Globalización, Google, guerras...
Es tan fácil ahora obtener información que en un tiempo récord, a golpe de tecla, te enteras de lo que te de la gana. No hace muchos años, los más mayores (o viejos, como nos queráis llamar), para saber de cualquier inquietud que nos asaltase, relacionada con cualquiera de las ramas de las ciencias, que se suelen dividir en tres grupos: formales, naturales y humanas o sociales, o cualquier otra ocurrencia que nos asaltase en el bar con los amigos, tardaba en aclararse meses a veces y otras nunca. Quedaba disipada la duda o conocimiento cuando alguno de los discutidores dedicaba una buena cantidad de tiempo en enterarse de la respuesta. Para ello no había más remedio que preguntar a un maestro conocido, o acudir a bucear a la biblioteca si es que la tenías cerca de casa. Cuando la cosa se llegaba a aclarar habían pasado ya meses, muchas veces. Pasado ese tiempo, un día se volvía al bar y se resolvía la duda al tiempo que se hinchaba el pecho. Hoy día, eso no ocurre, no puedes afirmar nada de lo que no estés completamente seguro, ya que cualquiera de los que tienes al lado tomándose una pinta contigo va y tira de teléfono buscador y te deja descompuesto...
Hoy día, con los buscadores existentes en la red de internet (World Wide Web), que manejan cifras de búsqueda astronómicas. Como "Google", por ejemplo, se calcula que en todo el mundo cuenta con más de 230 millones de búsquedas por hora, 5,5 millones al día y dos billones al año. Luego otros, con cifras menores y distintas especialidades, como: Bing, DuckDuckGo, Archive.org, Startpage, Gibiru, Qwant, Yahoo Search, Ask.com, WolframAlpha, Ecosia, Open Library..., son también manejadas por una minoría de usuarios de la red.
Actualmente, si por un casual nos viene a la mente la inquietud de querer saber qué clase de pájaro es aquel que hace unos días se posó en el alféizar de nuestra ventana ("Pájara", no, pues es una ciudad y municipio español que pertenece a Fuerteventura), pues buscamos en Google: "Pájaros"... Y cuando salga la palabra en pantalla vamos a "imágenes" y ahí nos salen, con fotos a color y nombres, todas cuantas clases de aves hay. Te lo dan hecho, solo es cuestión de mirar hasta ver de cuál se trata.
Pero todo esto que escribo viene a cuento a causa de las noticias que, diariamente, nos hablan de la guerra de Ucrania, que, desgraciadamente, como todas las guerras que no han parado en el mundo desde que este es mundo, es injusta e inhumana. Esta, encima de quedarle cortos todos los calificativos, la tenemos aquí al lado, a solo 3.728 kilómetros de distancia. ¿Te parecen mucho esos kilómetros, amigo lector? Pues que sepas, si no lo sabes, que un misil balístico intercontinental o ICBM (siglas del inglés Inter-Continental Ballistic Missile), después de disparado puede llegar a alcanzar más de 5.500 kilómetros de distancia y matar al llegar a un montón de personas y destruir sus hogares allí donde estén tranquilos hasta entonces. Por tanto, podemos afirmar que la guerra de Ucrania está aquí, al lado, por eso será que la sentimos tanto.
Pues bien, como unos más que otros hemos nacido con una mente inquieta, yo por mi parte llevo un tiempo preguntándome: ¿pero cómo no para alguien de una vez esta p... guerra que está masacrando a pueblos enteros llenos de personas inocentes, incluidos miles de soldados que luchan sin poder comprender el por qué de tanta belicosidad? Además del inmenso gasto económico que amenaza con dejarnos sin gas para calentarnos, muertos de hambre sin trigo para nutrirnos y, lo que es peor, miles y miles de personas desgraciadas de por vida después de perder a sus seres queridos. Tales inquietudes me hacen meter el dedo en la llaga. ¡Perdón!, digo, en la tecla. Pongo en el buscador: "Los mayores exportadores de armas del mundo". Y al momento me dice lo siguiente que plasmo en extracto:
-Estados Unidos. Mayor exportador de armas del mundo. Un 38,6% de las ventas.
-Rusia, en segunda posición, exporta aproximadamente el 18,6% de todas las ventas.
-Francia, un 10,7% de todas las ventas.
-China, un 4,6%. -Alemania, un 4,5%. Italia, un 3,1%. -Reino Unido, un 2,9... (Qué va a ocurrir cuando a China se le ocurra fabricar pistolas de verdad).
-España, un 2,5% (fabricamos vehículos blindados, torretas para carros de combate, lanzacohetes, lanzagranadas, cañones ligeros y fusiles de asalto). La venta de todas esas armas de guerra nos supone unos ingresos al año de más de 3.000 millones de euros.
-Entre todos los países fabricantes de armas elaboran la friolera de 12.000 millones de balas al año, suficientes para matar casi dos veces a todos los habitantes del globo terráqueo. El monto obtenido por la venta de todas las armas que se venden en el mundo ronda los dos billones de dólares, que dejan unos 420.000 millones de dólares en beneficios.
Nuestra gran España también produce unos 50 millones de los mejores jamones del mundo, obtenidos después de sacrificar a 25 millones de cerdos, por un valor de 3000 millones de euros (¡qué casualidad!, igual importe que el obtenido por la venta de armamento). Obtenemos, también, unos 6000 millones de euros por los 1,4 millones de Tm. de aceite de oliva que producimos (solo el doble de lo conseguido por la fabricación y venta de material bélico, de ese de matar...).
Ahora, mi mente descarada me pregunta sin previo aviso: ¿por qué no hay día en el mundo, desde los siglos de los siglos y desde que el hombre es hombre, sin que exista en algún lugar encendida una guerra cada día?
Todo este rollo mío que hoy os cuento me ha llevado un poco más dos horas, partiendo de cero, el prepararlo y escribirlo. Aunque me inquietaban, no tenía ni idea de las cifras que plasmo. Como bien puedes suponer, amigo lector, las busqué en un momento en Google. Y aprovecho para decir que si miento en algo de lo aquí plasmado no es culpa mía, sino de ese Google..., ese buscador que cada día que pasa más nos cuesta más vivir sin él.
¿Sabes, amigo lector, cuánto tardaría en preparar y escribir todo esto de aquí arriba hace... 25 años, buscando y rebuscando como un ratón de biblioteca, días y días, en casa y en todas las estanterías a mi alcance?
Yo, a mis años, hoy ya voy cansando, así que por favor pregúntaselo tú a Google o a cualquier otro sabio de esos que están en las redes. ¡Ah!, y de paso pregúntales también, si tienes curiosidad, cómo y por qué causas se producen las guerras. Y qué vamos a hacer con las fábricas de armas si no hay guerras. Ya me dirás, amigo...
0 comentarios