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Castropol, Pueblo Ejemplar de Asturias

versos

Comentario a "Los surtidores de La Punta"

A continuación reproducimos unos versos, dedicados a "Los surtidores de La Punta" dos fotos publicadas el 14/05/2008.

Estos versos nos han sido remitidos por un castropolense en la diáspora.

 

Entre Asturias y Galicia

Fluye la Ría del Eo

Con algunas inmundicias

Y, la verdad, queda feo.

 

Desde milenios su agua,

Pura, clara y sin complejos,

Alberga una rica fauna

De robalizas, cangrejos,

 

De todo tipo de bichos,

Unos listos y otros necios,

Algunos bien grandecitos

Y también hay paramecios.

 

Pero ¡oh! ya no hay salmonetes,

Ni anguilas, ni berberechos,

Peligran los calamares,

Y aguillolos ya no veo.

 

Pero me fijo y descubro

Flotando cerca y lejos

Abundancia de zurrullos

Ya marrones, ya bermejos,

 

Defecaciones ilustres

De letrados y galenos

Se juntan con más cutres

Purines de ganaderos,

 

Se arremolinan las cacas

Y se concentran los meos,

Cuyos hedores confunden

Y causan cierto mareo.

 

Y aquí nadie hace nada

Que resulte malo o bueno

Para limpiar las aguas

De pises y de regüeldos.

 

Eso sí, se ha convenido

Y alcanzado el acuerdo

De cambiar, por lo visto,

Los nombres de algunos pueblos:

 

Y es que resultan más propios

?Cagopol? y ?Vegapeo?

Para los dos municipios

De las Asturias de Oviedo.

 

Y el que quiere todavía

Ampliar el orbe gallego

Y dar su nombre a la Ría,

Pasará a ser ?Ribameo?.

 

Entre Asturias y Galicia

Pasa la Ría del Eo,

Pasa de todo y nos dice:

¡Señores, váyanse al peo!.

 

Fiestas en Valdeganga

Fiestas en Valdeganga

Durante el fín de semana del 4 de octubre, la banda de gaitas "El Penedón" se desplazó a la localidad albaceteña de Valdeganga, para participar en un desfile que se realiza todos los años con motivo de las fiestas en honor a la Virgen del Rosario. Además, se produjo un hermanamiento entre el municipio de Castropol y el de Valdeganga. A continuación vemos tres fotos de los actos.

Romance de depedida a Castropol

      Por el interés de los versos de Luis Campón, a continuación reproducimos un comentario de Antonio Murias Vila al artículo del recordatorio de la Comunión de 1936, agradeciéndole como siempre su colaboración, e invitándole a que siga poniendo cosas tan interesantes. 

 

 

Éste 11 de junio (Corpus del año 1936, 60 días después de la Pascua de Resurrección, celebrada el 12 de abril) sería el último de una gran época. A partir del verano de 1936, y durante unos años, Castropol va descapitalizándose en varios aspectos y particularmente en el más importante: en capital humano.

Recientemente, nadando entre papeles, he descubierto una copia de una despedida a Castropol que, como no podía ser de otra manera, es un poema que evidencia un nivel cultural y una capacidad de síntesis poco común; son sesenta versos, con pocas licencias y un ritmo que impresiona (y sólo tres palabras esdrújulas, un sustantivo y dos adjetivos, esencialistas y muy pensados). Lo firma Don Luis Campón y lo dedica "a la castropolense cien por cien Sofía Monteavaro":

ROMANCE
DE DESPEDIDA A CASTROPOL

Castropol, pueblo querido,/
de noble y rancio abolengo,/
al abandonar tus lares/
por las mudanzas del tiempo/
quiero poner de relieve,/
de un modo franco y sincero,/
todo el amor que me inspiras,/
lo mucho que yo te quiero,/
con aquel ciego cariño/
de todo buen caballero/
que nunca pudo olvidar/
su viejo hogar solariego./
Cuanto más larga es la ausencia/
más se avivan los recuerdos/
de tus íntimos rincones/
con tus bellezas sin cuento,/
de tus campos y tus playas,/
de la hermosa ría del Eo,/
donde se espejan tus galas/
con pertinaz cabrilleo./
Todo viene a mi memoria/
con gran placer y contento,/
porque me hago la ilusión/
de estar viviendo de nuevo/
aquellos tiempos felices/
en que aún era rapazuelo/
y alegremento corría/
por caminos y senderos./
Después, mis años de mozo/
y mis amores primeros/
y las cien mil aventuras/
que a todos nos sucedieron,/
teniendo humor y alegría/
y espíritu aventurero./
Aún suenan en mis oídos/
los dulces y suaves ecos/
de las rondallas nocturnas/
de estudiantes nochariegos/
que brindaban con sus notas/
todo el amor de su pecho/
turbando con melodías/
de su amada el dulce sueño./
De todo fuiste testigo/
Castropol, querido pueblo,/
y por eso no te olvido,/
y por eso te venero/
y sé que en tí he de encontrar/
el reposo y el sosiego/
cuando la vida y los años/
me transformen en un viejo,/
e iré entonces contemplar,/
camino del cementerio,/
aquellas puestas de sol/
de tan fantástico aspecto/
en que aparece el Mondigo/
envuelto en un haz de fuego./
Luego, la noche tranquila,/
la luna llena en el cielo,/
y en derredor negro manto/
tachonado de luceros.

