Pasado el esperado sorteo, a la pareja le pillaron por sorpresa las contracciones porque la mujer, según las estimaciones, no salía de cuentas hasta el 28 de diciembre. Eran las cuatro y media de la tarde del día 22 cuando empezó todo. A las siete, nació su tercer hijo. «Pensamos ‘¡menos mal que no dimos un gran premio y que Bibiana no dio a luz el día anterior!’», contó el feliz padre. Juan Pablo Carbajales sabe que la víspera del sorteo navideño «hay mucho jaleo» en la administración. «Tienes que devolver lo que no se vendió, por ejemplo», cuenta. Y la jornada «grande», por razones obvias, también suele ser un día especial de trabajo y tensión.
La administración de lotería estuvo a cargo de la madre de Juan Pablo desde 1985 hasta 2018. Fue ella quien en 1992 repartió 500 millones de las antiguas pesetas en un sorteo ordinario de la lotería. Desde 2018 es Bibiana Olivares la que se encarga de dirigir el negocio. La pareja tiene tres hijos y otra feliz coincidencia. «Uno de ellos nació el día que cumple años mi mujer», apunta el padre. Ahora el matrimonio cuenta ahora las horas para poder volver a casa por Navidad. «Este año no tuvimos la suerte de vender ningún boleto premiado con una cantidad importante, pero llegó otra sorpresa aún más grande y mejor», añade Juan Pablo. Ahora esperan que esta casualidad del destino les dé suerte y entusiasmo para el próximo sorteo extraordinario de estas fechas navideñas, el del Niño del seis de enero.
0 comentarios