Dos hoteles y tres fondas había en Castropol por los años 20 y30 del pasado siglo. La fondas de Ursula (hoy Alejandro), el Sopapo (hoy Murias de la Peña) y la Pinón el Avilesino o de Soledad de Pachín y posteriormente Avelino (hoy Casa Vicente). Los hoteles eran el Argentina y el Guerra. La verdad es que la palabra hotel les iba quedando un poco abundante, según corría el tiempo. Peores eran aquellos mesones de La Mancha para escuálidos caballeros o las posadas de las noches de Santa Teresa.
Pero, bueno, teníamos dos hoteles en el pueblo. Allí se hospedaron gentes ilustres. A guisa de ejemplo cito dos nombres: Luis Cernuda en el Guerra y Dámaso Alonso en el Argentina. Seguramente otras personalidades o personajes, Sin duda, mucha gente de bien, desde funcionarios, curas, viajantes y veraneantes.
En la fotografía aparece el hotel Guerra, , ubicado, según el comentario de Victor, en tres casas. Yo recuerdo la primera y la siguiente la de los balcones volados comunicadas por una puerta con tres peldaños la pared medianera. Si las personas asomadas a la galería, son de la familia Guerra, es que había otra comunicación. interna. La entrada única era por la puerta de más abajo. Se ve un letrero o cartel anunciador. Dirá, supongo, H. Guerra. . La casa de más arriba, primera a la izquierda, también tiene un rótulo anunciador en la puerta ¿Qué dice? Yo la recuerdo como Casa del Calcetador En mi memoria hay muy difuminada la figura del Calcetador un señor que vivía en esa casa.
Calcetador se dice en chapurreado calcetero se llama en castellano y, en latín, tibialium refector o tibialium sartor, según fuererecoge puntos de medias, oficio todavía bien reciente en el pueblo o fabricante de calcetines, escarpíos o chapíos y demás prendas para proteger la tibia. La tibia forma pareja de hecho con el peroné y desde Santurce a Bilbao se luce la pantorrilla
Posiblemente el calcetero tuviere una mercería. Algo me suena de un viajante, distinto del de Blanco y Negro, que llegaba de modo periódico desde Oviedo con pasamanería. A éste lo recuerdo con bastante nitidez, porque visitaba con sus maletas a doña Elisa Travieso de Murías a cuya familia asistía mi madre para labores domésticas Yo, de seis o siete años iba a la calle del Medio para ayudar a secar los cubiertos recoger alguna rosquilla que doña Elisa, exquisita repostera, extraía de una oscura lacena con olor a confitura. No recuerdo haber roto ningún plato, pero sí tirando del hilo del calcetador voy olfateando recuerdos. Me quedan más recuerdos que ilusiones. Hasta otra foto, querido hospedero, Ovidio, y compañeros pupilos.
Victor de Primote -
En la foto se puede apreciar perfectamente como nuestra casa y la de Delfina estaban unidas. De hecho, si se amplia la foto, se puede observar a miembros de la familia Guerra asomados a la ventana (caso de la madre de Antonia, en las ventanas del corredor de lo que hoy seria la casa de Delfina). La foto es posterior a 1910, por ser en ese momento cuando se inicia el cableado y la instalación de un transformador n'A Fonte por parte de Electra del Eo (puede seguirse las distintas noticias al respecto en los numeros correspondientes a ese año en el Castropol). Asi mismo es interesante observar la indumentaria y algunos usos y costumbres de la época (galochas, boina, el uso del burro -einda m'acordo condo lle traian as piñas a mia bola Luz).
2 comentarios
luis legaspi -
Dos hoteles y tres fondas había en Castropol por los años 20 y30 del pasado siglo. La fondas de Ursula (hoy Alejandro), el Sopapo (hoy Murias de la Peña) y la Pinón el Avilesino o de Soledad de Pachín y posteriormente Avelino (hoy Casa Vicente). Los hoteles eran el Argentina y el Guerra. La verdad es que la palabra hotel les iba quedando un poco abundante, según corría el tiempo. Peores eran aquellos mesones de La Mancha para escuálidos caballeros o las posadas de las noches de Santa Teresa.
Pero, bueno, teníamos dos hoteles en el pueblo. Allí se hospedaron gentes ilustres. A guisa de ejemplo cito dos nombres: Luis Cernuda en el Guerra y Dámaso Alonso en el Argentina. Seguramente otras personalidades o personajes, Sin duda, mucha gente de bien, desde funcionarios, curas, viajantes y veraneantes.
En la fotografía aparece el hotel Guerra, , ubicado, según el comentario de Victor, en tres casas. Yo recuerdo la primera y la siguiente la de los balcones volados comunicadas por una puerta con tres peldaños la pared medianera. Si las personas asomadas a la galería, son de la familia Guerra, es que había otra comunicación. interna. La entrada única era por la puerta de más abajo. Se ve un letrero o cartel anunciador. Dirá, supongo, H. Guerra. . La casa de más arriba, primera a la izquierda, también tiene un rótulo anunciador en la puerta ¿Qué dice? Yo la recuerdo como Casa del Calcetador En mi memoria hay muy difuminada la figura del Calcetador un señor que vivía en esa casa.
Calcetador se dice en chapurreado calcetero se llama en castellano y, en latín, tibialium refector o tibialium sartor, según fuererecoge puntos de medias, oficio todavía bien reciente en el pueblo o fabricante de calcetines, escarpíos o chapíos y demás prendas para proteger la tibia. La tibia forma pareja de hecho con el peroné y desde Santurce a Bilbao se luce la pantorrilla
Posiblemente el calcetero tuviere una mercería. Algo me suena de un viajante, distinto del de Blanco y Negro, que llegaba de modo periódico desde Oviedo con pasamanería. A éste lo recuerdo con bastante nitidez, porque visitaba con sus maletas a doña Elisa Travieso de Murías a cuya familia asistía mi madre para labores domésticas Yo, de seis o siete años iba a la calle del Medio para ayudar a secar los cubiertos recoger alguna rosquilla que doña Elisa, exquisita repostera, extraía de una oscura lacena con olor a confitura. No recuerdo haber roto ningún plato, pero sí tirando del hilo del calcetador voy olfateando recuerdos. Me quedan más recuerdos que ilusiones. Hasta otra foto, querido hospedero, Ovidio, y compañeros pupilos.
Victor de Primote -
La foto es posterior a 1910, por ser en ese momento cuando se inicia el cableado y la instalación de un transformador n'A Fonte por parte de Electra del Eo (puede seguirse las distintas noticias al respecto en los numeros correspondientes a ese año en el Castropol).
Asi mismo es interesante observar la indumentaria y algunos usos y costumbres de la época (galochas, boina, el uso del burro -einda m'acordo condo lle traian as piñas a mia bola Luz).