Domingo, 15 de mayo de 1938 (está cayendo un gran chubasco).

Luís Campón.

Brindis a Primo de Rivera.

Por considerarlo sumamente interesante y para que nadie se lo pierda, a continuación publicamos el comentario a la foto de la visita de Primo de Rivera a Castropol, publicado por Antonio Murias Vila.
"Lo que probablemente desconocía Miguel Primo de Rivera es que cinco años antes, al tomar el poder, en Castropol se apostaba sobre su duración: En 1925 tuvo lugar un banquete, del que me ha llegado el "brindis" que se hacía en verso. El autor es el entonces Juez (de 1ª Instancia e Instrucción) de Castropol, Don Leopoldo Huidobro Pardo:

Dos famosos asturianos /
del Occidente de Asturias, /
ejemplares ciudadanos, /
cual los españoles sanos /
de las pasadas centurias: /

Don Teodoro F. Campón /
y Don Manuel de Bousoño, /
después de gran discusión /
sobre si esta situación /
duraría hasta el otoño. /

Sostenía Manuel Bousoño /
con empaque salomónico, /
que el Directorio acababa, /
y Campón le contestaba /
que el Directorio era crónico. /

El que la apuesta perdiera /
tendría que convidar /
a un ágape de primera /
a la gente que quisiera /
el que hubiere de ganar: /

A gente de toda Asturias /
y de otros puntos de España, /
personajes de las Curias, /
Campoamor, Balbino Murias, /
Morán, Sanjurjo y Saldaña; /

Y de otras gentes principales /
que se dejasen caer, porque en circunstancias tales /
siempre surgen comensales /
a las horas de comer. /

Y hay gente que con afán /
asiste a banquete diario, /
como el amigo Morán: /
podrá faltar el champán, /
pero no el veterinario. /

Pasó un día y otro día, /
un mes y otro mes pasó, /
y un año pasado había, /
mas del Poder no caía /
Primo, que al poder subió. /

Y al ver llegar otro otoño /
sin una crisis funesta, /
exclamó Manuel Bousoño: /
"¡Coño, coño, coño, coño, /
que me han ganado la apuesta!" /


La alusión al veterinario (Don Dionisio Melón Morán, Veterinario de Castropol) no quedó sin contestar:

"Señor Don Leopoldo Huidobro, /
mi amigo de estirpe fiel: /
Morán se encuentra en banquetes, /
con champanes y sin él. /

y lo mismo allá en San Tirso, /
que en Viavélez y que en Boal, /
hoy aquí en Vilavedelle, /
siempre con el Juez está. /

Este amigo que le aprecia, /
su afectísimo Morán." /

Fecha: 30/07/2007 07:10.


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A mi pueblo Castropol

 

    Un anónimo, (aunque firma con el seudónimo Primate ¿querrá talvez decir Primote?) nos ha enviado un comentario, con unos versos dedicados a Castropol, que publicamos a continuación con el comentario completo que nos envió. Creo que no se debería quedar en el anónimo, y desde aquí le pedimos, que nos diga su nombre, pues unos versos que como estos, se ven escritos con el corazón, merecen que su autor sea conocido. 

 

 

"Querido Ovidio: Me gustan mucho las poesías de Amador y aunque yo no soy poeta, tengo una poesía dedicada a Castropol. Hace muchos años que falto de la Villa, pero sigue en mi corazón como el primer día.Si te parece la publicas porque a lo mejor les gusta a los castropolenses.


A mi pueblo Castropol

Pueblo adorado de mis recuerdos
la tierna infancia que yo viví,del pecho brotan viejos anhelos,
mi alma ansía volver a tí.
Antigua hermita, Santa María,
que el viejo parque como blasón, guarda celoso; sobre la ría, se alzaba altivo el FIEL torreón.
La mirandilla con su floresta
do se recuesta mi dulce amor; y una iglesia que emerge, esbelta cual ninfa alada, de fé y candor.
Antiguas casas que historia encierran como el palacio de Valledor: angostas calles donde nacieran hijos ilustres de Castropol. Primate."

