Antes del Paseo del Muelle.
Vemos aquí una interesante foto con la casa de Marujín a la izquierda (llamada por entonces casa de Filomena, con ésta en el balcón) y el matadero a la derecha con la calle de La Fuente enmedio, antes de la construcción del paseo del Muelle. Mas arriba a la izquierda la casa de la familia Moldes con galeria, situada donde hoy está el edificio Las Fuentes.
2 comentarios
Lino -
En la casa de los Moldes vivieron alquiladas durante 15 años (1941 a 1956) mis tías Luisa y Mª Teresa Villamil Cancio, que en el último año citado compraron la casa de "El Brasileño", en la calle Nueva, y a allí se trasladaron.
l. egaspi -
La casa de la izquierda con mirador y ventanas en plantas inferiores, es la casa de los Moldes, don Floro. Tenía una pequeño jardín y pequeña pista de tenís y otros ocios. Los Moldes eran una familia numerosa y muy abierta a todos. Su jardín era lugar para jugar todos los niños, especialmente los de la Costa de Guerra: los de Santo, Amador del Forno, los de Luciano y yo mismo. En la parte de abajo tenían un pequeño horto berzas. Esta familia, hoy en América, sigue con la morriña de su pueblo y sus ancestros. Si leen esto, un saludo.
La casa llamada de Filomena, más tarde del Navarro. no se ve, queda más a la izquierda. Se ve y distingue muy bien en otras fotografías en este mismo blog. Se conserva tal cual.
La casa del centro en la foto, con tres balcones abiertos es la Casa de Tingas. Se la conoce así, porque la habitaba una familia venida de Tingas aldea de Taramundi. Recuerdo con afecto gratitud a las tres hermanas.
Rosario, María y Fermina.
Rosario tenía dos hijos, Merín y Roberto que yo recuerde y haya conocido, incluso haya aprovechado con lucimiento dos casacas marineras con sus vistosos cuellos que ellos habían estrenado y alguna vez lucía zapatos nuevos que a ellos ya les apretaban un poco. El fondo de armario de mi casa era escaso.
María, que emigró mástarde tuvo tres hijos, Victoria, Marujín y Paco. Los maridos trabajaban en Bahía, Brasil y allá se fueron, excepto Maruja y Paco
Fermina casó con Benjamín Freije, también taramundés, que vivía con su tía Generosa. Generosía de Tinga, muy amiga mía, tenía una pequeña tienda de beberolas y Benjamín sus apaños administrativos y más tarde la Tabacalera, heredada de ¿don Zoilo Murías?
La casa era normal de forma cúbica, arrimada al talud en sy parte trasera. Después la Carretera da Punta, 1922, comienza a crecer de forma poliédrica y la puerta principal que aquí el foto se ve bien daba a la pequeña calle de la Fuente en donde había otras tres casas, hoy absorbidas ampliamente por industria hostelera.
En ellas vivieron Los Fernandones, llegados de Abres y los de la Lejía venidos de Asturias -¿Trubia?- Nótese que en Castropol se decía lo de Asturias casi como sinónimo de extanjero: Casouse ou foise pr´aló, p`ra Asturias.
La familia de Fernando y Dolores se dedicaba a la carne y al pescado. Dolores era la carnicera y Fernándón con su gamela rapetaba salmonetes, robalizas, lenguados, pulpos selecta genera piscium que chegaban bulindo querendo saltar da cesta
Los de la Lejía en un pequeño salido en diversos bidones con agua de la fuente ya ligeramente hipocloritada montaron su popular industria de detergente sustituyendo a la engorrosa operación de cocer en cinza os paxelos blancos.
En los casa de la derecha estaba el matadero y por esos tiempos vivía Aurora la Crixa con su marido Felix? padres de Luciano Ron, oriundos de Abres quienes tomaron el traspaso de la carnicería de sus paisanos los Fernandones
Sería interesante escribir alguna nota sobre la migración apellidos o motes, que tanto monta. de aguas arriba hacia la marina.
La otra casa situada en el Caleyón de Abaxo ou da Fonte, la recuerdo de mucha mudanza: Ceide, Manolo de Cecilio y, sobre todo El piso de arriba que se nota de nueva edificación es vivienda exenta con escalera exterior construida sobre otras con cimentos en el mero pedreo da riberira. En el mismo grupo está una casa de los Bermúdez , familia bien arraigada en la historia castropolina.
Escribo todos estos retazos, creo, bastante aproximados, porque como ya he dicho muchas veces los tapices de la historia se hacen con hilos multicolores embarullados pero eso somos nosotros. A lo menos, yo.