El cantor del Eo, el vecino, el remero, el pescador. Todo eso fue para Castropol el poeta Pedro G. Arias, nacido en 1892, y quien ahora está más presente en su concejo natal gracias al afán de su familia. Dos nietos se desplazaron este viernes desde Madrid para donar a la centenaria sala de lectura castropolense manuscritos inéditos del escritor y gran parte de su prolija biblioteca. "Un tesoro", resume la bibliotecaria, Manuela Busto, quien no oculta que el material puede contener sorpresas, como obras desconocidas.
Los nietos, Juan Francisco y Jesús Fidel Martínez García, mostraron satisfacción con la entrega. "Estaría orgulloso y le hubiera encantado estar aquí hoy", resumieron. Pedro G. Arias se mudó a Madrid tras su matrimonio pero "su ensoñación siempre fue la ría del Eo". Por necesidad y por mantener en buen estado su legado, sus nietos se encargaron de cuidar lo que sus tíos guardaron con mimo durante tantos años. Ellos fallecieron hace dos, durante la pandemia, "y ahora que vaciamos la casa nos encontraron con tanto material que nos sorprendió", contó Juan Francisco. Su hermano Jesús Fidel contó que su abuelo era un enamorado de la ría y de Asturias. Se dedicó a escribir y leer sobre ambas, pero también a recopilar obra de literatos asturianos. La bibliotecaria recibió el material "encantada", consciente del trabajo que supondrá catalogar, pero también agradecida por tener más obra y material de "Xanelo", como le conocían sus contemporáneos. Arias fue autodidacta: "A hombre libre, universidad libre". Ahora su biblioteca y apuntes descansan frente al estuario que tanto le marcó.