MILAGRO

A Miguel Ángel Serrano Monteavaro.

 

Siento que ya se acerca

la hora de marcharme,

el bagaje está listo:

Es el viento en mis manos.

Ese poema incierto

que no puede atraparse.

Ese poema incierto

que no pudo escribirse,

ni florecer, ni concretarse.

Y era en sí, tan sencillo

decir, que sólo aspiro

a que un mozo cualquiera, sentado en la taberna,

allá, lejos, muy lejos,

en mi pueblo soñado,

con su jarra vacía,

farfulle, ya beodo,

y se cuente a sí mismo:

 

"Fue amigo de mi abuelo.

Era un muchacho noble,

soñador y bohemio

que quiso ser poeta.

Se perdió en la distancia,

pero llevó en sus carnes,

sin poder extirparlas:

las esquinas del pueblo

sus calles y silencios.

La niñez, los amigos,

la juventud, los besos.

¡Añoranzas, recuerdos!

y lo enterraron..., con ellos".

Solamente a eso aspiro.

Porque sé, que aquel viento

que acarició mis manos...,

soplará mis cenizas

hasta encontrar mi oído

y me dirá: No has muerto,

el milagro ha surgido.

                                                    Amador García Acebo

RECORDACION

Dedicado a:

Sayón,

Cajetilla,

Narizón,

Chinelón,
Palabritas,
Cuco,
Nino,

Chandingo

Palapías,

Milanín,

Conaina,
Primotín,
Calín,
Chinito,
Falucho
Moleto,
Cheche,
Gachupín,

Cagüino,
Matón,
Lexía,
Pinín,

El Caobo,
Mirín,

Tento,
Cogote,

Parias,

Capulín,

Puin,

Pantufas

y Petóte. Y

a tantos más

que me olvidé

su mote.

Se, que muchos
partisteis...

pero seguís
igual

dentro del corazón,

de aquel:

"CABEZÓN"

 

¿Dónde se fueron

aquellos personajes,

que hicieron popular

y típico a mi pueblo?

Antón, Lilao, Primóte,
Cecilio, Fernandón,
Enriquín y Etelvino,
Alfredo da luz,

Joaquín el de Burela,

Quirolo y Calderilla.

Telesforo y Milano.

Candaosa y Menéndez.

Balbina de Rodiles,

Felisa da Caleya.

Lola y Pepa del Circo.

Laura, Sofía a del Estanco.

Doña Manuela Guerra.

Ferminia, a Galega,

a Xanela, a Marchanta,

a Navarra, as de Conde,

as de Moldes, Malajo.

Avelino da Fonte,

Miguel el del Sopapo,

Paco de Soledad,

Pepe de Santos.

El Ferrolés, el Rayo,

el Pinulo, Sanguín,

el Pruído, el Esquilín,

Chera, Panó, el Francés.

Pitias, El Farolero,
Felipe del Cheirón,
Machaco, Rapelón,
El Carrañolo,
Jesús el Xastre,
Ramón das Mentirolas,

y entre otros, mi abuelo,
y mi abuela del Forno,
(don Laureano y Dolores);
Floración exclusiva
de un ayer ya lejano.

Hoy sé dónde están TODOS.
Están dentro de mí,

los he sentido, así:

¡RESUCITADOS!

 

Amador García Acebo.

 

He estado con vosotros

En recuerdo de mi visita al Cementerio de mi pueblo.

                         He estado con vosotros,

                          pasando una mañana,

                        colocándoos flores

en el ojal,

de vuestras lápidas.

He estado con vosotros,

después de treinta años

de ausencias y añoranzas,

De ayeres no olvidados

y ahora revividos

en vuestras mudas risas

y en mis calladas lágrimas.

He estado con vosotros,

igual, igual que antaño,

mientras el viento norte,

(dedos de vuestras manos),

en mis canas jugaban,

trayendo a mi memoria

recuerdos imborrables

de la lejana infancia.

He estado con vosotros,

y hoy os digo:

 

Que ha vuelto a la distancia,

trayendoos conmigo

en el desolado cementerio

de mi angustiada alma

 

 

 

                              Amador Garcia Acebo

                    Castropol 20 de mayo de 1981

 

 

CUANTO DARÍA

A aquellos inolvidables compañeros de escuela, de juegos y travesuras.

Cuánto daría

por volver a rascar

los sabañones,

sorber los mocos,

calzar alpargatas,

correr con las madreñas.

