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Castropol, Pueblo Ejemplar de Asturias

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Castropol, refugio ante la invasión gala

2 comentarios

Antonio Murias Vila -

En la "Atenas de Occidente" no sé, pero en la Atenas de verdad, tanto a los galos de las Galias como a los de Hispania se les llamaba "keltikói" (=celtas), con lo que el título de este artículo periodístico les parecería un "oxímoron", dado que invasores e invadidos eran un mismo pueblo, y tendrían que resolverlo entendiendo que, como en el caso griego, no se trataba tanto de luchas entre pueblos, sino entre Estados ("pólis"). Esta manía de remontarse a tiempos inmemoriales para identificar con rasgos de identidad nacional pre-carpeovetónica a los grupos humanos que habitan un territorio es exclusiva de los periodistas de este país ["No diga: "este país"; diga: España!" rezaba la propaganda que decoraba las pareces de los cuarteles en los años 80"], y así no nos extraña que se hable del "Presidente galo" o del "gobierno luso", pero a los franceses y a los portugueses no sólo les sorprende, sino que les parece francamente ridículo; claro que, una vez pasan la frontera y nos conocen dentro de nuestro país, mñas ls sorprende que no haya españoles, sino andaluces, gallesgos, valencianos, asturianos, catalanes, etcétera, y que no se hable español sino castellano. Ahora sí: lo que más sorprendió a las tropas francesas que, siguiendo las órdenes de un corso - de galo no tenía ni un pelo -intentaron apoderarse de España hace dos siglos, fue nuestro mal genio; por lo demás predecible, porque no venían a invadir, sino a robar (recuérdese que perdieron la batalla de Bailén porque les pesaba demasiado el botín), que ladrones los hay en todas partes y en idéntica proporción.

No obstante, comparto conjetura con Don Luis Legaspi y excluyo totalmente que la falta de publicidad del acto se debiera a evitar una excesiva presencia de "galos",o sea celtas, entre el público asistente. Aunque con esto de la llamada "guerra de la Independencia" (sólo a los españoles se nos ocurre llamarl así), hay mucha confusión exisencial y duante el resto del siglo XIX y parte del XX muchos fueron los que pensaron en algún momento si no habría sido mejor perder esa "guerra" para así ganar un futuro mejor. Demasiadas dudas para una proyección política, y más con esta actual falta de recato en la utilización y revisión de la Historia en provecho de unas tendencias partidistas. Lo cual se cohonesta mal con el ejemplo y derroche de lealtad con la que el pueblo y el Regimiento de Castropol se produjo en tan heróica ocasión.

legaspi -

EL BUEN PAÑO EN EL ARCA NO SE VENDE

Como castropolino practicante agradezco a las señoras María Jesús Alvarez, presidente de la Junta General del Principado, y a Josefas Velasco y Sanz el gesto de participar con nosotros los interesantes datos de la estancia de la Junta General en Castropol durante alguna temporada de la Guerra de la Independencia. Me consta que está en maquina un trabajo de divulgación sobre el mismo tema: la efímera y trashumante capitalidad castropoleira del Principado en la Guerra de la Independencia.

Lamento que los regidores del municipio presididos por el aquí retratado, alcalde Pérez, hagan tan escasa publicidad a encuentros como el aquí reseñado. Tengo la impresión que la asistencia al acto y el eco suscitado es francamente, por decirlo suave, mejorable. Yo mismo que estaba de vagar en Castropol hubiese asistido con mucho interés.

Tenté en caladeros habituales para saber si habría otros más desinformados y ayunos que yo, pero hallé la respuesta viendo que casi todos, vecinos amigos, estaban en la misma inopia.. La fotografía que acompaña el reportaje tampoco refleja, como suele ser habitual, el público asistente y se queda en cartelito electoral al uso que –piensa mal y acertarás- es de lo que se trata: salir en el periódico.

Castropol, antaño “atenas del occidente”, como así lo decían juglares chauvinistas, y hogaño, mustio collado, merecería aún que la barítona voz de alguacil pregonase por las calles nemorosas: “Se hace saber que de orden del Señor Alcaldeee y de acuerdo con el señor curaaa, porque en los pueblos pequeños los bomberos no nos pisamos la mangueraaa, a la salida del rosariooo, en el casino se dará una conferenciaaa apta para hidalgos y pecheros…” En fin, algún marketing habrá que imaginar, porque el paño, aunque sea bueno, no se vende en el arca, sobre todo cuando lo fagotiza la polilla política que –piensa mal y acertarás- es de lo que se trata: salir en el periódico.