El paseo del Muelle de Castropol ya luce en su inicio la placa con su nuevo nombre: Paseo Melquiades Álvarez González-Posada. Ayer, el presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón; Manuel Álvarez-Buylla, bisnieto del homenajeado, y el alcalde del municipio, Francisco Javier Vinjoy, descubrieron la indicación con el nombre del político gijonés, a quien se le dedica la calle por ser quien impulsó la búsqueda de financiación para llevar a cabo la obra que dio lugar al paseo y carretera de circunvalación. Una actuación que, sobre todo, sirvió como protección de los continuos desprendimientos del acantilado sobre el que reposa la villa de Castropol.
El cambio de nombre de la calle se convirtió en un homenaje a Melquiades Álvarez cuando se cumple el centenario del inicio de la obra. El político, fundador del Partido Reformista en 1912 y que llegó a ser presidente del Congreso de los Diputados, fue alabado por el Presidente autonómico: “Nunca se olvidó de Asturias”, dijo Barbón. Y ensalzó del proyecto político de Melquiades Álvarez “la búsqueda de una democratización política y la búsqueda de la libertad real de los hombres y mujeres”. Asimismo, señaló que su figura está más de actualidad que nunca, en un momento que describe de “zozobra, en el que todo el mundo vive en permanente enfrentamiento”. Por ello, apeló a la necesidad de que haya políticos que sean capaces de decir “basta ya de clima tóxico y de tensión”. Barbón hizo hincapié en que los políticos “no tenemos que vernos como enemigos, sino que tenemos que remar todos en la misma dirección y más en el tiempo difícil que nos está tocando vivir”.
Como un hombre de “unión y concordia” recordó Manuel Álvarez-Buylla a su bisabuelo. Aseguró que fue un adelantado a su tiempo y subrayó “las ideas moderadas y liberales” que defendió durante toda su trayectoria. Ideas que, señaló, están recogidas de alguna manera en la actual Constitución española de 1978. Álvarez-Buylla lamentó que ese consenso que defendía su antepasado, “esa tercera España, se nos vuelve a escapar de las manos a los españoles, por eso hay que poner en valor su figura”.
En el acto también intervino José Llenderrozos, estudioso de la historia local, que repasó la importancia para Castropol de la obra, iniciada en junio de 1921. “Fue la más importante acometida en nuestra villa en los últimos 100 años”, recalcó. Y recordó que en ese momento Castropol tenía un “grave y preocupante” problema por los continuos desprendimientos que provocada la acción de la ría. También rememoró la insistencia y compromiso de Melquiades Álvarez para con la obra, ya que “estuvo catorce años realizando gestiones e insistiendo hasta lograr poner la primera piedra”. Por ello, Llenderrozos considera que, con el acto de ayer, Castropol salda una deuda con el político, un siglo después.
El alcalde, Francisco Javier Vinjoy, también hizo énfasis en la relevancia de la obra: “Un muro que garantizó el futuro de esta villa a orillas de la ría del Eo”.
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