 

Volver a mojarme

con la lluvia,

y travieso

volver a chapotear

en las cunetas.


Mear en el agujero

de los grillos,

hacerles su casita

con la caja de cartón

de "Heno de Pravia".

Con el estira-gomas,

romper las palomillas

y apedrear a los gatos.

Bajar por la "arribada".

Jugar al "escondite",

al "guá", al "melas",

a "las cuatro esquinas",

al "peón", al "aro",

a "la gallina ciega",

a "la rayía", al "marro".

Cuanto daría

por galopar de nuevo

como aquel "rapacín".

Por ser libre y feliz,

igual que el viento,

y volver a correr

tras la pelota,

¡la pelota de trapo!

en aquellos partidos:

"Batallón", "Filoxera",

"Cuatro Vientos".

¡Cuántas cosas querría!

Por ser de nuevo niño,

por volver a estar juntos,

y de nuevo aprender

a reír y a soñar.

¡Cuánto daría!

 

Amador García Acebo

 

He vuelto.

 

 

 

 

 

A mi familia y amigos de mi pueblo, Castropol,

con toda gratitud.

 

 

 

He vuelto como ave migratoria,
después de treinta años, a 

retornar al nido.

He vuelto con mis plumas
sin brillo, humildemente,
apenas aleteando
emociones y frío.


He vuelto, ya sin canto, mi 
voz se fue gastando 
en gritos desoídos.

 

 

¡Sólo mi corazón
y la esperanza
eran los mismos!

He vuelto siendo otro

¿Dónde están mis hermanos?

Todos fuimos cobardes.

Te hemos dejado sola.

Te fuimos desangrando.

Te robamos tus cantos,

 tus risas y tus pájaros.

Todo en Ti, es silencio.

Te hemos dejado sola,
llorando tus chubascos

en tus grisáceas tardes.

Te hemos dejado sola
arropada en tus calles
silenciosas, sin niños; con       
tus casas llaveadas
tan llenas de recuerdos.

¡Quedaste despoblada!

Te hemos dejado sola en tu vejez

altiva. Ingrávida, sin hombres,

para engendrar más hijos.

 

¡Qué dolor tan intenso!

 

DESDE LA LEJANÍA

siento tus estertores, que

son también los míos,

siento que lentamente: te

mueres de añoranzas, te

mueres de tristeza, te

mueres, ya vacía.

 

Me hablas y te escucho

y me dices: QUE VUELVA,

te contesto: QUE VOY,

porque en mi adentro siento,

que sigo siendo un niño

y que has estado en mí siempre

¡Qué jamás he salido

de tu agreste regazo...,

 de tu cuna de viento!

 

                             Amador García Acebo

 

 

  

HE REGRESADO A TI , RETORNO


He regresado a ti,

igual que un hijo pródigo,

trayendo cual cilicio

hincado entre mis carnes,

la duda de no ser reconocido.

 Pero llegué y te vi,

lloré,

y me miraste

con la pupila gris

de tus tejados,

y dejaste caer,

igual que entonces,

tenues gotas de lluvia

en el asfalto,

(Antifaz y mortaja

de mis piedras de antes).

 

Sonreíste materna

(con la misma sonrisa

de los viejos portales)

al abrirme los brazos

tortuosos de tus calles.

Entonces, supe sí,

que me habías conocido y corrí a

cobijarme en las esquinas

como aquel débil niño y aquel

joven de antaño.

Me abrazaste y me hablaste

con tu voz de silencio, y

jadeante de brisas

me dijiste:

Entra en mi corazón,

tu vieja Iglesia;

reza, agradece y llora,

porque has visto,

que no ha pasado el tiempo,

y lo exterior no es nada.

Que lo que es ir inmutable

y es eterno,

permanece,

(cicatriz incurable

en el recuerdo )

 

                                                      AMADOR GARCIA ACEBO

(Junio, 1981)

CUANDO YO VUELVA , AÑORANZA

 

 

Cuando yo vuelva

a mi pueblo

golondrina fatigada

solo el viejo campanario

conocerá mi mirada.

 

Y al descansar

en su alero,

como en lejanas

mañanas,

con sus badajos

de bronce

me abrazarán

sus campanas.

 

Cuando regrese

a mi pueblo,

golondrina mutilada,

mi silueta al proyectarse

será una sombra olvidada.

 

                                         Amador García Acebo                 (Diciembre, 1980)

A CASTROPOL, MI CUNA AÑORANZA


¡Cómo quiero volver a ti, villa soñada!

