tiempo, que lo que buscamos es superarnos a nosotros mismos».

Mientras Elena y Roberto colocan el fruto de su mañana de trabajo, Inma Berdiales se sorprende con la belleza de los tonos de las hortensias recogidas en los jardines de la contornada. «Es la primera vez que colaboro, pero veo que es un trabajo enorme y que les deberían pagar por hacerlo. Están todas las tardes hasta las nueve de la noche con esto, es mucha labor», cuenta esta tapiega que lleva cincuenta años afincada en Madrid.


La asociación cultural El Pampillo ha desvelado ya el motivo central de sus creaciones, que se colocarán en la calle Amor y en la plaza junto al parque Vicente Loriente. Este año sus mantos se llenarán de barcos de vela latina para apoyar la candidatura que quiere convertir este tipo de navegación típica de la ría del Eo en Bien de Interés Cultural Inmaterial, un reconocimiento que también persiguen las alfombras florales. Como paso previo, las alfombras entraron este año en el censo del Patrimonio Cultural Inmaterial de Asturias.

«Combinaremos velas, flores y botes, también como homenaje a los antepasados que cruzaban la ría todos los días, desde Castropol a Ribadeo», señala la presidenta del colectivo, Maite Muiña. Esa dedicatoria marítima hace que este año necesiten mucha hortensia de tonos azules. Muiña agradece la implicación de los vecinos y también a todas las personas que donan sus flores para engalanar Castropol.

Precisamente cargado de flores llegó ayer a mediodía Ovidio Vila al centro de Castropol. Le acompañaban Paco Fernández y Paloma Rodríguez. Esta última es relativamente nueva en el equipo que se ocupa de las calles Penzol Lavandera y Acevedo, además de las plazas del Ayuntamiento y Menéndez Pelayo. «Soy de Oviedo, pero me involucré hace cuatro años, cuando vine a vivir a Castropol. La verdad es que me gusta muchísimo y cada año aprendes más», cuenta esta mujer que nunca antes había ejercido esta particular misión de alfombrar las calles.

Elena Iglesias descargando flor.

Elena Iglesias descargando flor. / T. CASCUDO

«Este año cae pronto el Corpus, así que hay muy poca hortensia», dice Vila, que confiesa que la tarea más dura es la de estos dos días que se dedican a la flor más perecedera. Previamente, cogieron pampillo y margarita blanca. «Lo peor para mi es andar pidiendo la flor por las casas», expone Vila, que este año cumplirá 74 años. Precisamente dice que en su grupo, integrado por una docena de personas aproximadamente, pesan los años y, por eso, no se cansan de pedir relevo. «El día de montar la calle siempre hay gente, pero hace falta gente joven para el trabajo previo, pero me temo que ni está ni se la espera», lamenta. Pese a todo, encaran el trabajo con mucha ilusión y ganas. «De ánimo a tope como siempre, pero una cosa son los ánimos y otras las fuerzas. Yo ya no me puedo tirar por el suelo a componer las alfombras como hacía antes y tampoco proponemos dibujos complicados, ya porque somos gente mayor», añade. A su lado, Paco Fernández se muestra optimista: «Va a quedar bonito, el caso es que nos deje el tiempo».

Como siempre, el peor aliado de los alfombristas es el tiempo, ya que el viento o la lluvia son capaces de echar a perder un trabajo de muchos meses. En el centro del pueblo está el bar Antón, que regenta Carmen Lopes y que se prepara para vivir uno de los días más intensos del año. El Antón hace doblete la noche del sábado al domingo, puesto que funciona como centro de avituallamiento de los vecinos que se echan a la calle para confeccionar las alfombras. «Nos pasamos la noche dando café y poniendo el baño para la gente y, al día siguiente, madrugamos para atender a los visitantes», señala Lopes, que considera que el Corpus, junto al festival de la Ostra son los eventos que más gente atraen a la villa.

Carmen Rodríguez, embajadora de la ostra en Castropol: "Es como recibir un Goya; es todo un privilegio este reconocimiento en casa’"

La bióloga responsable del Centro de Experimentación Pesquera hace un llamamiento a proteger la ría del Eo en la apertura del festival ostrícola

Castropol 03 MAY 2024 4:00 Actualizada 03 MAY 2024 9:49

La bióloga responsable del Centro de Experimentación Pesquera de Castropol, Carmen Rodríguez, recibió ayer un merecido aplauso por su labor "fundamental" en este centro público y en el desarrollo del festival gastronómico "Somos la ostra", que acaba de abrir su décima edición. Lo hizo nombrando a la profesional, que se jubila el próximo 8 de mayo, ‘Embajadora de las ostras de Castropol’: "Para mí es como recibir un ‘Goya’, es todo un privilegio este reconocimiento en casa y antes de jubilarme".

"Siento que cierro un círculo porque hice mi tesina sobre la ostra y me jubilo como embajadora, casualidades y cosas bonitas que da la vida", señaló Rodríguez, conocida como "Menchu", en un emotivo acto. Cerró su intervención haciendo un llamamiento a "cuidar y proteger la ría de manera respetuosa y sostenible; es un trabajo de todos".