Te presiento a lo lejos, con tus sexuales formas

de epidermis de arena, que la brisa acaricia;y

recatada, ocultando cimbreas bajo el manto

espumoso de tus verdes mareas.

¡Con tu fecundo vientre flotando sobre el agua!

Con tu cordón umbilical de piedra,

(la torre de tu iglesia)

cortado por la cruz del campanario;

esa Cruz, cuyos brazos extendidos

se elevan majestuosos

para robarle al cielo las estrellas

y posarlas después en "la bahía"

cual temblorosas olas enjoyadas.

Quiero volver a ti, cual una ínfima gota

que añora nuevamente,

filtrarse por las venas tortuosas de tus calles,

donde veloz circula la sangre de tus vientos.

'¡Cómo quiero volver!

Sentirme niño,

e inocente acariciar tu cadera soñada;

abrazando mi cuerpo a la piel harapienta

de tu pétrea e inmóvil "arribada".

¡Cómo quiero volver a tu regazo

y amamantarme en tus bronceados pechos!

En esos tres pezones de tu fuente

donde fluye la leche noche y día,

esa leche que a más de alimentarnos

nos marcó con su signo al bautizarnos.

¡Cómo quiero volver a tu regazo

y acariciar tu rostro de ojos grises!

(pupilas de pizarras de los viejos tejados

que lloran permanente las lágrimas del cielo).

¡Cómo quiero abrazar, con mis recuerdos,

todos tus callejones;

como quiero volver a tu arboleda

con sus troncos tatuados con mil nombres!

¡Cómo quiero volver a tus portales,

a tus tenues faroles

a tus rudas esquinas!

¡Cómo quiero escuchar cantar el viento

jugando con los cables que acunan golondrinas!

¡Cómo quiero de nuevo recorrer tus caminos!

¡Contar una por una, las piedras de tus calles;

calles que cobijaron íntimas ilusiones

en las lejanas noches de alegres serenatas!

¡Cómo quiero volver al Camposanto

a recorrer sus tumbas y panteones,

cargando con la cruz de los recuerdos

en un vía crucis hecho de emociones!

 

¡Cómo quiero volver! Y estar contigo.

Con tu mudo silencio.

Con tu lenta agonía.

¡Con tu mudo silencio que es el mío!

¡Con tu lenta agonía, que es la mía!

                                                             Amador García Acebo

(Julio, 1975)

 

VERSOS

VERSOS

     En este nuevo apartado, vamos a publicar, poemas  que implicita o explicitamente se refiere a Castropol, y comenzamos por una serie de ellos de Amador Garcia Acebo.

     Para aquellos que no lo conozcan, vamos a dar  solamente unos pocos datos de Amador.

 

       Nació en Castropol, en 1925, nieto de Dolores del Forno (para mas aclaración, primo de Juan Manuel y Maria Dolores López Acebo) y en 1951 emigró a Paraguay, donde residian sus padres y hermanos (el había permanecido en Castropol, al cuidado de sus abuelos).

     Regresó a su pueblo solo en 1981 y tuvo la desgracia de morir en Asunción, en el año1995, con una gran añoranza y amor por su tierra, como demuestran los versos que escribió, dedicados a su pueblo, a sus amigos y a su familia. Uno de sus últimos recuerdos, fué precisamente para Castropol, como se puede ver en algunos de los poemas que escribió, cuando esperaba la muerte que el sabía próxima.
     Además de amar a Castropol, nos consta que supo fomentar este amor entre sus hijos.

      Reproducimos una foto tomada pocos días antes de su muerte, con su madre, su esposa y algnos familiares más.
 

MI ULTIMO ADIOS

A mi villa, Castropol

Dile amigo:

Que nunca volveré.

Que no me espere.

Suplícale:

que quiera recordarme

y que no borre

mis huellas de sus calles,

ni amordace

mi risa adolescente

oculta en sus portales.

¡Que si me fui muy lejos

nunca dejé de amarla!

Ruégale amigo:

que me deje habitar

como una sombra

(una sombra sin sombra)

sus pinares.

Que me deje:

Gritar, cantar, correr,

entre sus vientos.

Caller, dormir, llorar,

en sus tejados.

¡Que me deje habitar,

ya, para siempre,

en su fecundo vientre

desgarrado.

¡Yo sé que pido mucho,

y no merezco nada!

Pero cuéntale, amigo:

Que mi viaje final

está muy cerca.

¡Que me duele su ausencia!

¡Que mi cuerpo reclama!

la entraña de su tierra

y mis ojos se cierran,

llorando su paisaje.

Y que ansioso, le suplico.

me perdone,

cuando estoy ya cerrando

mi equipaje.

 

Amador García Acebo